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martes, 31 de diciembre de 2019

Nochevieja (Relato)

 




Autora: Cloe


Al final la semana después de nochebuena estuvimos sin poder vernos entre unas cosas y otras, trabajo, compromisos... pero sí que hablamos y estuvimos mirando un lugar para desaparecer unos días. Nos cogimos los dos el 30 para empalmar con el 31 y regresar el 1. Estuvimos barajando destino y decidimos no irnos muy lejos porque al final tampoco eran tantos días, sí que después de mirar y curiosear optamos por una oferta que vimos en el último momento en Lisboa. Yo no lo conocía así que me hacía especialmente ilusión ir, además soy de las que procura viajar cada año y en la medida de mis posibilidades a un lugar donde no he estado antes, así que Lisboa era el destino ideal.

Me encanta sentir la sensación de viajar, salir de Madrid es algo que necesito cada poco tiempo. Lo que me da más pereza es tener que hacer la maleta, buffff pero bueno, eran pocos días y pensaba llevarme lo justo, eso es algo que he aprendido con los años...  
Y lo mejor de viajar para mí sin duda alguna es la compañía y el poder compartir todos los momentos del día con él, me resulta tremendamente excitante... cada día puede dar mucho de sí y la incertidumbre es algo que me vuelve loca, el no saber lo va a pasar... 

Nada más llegar al hotel fue ya una maravilla,  la habitación era muy acogedora amplia, cama grande, con una mecedora en una esquina (cuando la ví no supe que pensar... una mecedora en la habitación de un hotel??).
Un escritorio con una silla, una tele, neverita, una terracita súper chula donde se veía la ciudad iluminada por las luces...
Una verdadera pasada!!!
El baño muy espacioso, con una ducha amplia donde cabíamos los dos! y todo muy nuevo y limpio. No sé que tienen los baños pero a mí personalmente me llaman la atención, además de dar mucho juego...
Nada más llegar dejé mi maleta a un lado, mientras él colocaba su ropa en el armario... me acerqué por detrás y le agarré de la cintura mientras le besaba la espalda y le dije con voz melosa:
  • Uhmmm podíamos darnos una ducha calentita... 
  • Primero habrá que deshacer la maleta, no crees? y tú deberías hacer lo mismo...
  • - Me aparté mientras le decía - que cabeza tan cuadriculada tienes!!! Yo no pienso tocar mi maleta, y basta que me lo digas para que la deje como está con más motivo!
  • Y tu vestido para el 31? No se te va a arrugar? Por cierto cual te has traido?
  • No pienso contestar a eso y no te lo pienso enseñar, te aguantas! y si se arruga que se arrugue... luego me lo planchas tú y listo!
No dijo nada, sólo se medio rió... continuó con sus cosas mientras yo trasteaba por la habitación...

Cuando terminó me miró mientras yo me mecía tranquilamente en la mecedora era enormeeee entraban dos culos como el mío.  

Se acercó a mí despacio y yo le miraba con ojos de... a donde crees vas...
Cuando llegó a mi altura me extendió su mano, ven! vamos! y yo le dije: A dónde?
  • A dónde va a ser? No querías que nos diéramos una ducha?
  • Pero eso era antes... mientras fruncía el entrecejo y le daba mi mano para levantarme.
  • Las cosas no van a ser siempre cuando tu digas... - mientras caminábamos al cuarto de baño, él un pasito por delante de mí -
  • Ya... lo sé y me fastidia un poco no te creas. - con voz aniñada -
  • Sí, lo sé pero forma parte de, ya lo sabes!
Una vez dentro del baño, fue directo a abrir el grifo para que saliera el agua caliente... se acercó a mí y me fue quitando la ropa muy despacio mientras me decía al oído:
  • Mi pequeña y protestona renacuaja...
De mi boca sólo salió un quejido entremezclado entre peque y grande, entre refunfuño infantil y placer de mi parte más adulta... y pensé lo fácil que era para mí pasar de niña a mujer en un segundo.

Mientras me iba quitando la ropa sentía pequeños escalofríos por el cuerpo, nos mirábamos y nos decíamos de todo sin hablar...
Después se empezó a quitar su ropa y yo le ayudé, también eso me encanta...

