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miércoles, 29 de septiembre de 2021

Spanking, mucho más que sólo azotes...




Para las personas que lo vivimos lo tenemos más que claro, y efectivamente no es sólo que te pongan el culo rojo y que, aunque por supuesto es algo que buscamos y queremos (ambos roles)., El spanking, o por lo menos para mí, va más allá de dar o recibir sólo azotes en el trasero.

En mi caso y creo que al igual que muchas/os spankees, por encima de los azotes están las regañinas, que conseguirán que de inmediato te veas pequeñita en todos los sentidos, y saber que por mucho que intentes librarte ya no hay marcha atrás. 

¿Y para qué ese reprender? Pues para que te hagan sentir vergüenza, porque ese pudor que se siente antes, durante o después de los azotes hará que tu gozo se multiplique por 1000. (o por lo menos en mi caso)

Para que todo esto se de, se necesita de cierta cercanía, intimidad, ese ganarse la confianza con el día a día, conversaciones de todo tipo, risas, confidencias, compartires al fin y al cabo. 

Con todo esto se consigue crear un vínculo que reforzará la relación. 

Esa conexión que se genera llevará a conoceros mejor, para bien o para mal jajaaa vamos a quedarnos con lo positivo de ese bien xD. 

Cuanto más os conozcáis más posibilidades se darán para crear ese juego que ambos estáis deseando. Unas veces se irá directo al grano y otras tantas os adentraréis en el laberinto de las sensaciones., Donde se encuentran ese reprender del que hablo más arriba, esas  miradas descaradas, una mala contestación, un gesto serio y de autoridad mientras se remanga las mangas de la camisa, hasta un tirón de orejas.

El spanking conlleva a provocaciones, ese tira y afloja, las advertencias...  sin olvidarnos de esos momentos de rincón, de los cuidados después de. Y por todo esto y demás cuestiones que se me escapan, cuando los ingredientes se dan, el spanking es mucho más que sólo azotar. 

Es como hacer un puchero a fuego lento... sabe mucho más rico. Sin prisas, con calma... Disfrutando de cada momento, pasito a pasito...

También es cierto que por otro lado hay personas que lo experimentan y prefieren vivirlo sin ningún lazo de unión y sólo a través de la parte física. Se conforman con recibirlos a través de sesiones sin más, o exponer su culo en locales o fiestas y les da igual si le da Pedro o Bernarda… lo único que buscan es recibir, y la otra parte quiere dar y ya. Totalmente respetable, y cada uno/a lo vive como más le guste o pueda. Para esas personas si les preguntas, probablemente te dirán que el spanking son sólo azotes sin más. Como los kinkis en relación al Bdsm, sólo buscan ese disfrute momentáneo y da igual el rol o la práctica, cualquiera de ellas les va bien, y si pueden terminar metiendo el churro pues mejor., que en el fondo lo que van buscando es eso.

Para los que miramos más lejos y/o lo vemos con otros ojos no nos conformamos sólo con lo más básico porque hay ciertos detalles, sensaciones, movimiento, emociones que no podemos pasar por alto.

Para que todo esto llegue a puerto, está claro que se da con el tiempo indiscutiblemente, de ahí la diferencia entre crear algo con alguien o dejarlo sólo en un momento puntual sin más... Tú decides si quieres solamente azotes o algo más... Yo no digo que una cosa sea mejor que la otra (que para mí sin lugar a dudas sí lo es y sé con lo qué me quedo). Aun así, puedo entender a las personas que prefieran otras formas de vida y es simplemente por que no todos buscamos lo mismo y ambas son igual de válidas.

Aun así, pensar o ver que el spanking es sólo zurrar un trasero es como pensar que el sexo es sólo meter y sacar... pues va a ser que no, indiscutiblemente la sexualidad conlleva mucho más que sólo genitalidad., Pues lo mismo con las azotainas, va más allá de un culo colorado.


Entradas relacionadas con este post:

👉 Las regañinas

👉 vergüenza 

👉 Momentos de rincón

👉 Humillación

👉 Momentos mágicos


miércoles, 22 de septiembre de 2021

No te conformes con migajas (por Martha Ruiz)

 




Me encontré este fantástico post en face y quería compartirlo con vosotrxs.  Considero que es fundamental desarrollar una sana relación con nuestra autoestima, y en todos los parámetros de nuestra vida. No sólo en las relaciones de pareja ya sea dentro o fuera del Bdsm, sino también en el ambiente laboral, social, familiar, etc.

