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viernes, 27 de septiembre de 2019

Skoll Daze (vídeo) parte 2


Hoy os comparto un vídeo de spanking, parto de la base que no soy muy amiga de ellos porque no me suelen gustar. Por un lado porque la mayoría son de productoras, con lo cual son actores los que se esconden detrás y aunque los azotes son reales para mí pierde la esencia de lo que es la realidad. 
Esta serie de los que voy a subir son de la industria cinematográfica aunque si puedo elegir prefiero siempre los ameteur.

Aún así y dejando a un lado mi forma de pensamiento, os cuelgo aquí debajo uno mis favoritos. Éste es el segundo de una serie de tres,  el primero no lo tengo, si lo consiguiera actualizaría la entrada. Primero visualizarlo porque luego hablaré de él y no quiero haceros spoiler. 



Me gusta porque la postura es sobre las rodillas, también destaco que se da mucho la palabra, vamos que la está echando la charla... ese efecto mental es muy potente. La autoridad de él también me pone, la chica al expresarse con el lloriqueo y las quejas también me transmite, (aunque sea de productora). Igualmente me gustan los masajitos de él, le pone el culo rojo y a la vez hay paradas con caricias, esto es muy importante también y cuando se dan la mano, ese detalle de cuidado mientras le está castigando.

Cuando le baja el pantalón... uhmmm ese instante es fantástico!
Y también hay un momento en el que hace una pausa y estando sobre las rodillas le está preguntando algo, y ella no contesta lo que él espera oír y le da un azote sólo como regañándola más todavía. Ese detalle también me gusta.

Destaco también la forma que tiene él de hablarle, con autoridad pero con calma. Me encanta el sonido de los azotes y la rojez del culo que le deja, y también el último azote que le da mientras se está quitando las botas...

La tercera parte y el final del vídeo os la comparto en la próxima entrada.


martes, 24 de septiembre de 2019

Preguntas y respuestas


Este cuestionario nace por una serie de preguntas que dejó Hermes Solenzol en un comentario en la entrada: Clase Básica de Spanking

Voy a ir copiando cada serie de preguntas y contestarlas en función a mi forma de verlo y experiencia personal.

  • Pregunta/s de Hermes Solenzol: El consentimiento. ¿Está todo pre-negociado (si tú me dices que me vas a dar una azotaina, me negaré, pero tú no hagas caso? ¿O se negocian las cosas sobre la marcha? Éste es un tema super-importante, pues sirve para separar el juego del abuso.
  • Respuesta de Cloe Spankee: Parto de la base de que en todas mis relaciones siempre ha habido un consentimiento antes de, sino no hubiera iniciado juego alguno. Las cosas no las negociamos sobre la marcha, una vez que empieza el juego se inicia con todas las consecuencias, si te refieres a eso. Otra cosa es modificar los acuerdos que podamos tener las veces que hagan falta y por ambas partes. Somos dos personas adultas, responsables y coherentes con lo que hacemos y con lo que no, y sé diferenciar el juego del abuso.
  • Pregunta/s de Hermes Solenzol: El dolor. ¿Se trata de dar azotes que produzcan más placer que dolor? ¿O de recibir una azotaina que duela de verdad? Si es así, ¿Te pone el dolor? ¿O aceptas el dolor aunque no te guste porque te atrae la idea de ser castigada?
  • Respuesta de Cloe Spankee: Se trata de jugar a los azotes y recibirlos en función al juego que se inicie, entran todo tipo de azotainas, con lo cual acepto el dolor aunque no me guste así de entrada, el dolor no me pone. De todas formas el dolor pasa por diferentes etapas al igual que los juegos de spanking, de hecho el dolor y los azotes son dos caras de la misma moneda, van juntas con lo cual asumo el dolor. El castigo en sí me atrae más, digamos que es la clave y el centro de nuestros juegos, el castigo y los azotes. Ser castigada con la idea de terminar en las rodillas de mi spanker es lo que realmente me atrae y me pone. 
  • Pregunta/s de Hermes Solenzol: El castigo. ¿Aceptas que tu spanker te castigue? ¿Por qué cosas puede castigarte, y por qué cosas no? Si puede castigarte por hacer algunas cosas, ¿hasta qué punto influye en las decisiones que tomas como mujer adulta? Y, si formáis pareja o vivís juntos, ¿cómo influye el poder que tiene el spanker de castigarte sobre tu capacidad de tomar decisiones dentro de la pareja?
  • Respuesta de Cloe Spankee: Sí, por supuesto, acepto que mi spanker me castigue jajaa. Me puede castigar por las cosas que él considere oportunas, tiene ese privilegio que yo le he dado. Los motivos por los que quiera castigarme no influyen de ninguna manera en las decisiones que yo tomo como mujer adulta. La autoridad que yo le he otorgado a mi spanker para que tome el mando en la relación cuando estime conveniente no influye en mi capacidad a la hora de tomar cualquier decisión. Somos ante todo dos personas adultas y autosuficientes para que ambos podamos tomar cualquier decisión que queramos y como tal llegamos a acuerdos como cualquier pareja normal y corriente con dos dedos de frente. Otra cosa distinta es cuando entramos en modo juego, ahí digamos que hay un tira y afloja hasta que él decide... calentarme el culo...