Aunque la esencia de mi blog es el spanking, también lo compone todo lo que sea nutriente y ayude al despertar de la conciencia de las personas. Además en las relaciones que se basan en Bdsm/spanking hay que tener un especial cuidado y atención ya que las emociones, dominación y sumisión tienen un plus y añadido extra a poder dañar nuestro amor propio...


Si te conformas con migajas, siempre estarás débil y hambrienta.

Escrito y verificado por la psicóloga Cristina Roda Rivera.

Las migajas permiten sobrevivir, saltar de un lugar a otro a través del tiempo. Te permiten seguir viviendo, pero apenas te sostienen, arrastrando tu autoestima y tus ilusiones. Hay demasiadas personas conformándose con migajas que tienen una gran sensibilidad y talento, y demasiadas personas degustando el pastel entero sin el menor atisbo de decencia y sentimientos.

Si no existieran las personas que se conforman con migajas, no existirían las personas cebadas de ego y autocomplaciencia, o al menos lo tendrían más complicado. Se trata de personas que se complementan entre ellas creando relaciones tóxicas.

¿Crees que estos continuos que se han convertido en dicotomías para poder relacionarse de la forma más cómoda y fácil surgieron de la nada? ¿Crees que algunos nacemos dispuestos a conformarnos con migajas y otros capacitados para comerse el pastel entero una y otra vez?

Lógicamente, esto no es así. Ni la frenología demostró que los negros tenían un cerebro con hendiduras que les predispusieran a la sumisión, ni los blancos una estructura cerebral que los convirtieran en amos y a la vez en dignos mandatarios.

La capacidad de no rebelarse viene desde muy lejos y el resultado es una autoestima acorralada y empequeñecida por miedos que en realidad son simples sombras, pensamientos de humo que no tienen ningún tipo de relato paralelo en la realidad salvo las cadenas que imponen a las personas que lo tienen.

Nuestras migajas para sobrevivir hoy son el hambre y la incertidumbre para mañana. No es fácil detectar cuando te están dando migajas y cuando estás recibiendo lo que hace sentir fuerte y entera. Pongamos el caso de una mujer que busca el amor y continuamente se topa con hombres que mienten y que además la ignoran, otorgándoles un papel irrelevante en sus vidas

Esta mujer valora el amor, el sentirse acompañada, la intimidad de los abrazos. Necesita alguna dosis de ello para “seguir tirando”. Sin embargo, ella da tanto y se conforma con tan poco que al final no encuentra nada de ello. Encuentra un beso entre cientos de desplantes, escucha una frase bonita tras un gran número de hechos que la contradicen y se encuentra durmiendo con alguien al que cada día conoce menos.

Muchas personas piensan que dar amor sin esperar nada a cambio es bello. La parte maquiavélica de esta relación emocional desigual es que de tanto dar sin recibir, a veces se acaba por entregar también el amor propio.

Piensa que amar sin pedir nada a cambio es distinto a entregarte sin límite, hasta que te encuentres seca y exhausta, sin nada positivo que lo compense. Hasta que termines en una situación en la que ni siquiera queden clavos ardiendo a los que te puedas agarrar.

No tienes que establecer un contrato para saber cuánto estás dispuesta a perder cada vez. No se trata de prever posibles daños y prejuicios. Tu autoestima necesita ojos bien abiertos, oídos que escuchen con inteligencia y una memoria que sepa relacionar lo que acaba de vivir con lo que en realidad no desea que vuelva a ocurrir.

Tu autoestima no se conforma con migajas porque no es así cómo se forma. Tu autoestima se conforma de empatía, asertividad y capacidad para ser independiente. La autoestima dañada es parecida a un trabajador remunerado de forma totalmente mediocre. Trabajando horas y horas sin parar, sin ni tan siquiera la posibilidad de vivir una vida digna.

Nunca llevará a ninguna parte entregarlo todo, soportar los desprecios o aguantar la indiferencia para agradar. Eso nos convierte en un elemento subsidiario de lo emocional, en alguien que vive el romance soportando el noventa por ciento del tiempo sus vaivenes y el 10% su parte positiva, para pasar posteriormente a ser una persona cien por cien agotada. Sin fuerzas ni autoestima para buscar algo que le llene de verdad y no las migajas que le van tirando.

Si quieres tener tu autoestima a cubierto y tus planes de vida a la vista y no a la deriva, no dejes que los demás te den migajas y que vean como tú te conformas y hasta te muestras agradecida con ello, porque quizás has llegado a pensar que es a lo único que puedes aspirar.


Gracias Martha por tu escrito.