Estas respuestas tienen que ver con mi forma de vivir el spanking y con mi experiencia personal y no tiene porqué coincidir con otras formas de vivirlo. Somos muchos, todos diferentes y cada uno lo vive como lo sienta, como más le guste y/o puedan llevarlo a cabo. Todas y cada una de ellas igual de válidas y  respetables lo vivas dentro de la D/s SM o no, como es mi caso. Yo lo vivo  fuera del Bdsm, diferente,  y a mi manera.

viernes, 20 de septiembre de 2019

Ni sumisa ni masoquista


A veces me resulta difícil explicar mi manera de vivir el spanking, aunque para mí es algo muy sencillo. Por otro lado entiendo que a veces pueda resultar un tanto complejo comprender otras filosofías  diferentes a las de un@.
A mi me pasaba al principio, es cuestión de abrir la mente y de aceptar que cada persona tiene su visión por estos lares, y que a veces aunque se coincida con el mismo gusto, a la hora vivirlo en su forma y de sentirlo es totalmente diferente. 
Por eso hay tantas etiquetas, para que cada uno se identifique con la que mejor le defina. Y aún así sigue habiendo confusiones...

A mí muchas veces me han identificado como sumisa porque como me gusta recibir azotes lo relacionan con la sumisión directamente, que no digo que en parte puedan tener razón. Pero no! no soy sumisa!

El tema de las etiquetas o por lo menos para mí es que te identifiques y te etiquetes tú, osea un@ mism@ y no que te etiqueten los demás, me explico? 

Tengo amigas sumisas y algunas de ellas se sienten también masoquistas, aunque esto último es un dato que no suelen decir así de primeras, ni se etiquetan como tal por evitar algún mal trago cuando no conoce lo suficiente a la otra persona. 
Por otro lado también hay sumisas que no son masoquistas y que no les gusta nada el dolor de ningún tipo, he conocido con este perfil a sumisas y sumisos.
Y por haber, también están las personas que se consideren masoquistas y no se sientan sumisas.

A parte de estos perfiles nos podemos encontrar con otros diferentes, por ejemplo el mío, mujer spankee y a la vez ni sumisa ni masoquista. Que me guste que me pongan el culo rojo como un tomate maduro no es sinónimo de masoquismo. No me gusta el dar por dar, ni siento placer en exclusividad sólo por el dolor y entiendo que un masoquista sí. Digamos que el dolor así a palo seco no me pone nada, si me quitas los rituales que conllevan mis encuentros y me quedas sólo con los azotes te digo que no los quiero. 

Para mí ser sumisa es aquella persona que lo siente como una entrega total para quién llegue a ser su amo. Y cuando digo de entrega total me refiero en todo, están para servirle, ellas se sienten felices así. Les gusta recibir órdenes y les gusta obedecer. Luego cada caso es un mundo y cada una lo vivirá como quiera y/o pueda según sus preferencias y/o circunstancias.
Esta descripción no define mi forma de vivirlo para nada, no me siento identificada con la sumisión en este sentido. Ya lo comenté en otra entrada Spankee o sumisa, aún así, a ver si con ésta queda más claro.

Por otro lado entiendo que ser masoquista conlleva a sentir placer a través del dolor físico, emocional o mental. Digamos que les pone sufrir de alguna u otra forma. A mí sufrir así de entrada no me pone nada, tanto en mi vida sexual como en mi vida cotidiana con lo cual tampoco me considero masoquista.
Lo único en que me podría sentir identificada sería con lo mental, en el sentido que me pone que me regañen, que me adviertan de lo que me puede pasar si sigo con la misma actitud... Lo que sería entrar en modo juego y dentro de contexto con lo que supone también incluir los azotes. Obviamente forman parte de la escena y me gustan, por supuesto que me gustan!! Sino no tendría sentido definirme como spankee. Los quiero en mi vida, pero no por el hecho de disfrutar con ellos del dolor, no, eso no. Sino que soy consciente que forman parte de todo lo que conlleva un juego de spanking. 
Y yo me pregunto: ¿Y por ese detalle tan pequeño de reconocer que me pueda identificar con el masoquismo mental me convierte en una persona masoquista? Pues no, indiscutiblemente no! 

Si fuera sumisa y/o masoquista no tendría ningún problema en admitirlo, para qué negarlo no? Pero si no lo soy para que voy a decir que sí, jajaaa me parecería absurdo!!

Este post viene por aclarar un comentario que me hicieron en esta entrada Una Clase Básica de Spanking


martes, 17 de septiembre de 2019

Vainilla o Chocolate




Recuerdo que cuando decidí vivir en real mi gusto por las azotainas, reconozco que no sé porqué de repente sentí mucho rechazo a lo vainilla. Me duró un tiempo... poco, jajaa. Reflexionando me di cuenta que no podía renunciar a todo lo que para mí conlleva 'lo habitual', aparentemente lo vainilla se resume a las relaciones 'sexuales' pero yo lo amplío a lo que puede suponer llevar una vida cotidiana. Como ir al cine, al teatro, playa, pasear, hacer vida social y un largo etc. Además que compartir todos esos lugares pueden dar pie a juegos muy pero que muy interesantes... 

Para aquellos que no lo sepan, en el mundo bedesemero se suele denominar con el término vainilla a las personas que mantienen relaciones sexuales tradicionales.

Y por seguir con los sabores en la entrada de hoy, llamaremos chocolate al Spanking o al Bdsm, para distinguir un sabor de otro.

Palabras textuales del término ''vainilla'' según el wikipedia: 
[Sexo vainilla es el nombre que, dentro del argot de la subcultura BDSM, se aplica al llamado sexo convencional. Más en general, es el nombre que reciben las conductas sexuales que caen dentro del rango de normalidad para una dada cultura o subcultura, y se refiere generalmente a las conductas sexuales que no incluyen elementos de BDSM, parafilias, o fetichismo. El término se usa también en forma peyorativo, y en ese sentido indica sexo ''poco osado'' o ''aburrido''.]

Por un lado, mi forma de verlo es que cada un@ folla como considere oportuno haciendo el misionero o el pino puente, además me pregunto yo a quién coño le importará como folle el vecino? pues eso... que los términos despectivos conmigo no van.

También entiendo que haya personas que sólo quieran y prefieran vivir el mundo chocolatero en la cama o más bien en una mazmorra. Hay de todo, personas casadas que ya llevan una vida vainilla con su mujer o marido y sólo busquen el chocolate fuera de su casa. O personas que no tengan pareja ni compromisos de ningún tipo y aún así sólo busquen chocolatear con diferentes personas porque lo prefieran así. Las circunstancias y formas de vivirlo de cada uno es de cada cual. 

Conocí a una parejita casada y joven bedesemera que de vez en cuando alquilaban una mazmorra para llevar el juego también fuera de su casa, por cambiar de escenario. 

Es que somos tantos... y tan diferentes unos de otros...

Volviendo a lo vainilla, otro detalle por el cual también me identifico con ello es porque para mí el spanking es una cosa y follar es otra totalmente diferente. Llevando un orden se pueden dar las dos situaciones en un mismo contexto o no, según se tercie. Aún así separo lo uno de lo otro. De todas formas en el juego mi objetivo no es terminar follando, digamos que follar para mí pasaría a un segundo lugar, tiene su importancia por supuesto pero no es lo más importante para mí.

A parte, también, una  cosa es que me guste que me pongan el culo rojo como un tomate, que según las circunstancias y cómo se de puede dar lugar a un momento un tanto violento y otra cosa muy distinta es la forma que se de el folleteo. Porque al igual que no siempre juegas del mismo modo tampoco tienes porqué follar siempre igual. Entonces al darse o no las dos cosas a la vez y/o la forma de practicarlo me siento y me identifico con el mundo vainilla y con el mundo chocolatero. 

No tengo ni quiero porqué elegir lo uno o lo otro, me quedo directamente con los dos sabores!!




viernes, 13 de septiembre de 2019

Clase básica de spanking



Quizás tenía que haber empezado por esta entrada nada más comenzar con el blog aunque no lo vi necesario en su día, en estos momentos considero que sí. Para mí son básicos ciertos conceptos por mi condición de spankee, y por otro lado puedo entender que sino coincides con algunos de estos roles es probable que no sepas de lo que hablo. Sé que las personas que visitan mi blog están metidos en el mundo del spanking sino no entrarían y otros tantos por curiosidad puedan entrar, pues es principalmente para ellos más que nada, para que sepan distinguir un concepto de otro. 

Me canso un poco de la típica pregunta que me suelen hacer de si tengo amo y a estas alturas me lo siguen preguntando, hombres y de cualquier rango de edad, estas últimas veces rondan los 50 y un poco más...

Hace poco... en una conversación...
(después de intercambiar cuatro palabras...)
- Eres sumisa? 
- Soy spankee.
- Tienes algún amo que lo haga?

(Le tenía que haber preguntado el qué? jajaaa pero no), le dije:

- amo no! No soy sumisa, te referirás a spanker que es diferente.
- Se lo que es, hay gente que lo llama amo pero es más correcto como tú dices.

En otra conversación...
(lo mismo, después de hablar cuatro palabras)

- Tienes amo?
- No, no tengo amo, tampoco lo quiero. Soy spankee!!
- Te gusta dar?
- No! no soy spanker.
- Te gustan los azotes?
- mmm sí,  jajaaa 
- Yo también soy spanking

No sigo con la conversación porque me produce risa y es real como la vida misma. Y no son conversaciones aisladas, ojalá! son muchos los que confunden los conceptos y terminan encasillando prácticamente a todos, más o menos entre amos y sumisas. Por otro lado también es cierto que no tienes porqué saber las etiquetas que se relacionan con el spanking y tampoco tengo intención de dar cátedra ni mucho menos, y tampoco ir de chulita aunque sea de Madrid. 