En el blog publiqué también hace un tiempo alguna entrada en relación a la autoestima, si queréis leerla aquí lo encontráis:

👉 El amor y el spanking


miércoles, 15 de septiembre de 2021

Azotes mentales

 



Cuando se habla en relación al spanking se tiende a ir directamente a la parte física, ponte y te doy. Esto lo suelo ver más en el ambiente Bdsmero, o incluso en los spankos... aunque por su puesto entre ellos también tendrán sus acuerdos y sus porqués. Y si no lo tienen, directamente me trae sin cuidado, cada uno se relaciona como quiere.

En mi caso, digamos que los azotes mentales son un imprescindible en mi relación sexual-afectiva que mantengo sólo de puertas para dentro. Y que sin motivar y excitar mi parte mental no sería lo mismo. Es como en un armario, tú puedes tener toda la ropa que quieras pero no puedes prescindir de los básicos (cada uno los suyos, eso sí). Pues con el spanking igual, tiene que ir la parte física con la mental, y ya que nos ponemos, también con la espiritual.  Las relaciones te ayudan a crecer en todos los sentidos, tú contigo, él con él, tú con él y él contigo, ambos juntos en un aprendizaje mutuo y remando al mismo compás, y la espiritualidad en este caso es una palabra muy potente que lo abarca todo. Aunque no todo el mundo sea capaz de verlo así, normalmente la gente se suele quedar con la parte física de la atracción y no alimentan nada más.

En esta entrada me voy a basar en la parte mental, que además sólo de pensarlo me pone muy cachonda de imaginar ciertas conversaciones, frases, palabras, tanto cara a cara como por teléfono y/o por wasap. El caso es alimentar la mente para ir adiestrando el cuerpo. Es como hacer en una cazuela antigua un cocido madrileño y que se vaya haciendo a fuego lento... Es cuestión de tacto y de paciencia, ir sin prisas por ambas partes, nada cómo ir preparando el terreno e ir mostrándose y descubrir al otro paso a paso.

Los azotes mentales se pueden dar de muchas maneras, dentro de determinados contextos y jugar con la situación que estés viviendo en ese momento. Es dejar volar la imaginación con la palabra si estás manteniendo una conversación por las diferentes vías, o con algún gesto si estáis face to face.

Voy a poner algunos ejemplos y voy a intentar no repetirme, no sé si seré capaz jejee porque ya hablé de esto en otra entrada que tiene que andar por ahí en algún rincón del blog.

Las advertencias, como ese ¡venga a la cama! y tú: ¡No tengo sueño!  y coge él y directamente apaga la tele, y tú coges el mando y la vuelves a encender. Y se dan ese cruce de miradas fulminante por parte de él y por la tuya medio juguetona, medio desafiante. Y te dice: ¡Apágala! y obviamente no le haces caso. Y directamente te coge el mando medio forcejeando y la apaga. Después, acto seguido te levanta del sofá y te lleva a la cama agarrada por la muñeca y dándote en el culo hasta llegar a la habitación. 

¿Podéis ver el calentamiento mental antes de llegar a la parte física?

O en el momento de empezar a comer, estando él preparando la comida y tú sentada esperando a que te sirva y tú mientras estás con el móvil, y te dice en tono serio: ¡Deja el móvil! y tú sigues con él... hasta que antes de sentarse él a comer te lo quita y lo pone en la encimera. Ahí no hay azotes pero la intensidad del momento está ahí junto con la sensación del gusto en la entrepierna...

O si por ejemplo él está llenando un vaso de agua en la cocina y llegas tú, se lo quitas y te lo bebes delante de él mientras le observas la cara que pone... terminas y lo pones en la encimera, lo vuelve a llenar y lo vuelves a coger y te bebes la mitad, o entero!!! según la sed que tengas. Lo sueltas y te ríes!!! ahí le has calentado seguro ''un poco'' la mente tú a él.

Son ejemplos muy light, pero por algo se ha de empezar...

Luego también está que depende de cada uno la intensidad de cómo lo juegue. Obviamente si os estáis conociendo ha de ir de a poco. No queráis correr antes de andar. 

La cuestión es chinchar, incordiar, tú a él y él a ti., eso es calentar la  mente, aunque también estés tocando las narices y parezca que quieras entrar en modo juego. Todo forma parte de... Digamos que puede ir unido lo uno a lo otro... Pero no siempre se tiene que dar en modo ipso facto.  Y ahí es cuando vas plantando las semillitas del juego. 