Pues bien, la clase de hoy es muy fácil, son sólo cuatro conceptos básicos:


SPANKING: Azotaina, es el nombre de la práctica.

SPANKER: Persona hombre o mujer y es quién da los azotes  generalmente con la mano u otro instrumento en el culo de otra persona.

SPANKEE: Persona hombre o mujer y es quién recibe los azotes.

SPANKO: Persona que le gusta estar en ambos roles, le gusta dar y/o recibir azotes. (Sería como el rol de switch)


Personalmente yo suelo usar más el término switch que spanko porque switch a parte que es más conocido también es más generalizado. En cambio el término spanko es más específico y se refiere en relación al spanking.

Entiendo que haya personas que les gusten los azotes y aún así no usen estas etiquetas porque no se identifiquen del todo con estos roles. Porque igual que le gustan los azotes les puede gustar el protocolo, o que les escupan en la cara, las bofetadas, que les pongan pinzas en los pezones, que les pongan collar y cadena, la cera y un largo etc. de cosas que les puedan gustar además de los azotes. Se puede vivir dentro de una D/s, en SM o en cualquier otro estilo o filosofía de vida porque en mi caso en particular no entro ni dentro de la D/s ni en SM. Con lo cual encasillarse con estas etiquetas es raro y casi mejor, para no confundir al personal, yo lo agradezco la verdad. Además prácticamente en una conversación de dos minutos lo sabes rápido. 

¿Quién se etiqueta con estos nombres? Las personas que les gustan en exclusividad los azotes, por lo menos yo lo entiendo así. Y personas que he conocido hasta ahora en ambos lados más de lo mismo.
Por un lado también tengo que decir que en algunos países de Latinoamérica, he visto que se etiquetan como spanker y a la vez lo relacionan y lo viven en una D/s y utilizan la etiqueta también de amo refiriéndose al spanker. 

Por otra parte pienso que somos pocos los amantes de los azotes y a veces puedo entender la visibilidad del spanking y sus términos para que la gente al menos los que están dentro del Bdsm sepan diferenciar unos conceptos de otros. Por ejemplo dentro de los términos BDSM en Wikipedia no aparecen los conceptos como spanker, spankee ni spanko. Lo he intentado modificar porque se supone que es un diccionario de libre uso y después de cuatro intentos lo he dejado por imposible. Y el concepto de spanking lo traducen por azotes eróticos, a ver... los azotes eróticos entrarían dentro de una de las modalidades de las azotainas pero el spanking no se puede traducir por azotes eróticos, el spanking, palabra inglesa y su traducción al español es azotaina, sin más. 

Con todo esto quiero decir que es mejor no mezclar churras con merinas, cuando me preguntan que si tengo amo, yo me pregunto, que pintaría yo con un amo? Pues exactamente lo mismo que un amo conmigo, nada!! jajaaa La única excepción que se podría dar sería porque el amo en cuestión tuviera un alma spanker y por error se hubiera equivocado al identificarse. O que aún identificándose como amo nuestros gustos y forma de vivirlo se dieran la mano y encajáramos como tal. Porque al final como dije en otra entrada, lo que impera es la persona y no el rol.


Si es la primera entrada que lees de mi blog y tienes interés por saber te invito a que leas Las 5 diferencias en el Spanking que se dan dentro del Bdsm en los roles Dom/sum y en el spanking entre Spanker/spankee, que considero que está relacionado con esta entrada.

martes, 10 de septiembre de 2019

Las normas se cumplen sí o sí (Relato)



Autora: Cloe 


Esa semana él había estado fuera por tema de trabajo y yo había aprovechado esos días para coger su coche e ir con las amigas a  playas y calas cercanas. Prácticamente aprovechamos los últimos días de verano para ir a esos lugares dónde la gente de fuera no conoce y a parte no es fácil llegar. Eso sí, una vez que estás es una pasada la belleza que respiras, un verdadero goce para los sentidos, calas solitarias, limpias, arena fina y blanca, agua cristalina… aunque el camino de acceso sea de cabras, arena y polvo el esfuerzo lo merece.
Aprovechamos para hacer nudismo, siempre digo que una de las cosas mejores que hay en esta vida es estar desnuda siempre que se pueda.

Cuando volvimos después de la puesta de sol, aprovechamos para tomarnos algo en una terracita y después cada una siguió su camino.

Cual fue mi sorpresa nada más entrar en casa. 
Estaba mi chico!!!! Fui corriendo hacia el para abrazarle y comerle a besos, eso se me da muy bien jejee y sé que a él le encanta.