También puedes preguntar o preguntarte, si eres spanker, o si quieres empezar a jugar con el spanking., ¿Qué cosas me molestan? ¿Qué me fastidia? ¿Cuál podría ser el motivo para dar una tunda? 

Los azotes a palo seco no saben igual, calentar la mente vendría siendo semejante al calentamiento previo en el acto sexual con penetración, donde se dan un masaje, caricias... pues el precalentamiento en el spanking vendría siendo los 'azotes mentales'.

miércoles, 8 de septiembre de 2021

Fantasía, deseo y realidad (Por Mariposas de Chocolate)

 


Hace unos meses Cloe escribió una entrada titulada: Fantasía y/o realidad

Me pareció una entrada muy interesante, sobre la que quiero aportar algún matiz, alguien dijo en los comentarios muy acertadamente, que la diferencia entre fantasía y deseo, es que la fantasía es algo que quieres vivir con la mente y el deseo es algo que quieres vivir con los sentidos. Me parece que mejor explicado imposible.

Pero hay que tener algo en cuenta todo deseo empieza siendo una fantasía, vamos algo mental, que en un momento dado con la mente se queda corto y necesita de confirmación con los sentidos. Al final lo que convierte una fantasía en deseo es descubrir si eso que resulta tan excitante imaginado, sentido resulta igual. Las fantasías tienen una ventaja, que siempre salen bien, la realidad ya depende de múltiples factores y más teniendo en cuenta que al final, lo que realmente se lleva a los sentidos es una fantasía compartida. Así que dentro de las fantasías hay categorías, las que excitan, pero nunca tienes la necesidad de llevar a los sentidos y de esas tenemos todos, las que, si hay convicción plena de sentir, las nuevas que surgen o variaciones de la original, que eso también pasa y aquellas que, una vez llevadas a los sentidos, se desechan o sólo se llevan a cabo con según qué personas.

Os cuento una anécdota personal, para que me entendáis. Una vez tuve un juego con una persona, la cual tenía una fantasía que no había llevado a cabo y le resultaba muy excitante. Era la fantasía de que le pusieran un supositorio bajo amenaza de un castigo u oponiendo resistencia y acabar con el culo como un tomate y el supositorio. Si no me traiciona la memoria recuerdo que hubo cero resistencias, al revés una rendición absoluta, al final fueron dos supositorios de glicerina y esa persona en aquel momento estaba muy excitada. Tiempo después esa misma persona me confesó un día que había repetido experiencia con otra persona y no había resultado ¿los motivos? no importan, simplemente había sido una experiencia no placentera, ni excitante y que había decidido no intentarlo más. Estoy convencido que esa persona sigue fantaseando con ello, pero una vez "sentido" seguramente, se va a guardar en el armario de las fantasías y ahí se va a quedar para siempre.

Así que entre fantasía y deseo yo incluiría una categoría intermedia. La de aquellas fantasías mentales, que pasan a sensoriales y una vez experimentadas vuelven a quedarse en sólo mentales.


miércoles, 1 de septiembre de 2021

Playa Cap de I'Homy... (Relato)





Autora: Cloe


Por fin habíamos cuadrado una semana de vacaciones para salir de la capital y descansar en la playa, tomar el sol y dedicarnos el tiempo que normalmente no podemos hacer por cuestiones varias. Decidimos tomar rumbo una playa del paraíso francés… Un lugar idílico que no conocíamos y que llevábamos tiempo programando para ir y no habíamos podido realizar hasta ahora, ya sí, se alinearon los astros para vivir esta gran aventura.

Alquilamos un estudio próximo a la playa, y tuvimos suerte que no había mucha gente, con lo cual mejor, más espacio disponible y más intimidad en todos los sentidos.

Yo llevaba unos días con poco apetito, no sé si era el calor o la emoción de poder disfrutar de un tiempito vacacional, el caso es que cada vez que llegaba la hora de la comida montaba un pollo porque mi chico solía pedir más comida de lo normal y luego me tocaba dejar la mitad en el plato. Según él no era demasiada, era la que corresponde a una persona adulta, aunque él no es consciente de mi complexión física de metro cincuenta y siete comparada con la suya de metro noventa... hay una diferencia clara!!!! pero no lo entiende.

El caso es que días antes en Madrid ya me venía advirtiendo que como continuara así iba a tener consecuencias mi comportamiento por dejar comida en el plato…

Después de tomar el sol, bañarnos en la playa, darnos arrumacos y besarnos como dos enamorados dentro del mar llegó la hora de comer… habíamos reservado en un chiringuito cerca de nuestras toallas. Además, nos gustó mucho cuando lo descubrimos porque eran españoles, del sur para ser más concretos, muy salaos y buena gente.