-        Pero si es Jueves! No volvías el sábado?
-     Al final hemos terminado antes y justo ahora acababa de entrar por la puerta

Nos pusimos al día de nuestras cosas, cenamos y nos fuimos a la cama, a seguir dándonos abrazos y mimos que era lo que más queríamos en ese momento.

A la mañana siguiente después de desayunar dijimos de ir hacer algo de compra porque estaba la nevera vacía.
Bajó él primero al aparcamiento mientras yo terminaba de arreglarme, a los cinco minutos volvió a entrar por la puerta de casa con cara de poco amigos.

-         Que has estado estos días en el París-Dakar?
-         Jajaaa y eso? Por qué lo dices?
-         Que porqué lo digo? Está el coche que no se puede ni subir.
-         Que exagerado eres
-       Exagerado nada, está lleno de polvo, tierra por fuera y por dentro, que habéis dejado la playa sin arena o qué? Parece que se te ha olvidado una de nuestras normas?
-     Tenía pensado lavarlo antes de que vinieras, pero te has adelantado ¿sabes? Se supone que venías mañana
-       Eso no es excusa, si coges mi coche lo tienes que dejar como está, si tienes tiempo para aprovechar hasta el último minuto en la playa o de tomarte algo con tus amigas, también lo tienes para pasarte por la gasolinera, aspirarlo y limpiarlo.

La verdad es que tenía razón, no lo voy a negar, pero dársela? Ni loca, lo que me faltaba! Era cierto que por un lado era muy puntilloso con la limpieza en general y de su coche pues más todavía. Ya nos había tocado discutir en alguna ocasión por el mismo tema y al final una de las normas que acordamos en nuestra relación era esa. Cada vez que coja su coche lo tenía que dejar como lo encontraba, pero en esta ocasión no lo hice.

-         Lo limpio mañana, ahora vamos a comprar
-         No! Lo limpias ahora, que yo te vea y luego vamos a comprar
-       Ahora no me apetece nada, lo hago mañana, un día arriba o abajo da igual
-         NO! No da igual
-         Te he dicho que ahora no lo voy a limpiar y PUNTO!

Me echó una mirada fulminante de te la acabas de ganar y fue directo a por mí, yo justo acaba de salir de la ducha y sólo llevaba una toalla. Directamente me cogió de la cintura por detrás, me subió la toalla y…
Plasss plasss plasss plasss
El escozor y picor hicieron acto de presencia en mi culo desde el primer azote. No estuvo mucho rato, aunque para mí se me hicieron eternos, cuando terminó el culo me ardía.

-    Vístete! Nos vamos a que limpies el coche y a comprar, y a la vuelta hablaremos y repasaremos la norma que te has saltado por tu cara bonita.

Yo no dije nada… sólo me vestí y nos fuimos a lavar el coche. No tenía ganas ninguna pero no me quedaba otra opción. De camino apenas hablamos, le noté muy serio… y preferí no liarla más porque ya me la había ganado y sin buscarlo.

Al llegar al limpiacoches, salimos los dos, mi culo me seguía doliendo… yo llevaba puesto un pantalón cortito vaquero color azul y una camiseta de tirantes color blanco y unas chanclas negras.
Él se quedó apartado en una sombra, aunque no me quitaba ojo, primero le dí un buen manguerazo, la verdad es que estaba hecho una pena. Lo lavé bien, y luego le pasé el aspirador, sin duda es lo que más odio, pero había mucha arena… y como para no hacerlo. Creo que si le hubiera dicho que no lo aspiraba me hubiera seguido dando azotes allí delante de todo el mundo y por él sin ningún problema. Preferí no tentar a mi suerte.

Después de hacer la compra nos fuimos a casa, colocamos todo, y nada más hacerlo me dijo muy serio:

-         Ven aquí!

Se estaba terminando de sentar en el sofá y me acerqué con cierta incertidumbre y algo de nervios, cuando llegué a su altura me paré, justo delante de él. Nos miramos a los ojos y se puso a hablar y a echarme la charla…

-       Veo que pronto te olvidas de las normas que acordamos y no hace mucho que las concretamos para que se te olviden tan rápido. Pues bien, no me das otra opción. Parece que lo tuyo es aprender a base de azotes

Me desabrochó el botón del pantalón, lo bajó a la altura de mis rodillas, hizo lo mismo con mis bragas y me tumbó en sus rodillas. La verdad, es que después de los azotes que me había llevado antes de salir de casa preferí no protestar, me los iba a llevar igual así que me tocó poner el culo sin quejarme.

Siguió con su charlita de mi comportamiento infantil (según él) y bla bla bla… sus charlas me molestaban tanto o más que los azotes. Me hacían sentirme como una niña pequeña y encima no me quedaba otra que asumirlo y aceptar la azotaina y la charla. Por su forma de actuar denotaba que iba a ser de las largas…

Estuve recibiendo azotes calmados, espaciados, con intensidad moderada y repartidos por todas las zonas. De vez en cuando paraba, acariciaba y volvía con el mismo ritual. Azotes en ambos lados por todas las zonas y para terminar la tanda, me daba en la parte baja de los dos glúteos justo en la altura del ano. Pasaron unos 20-25 minutos y me dijo que me levantara y que fuera a mi mesa. 
En el salón tenemos una mesa que era mi escritorio dónde además de usarlo yo a título personal él a veces lo usaba como medio para castigarme.

En esta ocasión me hizo sentarme con el culo al aire que por cierto noté los primeros síntomas de escozor al rozar con la silla, para que escribiera 100 veces.
''Cada vez que coja el coche lo tengo que dejar igual de limpio que lo encuentro. Las normas se cumplen sí o sí''.

Me pareció súper exagerado y demasiado larga, y lo primero que sentí fue una rabia que salía de mis entrañas…

Una vez que terminé me hizo ponerme de pie enfrente del escritorio, sacando el culo y me hizo leer la frase en voz alta y cuando terminé me dio un azote con una paleta que teníamos de madera que aunque no tenía mucho grosor, era más bien fina, aún así picaba. Lo peor fue cuando dijo: otra vez, la volví a decir en voz alta y me cayó otro azote, otra vez… y otro azote…

Me sentía humillada y cabreada en ese momento, y lo malo es que me tocaba estar ahí y recibir cada uno después de decir la dichosa frase de los cojones.
Por momentos me empezaron a entrar ganas de llorar, llanto de rabia y de impotencia de no poder hacer nada, me tocaba en ese momento simplemente acatar.

Cuando llevaba más o menos la mitad de las frases dichas, y me tocaba repetirla otra vez no pude evitar decirla con la voz entrecortada y saliendo de mi boca un llanto.

Acabó de darme el azote correspondiente y me acarició el culo y la espalda mientras yo seguía llorando… Cuando me calmé, me hizo continuar con las frases… Me pareció un verdadero Cabrón aunque por otro lado entiendo que el llanto desapareció, aunque mi enfado seguía.

Después de finalizar cada una de las  frases me dijo que fuera a mi rincón. No sé el tiempo que pasé allí pero lo agradecí porque aunque no me gusta estar ahí expuesta con el culo rojo y él mirando, para mí fue un momento de descanso que necesitaba.

Me hizo volver a dónde estaba él, sentado en el sofá y yo me acerqué con el pantalón y las bragas por la altura de las rodillas. Fui con cara de medio enfadada, medio aceptación y eso sí siempre digna con la cabeza bien alta.

Me dijo que no había terminado todavía, y estando de frente a él me tocó con sus dedos la vulva para comprobar el estado de mi excitación y me dijo: No sé si contigo van a funcionar estos castigos, no te pongo el culo rojo como un tomate para que te excites sino para que aprendas. Acto seguido me hizo darme la vuelta estando así de pie, para ver y tocar el estado de mi trasero en ese momento y para terminar diciéndome que todavía mi culo le pedía más azotes.

Me volvió a tumbar en sus rodillas, y continuó la azotaina con la mano y con la misma intensidad de cómo empezó, moderada y medio intensa. Todo y para que fuera capaz de aguantar de principio a fin, sintiendo cada azote y el quemazón de cada uno de ellos mientras transcurría la azotaina. Vamos que estaba hecho a conciencia.

Por momentos en esa última tanda comprobé que mi enfado y rabia se iba disipando poco a poco, tampoco me entraron ganas de llorar, simplemente me dispuse a sentir cada azote sin más. Viviendo el momento presente y sin dejar que ningún pensamiento se apoderara de mí en ese momento. Sólo me dejé… fluí con cada cachete, con cada caricia…

Sólo se escuchaba mi respiración y el sonido de cada azote, paró un momento para volver comprobar el estado de mi agitación. Y me empezó  acariciar y tocar mi vulva hasta llegar a mi clítoris... sentía el escozor de mi culo y el placer de mi entrepierna y llegado un momento no pude más y sin querer estallé en un orgasmo…. Un orgasmo brutal entre azotes y caricias…
Me dejó reposar unos instantes mientras mi respiración volvía a su normalidad... 

Después se acercó a mi oído y me dijo: La próxima vez lavarás el coche después de irte de aventura con tus amigas? Giré mi cabeza, nos miramos, y con cierto rubor en mis mejillas y una media sonrisa le dije: sí, lavaré el coche la próxima vez…  

Tengo que reconocer que para mí fue una sorpresa el pasar de la rabia al llanto para terminar en una especie de catarsis entre azotes y caricias….


Me dio la vuelta, nos abrazamos, me siguió acariciando el culo, nos besamos y… bueno… una cosa llevó a la otra… y… terminamos desnudos y cabalgando en el sofá de casa.


viernes, 6 de septiembre de 2019

¿Que es para mí el Spanking?



Justo ayer, en una conversación que mantuve con alguien me hizo esta pregunta: ¿Qué es para ti el spanking?  Me resultó difícil de contestar así de primeras porque podría decir tantas cosas de lo que es para mi y lo que me gusta del Spanking... 