Nos pedimos un tinto de verano con unos aperitivos y que yo sinceramente, con ellos ya casi como jajaa no por nada, sino porque yo como poco, por lo que sea, mi cuerpo no necesita mucha comida. Luego nos pedimos, de primero un salmorejo que estaba espectacular de rico, y no sé por qué, pero las cantidades que ponían eran bastante generosas, hasta me costó terminármelo. Por mi parte con los aperitivos y el salmorejo ya había comido, pero como nos pedimos un segundo plato pues eso… pescado, muy rico por cierto, pero claro… me comí la mitad o quizás un poco menos de la mitad…

  • ¿Ya empezamos? ¡¡¡Comételo todo!!!
  • Bufffff es que no me entra.
  • El pescado entra solo.
  • Entrará sólo para ti, para mí no.

Cogió con su tenedor y me señaló en mi plato hasta donde tenía que comerme, prácticamente casi todo. Yo le miraba con ojitos de cordero degollado, pero no coló.

  • ¡COME!
  • No puedo más…
  • Te lo comes o hay azotes cuando lleguemos a casa.
  • Nooooo
  • ¡SI! y porque aquí no te los puedo dar que si no te ponía el culo rojo aquí mismo. 
No dije nada más... sólo me puse roja al instante...

Él Terminó de comer, yo dejé mi parte, como últimamente hacía, pagamos y nos fuimos al estudio. Nada más entrar me dijo si necesitaba ir al baño, le dije que sí. Fui y al volver, estaba sentado en el sofá, me indicó con el dedo que me acercara. Cuando llegué a su altura pude ver que a su lado estaba la paleta pequeña de madera que tuvo que meter en su maleta porque en la mía no estaba. Mi mirada fue directa a ella, y la cogió para mostrármela mientras y me dijo:

  • ¿Ves? Estas van a ser las consecuencias de tu comportamiento. _me lo decía mientras se daba unos toques con la otra mano_ Si te portas mal es lo que obtienes, el culo rojo.

Y estando delante de él, dejó la paleta en el sofá, a su lado, y con sus dos manos metidas por debajo de mi vestido me bajó las bragas para dejármelas por debajo justo de mis nalgas, acto seguido me ayudó a colocarme sobre sus rodillas., no salía de mi parte ninguna resistencia porque sabía que, si no iba a ser peor, así que no me quedó más remedio que acatar su decisión.

Los azotes fueron cayendo con su mano uno tras otro, y con cierta intensidad desde el principio.

  • Si te comportas como una niña pequeña y consentida, no me dejas más alternativa que castigarte como tal, para que aprendas a comportarte como la adulta que ya eres.

PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLASSSSSS

Intentaba aguantar el picor que ya hacía rato que sentía en mi trasero, aunque llegó un momento, al cabo de un buen rato que no pude más y protesté.

  • Jolinnnnn me está doliendo mucho!!!!!!!!
  • Lo sé, es una azotaina y los buenos azotes tienen que doler sí o sí, ¡¡ya lo sabes!!

PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLASSSSSS

Paró, y mientras me acariciaba para aliviar el dolor me decía que lo hacía por mi propio bien y para cambiar esa actitud que según él no era la adecuada para una mujer de mi edad. Desde luego no estaba nada de acuerdo con él, pero debido a mi postura no era el mejor momento para intentar salirme con la mía.

Después de la pequeña pausa que hizo siguió zurrándome el culo, pero esta vez con la paleta de madera…

Los azotes dolían más, aunque como estaba ya calentita por la primera tanda recibida con la mano los podía más o menos sobrellevar. Hasta que llegó un momento que por supuesto ya no…

  • AUHHHHHHHHH YAAAAAAAA PARAAA JOOOOOOOO

¡Me dio cinco más y paró! Acto seguido, volvió a aliviar el dolor con caricias, cosa que agradecí enormemente. La sensación de amor-odio es muy potente y no puedo evitarlo…

  • ¿Te vas a comer todo lo que haya en el plato la próxima vez?
  • Síiiii
  • ¿Seguro?
  • Síiii

Me sentó en su regazo y estuvimos abrazados durante un buen rato mientras le dije:

  • He pensando que la próxima vez voy a pedir menos comida para no dejar nada.
  • Me parece bien, y si algún día repites comportamiento ya sabes lo que toca.
  • Ya…
  • ¿Qué toca?
Como me daba mucha vergüenza decirlo en voz alta, me acerqué a su oído y le susurré..
  • Azotes en el culo…