Lo primero que le dije fue que me gusta vivirlo con alguien afín en todos los sentidos y sentirlo desde la parte emocional y que no me gustaba ese dar por dar o ese recibir por recibir.

Para mí el Spanking supone en mi vida una parcela muy importante, creo que no podría mantener una relación de pareja si a él no le gustara tanto el spanking como a mí y/o que no coincidiéramos en el cómo.
Hay muchas maneras de vivirlo y no siempre se coincide en la forma.
Justo hoy leía algo así, ''Ni todos los Dominantes son para todas las sumisas ni todas las sumisas son para todos los Dominantes'' pues eso, aunque en este caso en la versión Spanker/ee.

El spanking para mí supone nutrir a la parte más pequeña que habita en mi  interior. Por mucho que cumplamos años hay algo que permanece innato que es la sensación de la niñez (o por lo menos a mí me pasa), alegría por vivir la vida y aprovecharla sacando la mejor versión (o la peor... depende... jijii).  No habéis leído o escuchado alguna vez que cuando una pareja con una edad avanzada se enamoran,  se sienten como si tuvieran 15 años?  Pues para mí este ejemplo es parecido a como me siento cuando comparto mi gusto con alguien afín. No paso de los 15 jajaaa.

Es mantener esa chispa de vitalidad siempre encendida, esas ganas de vivir que sólo la tienes si nutres y das vida a esa parte. Y no me estoy refiriendo que cualquier persona para sentirse viva y alegre tiene que vivir el spanking. No! No quiero decir eso. Sino a nutrir las ganas de sentirse viv@ tengas el gusto que tengas, por muchas obligaciones que se tengan en el día a día, hay que dejar espacio y graaaaande para jugar. 
Por otro lado también es cierto que somos pocos los que compartimos en nuestra vida esta peculiaridad del gusto por los azotes. Aún así no importa, hay que seguir alimentándola siempre. 

La persona que disfruta de verdad en mi vida es la mujer que soy sacando a su vez a la parte más pequeña que hay en mi ser. Mi parte little y sentir que a él le gusta ser Daddy. Me gusta saber que a ambos nos gusta lo mismo. 

Pues eso, para mí el spanking es sacar mi parte más pequeña, vulnerable, con mis cosas buenas y no tan buenas. 
Es dejar a un lado los quehaceres del día a día para estar junto a mi spanker y compartir momentos íntimos-emocionales y afectivos. Cargados de regañinas, muchos azotes, forcejeos, momentos de rincón, más regañinas, con más azotes, más forcejeos, más rincón, y más regañinas, más azotes... y así... jajajaaa 


Es olvidarte de las preocupaciones, quebraderos de cabeza, dejar de pensar, sin importar el día que es (un lunes puede ser maravilloso), ni la hora. Es vivir el momento presente en su máximo esplendor con todas las emociones incluidas. Para mí es como una especie de meditación, salir de la mente, ceder el control y vivir ese momento con una y total atención plena. 

Es dejar volar nuestra imaginación para iniciar un juego espontáneo, así sin más. Es sentir las mariposas en el estómago cada vez que me mira serio y me advierte de lo que puede pasar si sigo por ahí... 
O saber que tenemos una conversación pendiente con algo por resolver y no saber cuando será ese momento. Ni sé que me va a decir exactamente, ni sé como va a ser... la incertidumbre me corroe por las venas inflamando mi vulva y sintiéndome chiquitita y un poco avergonzada sabiendo que me va a tratar como a una niña y que antes o después mi culo pasará por su regazo para cambiarlo de color mientras percibo la excitación precipitándose por mi cuerpo y mis bragas...

Esto entre otras muchas cosas más es para mí el spanking...

martes, 3 de septiembre de 2019

Las dudas en el Spanking (Relato) (Tomo II - 2ª parte)


Autor: Santiago


Me presenté de nuevo en el salón, ahí seguía, cabezona como ella sola sabe ser. Me acerqué y susurré al oído.
- Has reflexionado y cambiado de opinión?
- Nooooo, parece que no te ha quedado claro - Me chilló -
- Pues nada, tu lo has querido, tendré que ayudarte a cambiar de parecer.

Tomé distancia y sin avisar, ni ella percibirlo la solté un azote por sorpresa con la caña.
- AAAAAGGGGHHHH

El grito agónico inundó la habitación y sus manos fueron en busca del alivio, con la punta de la caña golpee suavemente sus manos para que volvieran sobre su cabeza, lo hizo, temblorosa y aleteando los pies, la volví a inquirir en la pregunta.

- Me vas a dar el cepillo?
- Noooooo - toda digna y obstinada -

Zasssssssss 
AAAAGGGGGGHHHH

Segundo impacto de la caña sobre su ya maltrecho trasero.
De nuevo el mismo ritual de abandonar su postura y atenazar sus glúteos con las manos y colocárselas en su cabeza. Gimoteaba y la costaba mantener la postura erguida sobre sus rodillas que empezaban a notar el cansancio. Al estirar su cuerpo, su ya muy marcado trasero dejaba apreciar con toda nitidez las dos finas líneas que atravesaba de lado a lado su culo en transversal, toda una sinfonía para la vista de cualquier spanker que se precie.

- Te lo vuelvo a preguntar, Me das el cepillo?
Ya no tenía fuerzas para replicarme más, aun así no contestó, pero inclinó el cuerpo y sus manos buscaban el cepillo, con ese gesto lo que consiguió fue sacar y exponer aún más su trasero por lo que en un acto reflejo estampé por tercera vez la caña en su culo.

Zassssssssss...... AAAAGGGGGHHHHHH
Su grito fue acompañado por el estallido de sus lágrimas y todos los improperios que acertó a articular.

- Te lo iba a dar pedazo de Cabrón!!

Extendí la mano para que lo depositara, cosa que con gran coraje y tragándose todo su orgullo hizo. Tomándola del brazo la ayudé a levantarse y sin mediar más la llevé junto a la silla que ocupé y del tirón cayó de bruces sobre ellas.

A esas alturas mi erección alcanzaba cuotas escandalosas (y ya muy dolorosa para mi) me encargué de asegurar su cuerpo en mi regazo y que fuera consciente de ella. Tras pasar un brazo por su cadera la empujaba y apretaba contra mí. El cepillo no se hizo de rogar y comencé a azotar su culo.

- Esta azotaina la vas a recordar por mucho tiempo. Plasss
- Te amo con toda la fuerza de mi corazón. Plasss
- Pero voy a hacer de ti una chica obediente. Plasss
- y educada. Plassss
- Lo del viernes pasado no tiene perdón. Plasss
- Te he deseado todos los días de esta eterna semana. Plasss
- Hoy te voy a follar por todos los días que me ignoraste. Plassss
- Y te follaré quieras o no. Plassss
- Así que será mejor que quieras. Plasssss
- No volverás a dejarme. Plasss
- pasmado con cara de tonto. Plassss
- La próxima vez que tu instinto. Plasssss
- Te lleve a sacar otra peineta. Plassss
- Te lo pensarás dos veces. Plassss
- Y ahora. Plasss
- Aunque esto me duele más a mí que a ti. Plassss
- Vas a recibir. Plasss
- Hasta el último de los 30 azotes. Plasss
- Que te prometí. Plassss
- Ni uno más. Plasss
- Ni uno menos. Plasss
- Y todo esto sabes porqué? Plassss
- Porque te quiero con todo mi ser. Plassss
- Te deseo como un colegial. Plassss
- Y ya no concibo la vida. Plasss
- Sin estar a tu lado. Plassss
- Porque un día tu prometiste. Plasss
- Y te lo voy a volver a recordar. Plasss
- Que serías mía. Plasss
- Y sólo mía. Plassss

Así terminé de cumplir al pie de la letra el castigo prometido. La dí la vuelta y senté sobre mi tomándola en brazos me levanté de la silla y caminé con ella hasta la habitación. La deposité con sumo cuidado sobre la cama y terminé de quitarle el vestido. Ella estaba completamente exhausta. Su rostro empañado en lágrimas. La tumbé boca abajo sobre la cama y me apresuré a buscar la crema reparadora que usamos cuando la zurra era severa y doy fe que aquella fue una de las más severas que jamás había tomado ella y yo infringido.

Me desnudé por completo yo también y empecé a extender la crema por su amoratado culo obsequiándola con un masaje reparador en un sepulcral silencio. Sólo interrumpido por el sonido del reloj del cuco que indicaban que eran las 4 de la madrugada.

El roce de mis manos por su culo y la visión de las marcas producidas por la azotaina, estaban consiguiendo un dolor insufrible en mis testículos y la punta de mi polla brillaba fruto del líquido preseminal.

Dejé el masaje, me puse de pie y tiré de sus caderas para dejarla expuesta a la típica postura del perrito. Pasé mis dedos por su vulva para comprobar que ella estaba tan cachonda como yo. Acerqué la punta de mi polla a la entrada de su húmeda gruta pero antes de penetrarla quería escucharle decir.

 Y ahora voy a follarte, pero antes para acabar tu castigo me lo vas a pedir.

No sé de donde sacó las fuerzas, pues hasta ese momento parecía una muñeca en mis manos.

- Fóllame pedazo de Cabrón!!!!

Ella misma se acercó a mi y se clavó toda mi polla hasta lo más profundo de sí. No aguanté más de 8-10 envestidas y me corrí dentro de ella, como no recuerdo haberlo hecho nunca.

Desde ese día desaparecieron todas las dudas que en ocasiones me invadían con el spanking. Yo necesito calentarle su culo que me vuelve loco de vez en cuando. (más de vez que en cuando). Y ella necesita que se lo caliente para recordala que nunca será todo lo obediente que yo la pido porque nació spankee y su misión en la vida es ser rebelde y llevarme la contraria.