Nos metimos juntos en la ducha, debajo del mismo chorro, era enorme y entrábamos los dos, me embadurnó de gel por todo el cuerpo, me lavó la cabeza... luego le lavé yo a él, despacio y recreándome en cada parte de su cuerpo, me gustaba todo tal cual es.  Y cuando nos quisimos dar cuenta estábamos comiéndonos la boca... una cosa llevó a otra y terminamos haciendo el amor... como a él le gusta llamarlo.

Tenía tantas ganas de estar así, sintiéndole dentro de mí...

Cuando terminamos, me dijo que él salía primero y que yo saliera cuando me avisara, así que me quedé con el chorro de agua caliente cayendo sobre mi cabeza, mientras flotaba...
salió y se secó, se puso la toalla por la cintura y me dijo que saliera ya. 

Salí y me secó, me puso una toalla tapándome todo el cuerpo, mientras me secaba con otra la cabeza, me peinó y me secó el pelo, que me cuide también en ese sentido me fascina.

Me puso el pijama, me abrió la cama y me dijo: A la cama! que ya es hora, obedecí porque entre la ducha, la descarga y que me secara el pelo hizo que me bajara el ritmo y se me cerraban los ojos solos. Me metí, me tapó y me dió un beso de buenas noches mientras me susurró al oído con voz entremezclada entre serio y serenidad: por cierto, mañana hablamos!!!
De repente se me revolvieron las tripillas y sentí una ligera humedad en la entre pierna...

Al día siguiente fue como si nada, nos levantamos para desayunar y visitar la ciudad, aprovechamos para comer por allí y terminamos en el mirador del Jardim do Torel, situado en un parque escondido donde se respira una gran paz y alejados del bullicio de la ciudad. Nos sentamos en un banco contemplando las vistas cuando me dijo: 

  • Bueno, qué? No tienes nada que decirme?
  • - tardé unos segundos en contestar mientras sentí un poco de rubor en mis mejillas - ... que yo sepa no.
  • Ahhh no? Pues mientras contemplas este paisaje, ve pensando... y de vuelta al hotel también... piensa!

No respondí, me limité a sentir mi respiración y mi pulso... que se aceleró sin querer...
De vuelta al hotel no supe que decir, caminábamos cogidos de la mano entre silencios y conversaciones que iba sacando él sin tener nada que ver con la amenaza que me acababa de hacer unos minutos antes.

Según nos íbamos acercando reconozco que me iba poniendo cada vez más nerviosa sin que él lo notase, pero no podía evitarlo, el no saber a qué se estaba refiriendo me hacía sentir acorralada...

Una vez en el hotel, cogimos el ascensor, saludamos a otros huéspedes que también lo iban a coger... al llegar a nuestra planta se abrieron las puertas y sólo salimos nosotros, dijimos hasta luego mientras me dejaba paso para que saliera delante de él mientras me dió un ligero cachete en el culo. De repente sentí una mezcla entre pudor y morbo.

Una vez llegamos a la habitación, fui directa al cuarto de baño hacer un pis mientras él se quitaba los zapatos... 
Al salir del baño le vi sentado al pie de la cama y me miró mientras me hacía un gesto con su dedo índice para que me acercara.
Fui despacio con cara de sorpresa por ver que era lo que me quería contar...

  • Ya sabes a qué me estaba refiriendo antes?
  • Pues no... mientras movía ligeramente la cabeza de lado a lado 
  • - cogió un sobre que tenía detrás de él y lo abrió - y leyó en voz alta, desde el centro cultural San Juan Bautista le informamos que lleva tres faltas de asistencia a las clases de yoga y a la quinta tendremos que darle de baja ya que tenemos lista de espera de personas apuntadas en su horario. Sin otro particular, atentamente... Qué pasa? Que pagas las clases para luego no ir? 
  • Has abierto una carta que no iba a tu nombre?
  • - mientras levantaba una sola ceja y arrugaba su boca - me dijo: no cambies de tema y sí, he abierto una carta que iba a tu nombre, algún problema?
  • Pues sí, que era mía y no tenías porqué abrirla.
  • Te vas a poner encima chula?
  • Pues sí, pasa algo? - a veces mi boca me pierde... -
Tiró de mi brazo y me puso directamente en sus rodillas, y sin mediar palabra me empezó a dar con toda su mano abierta y con ganas... en apenas 5 minutos mi cuerpo empezó a quejarse... y mi voz también... 
paró de repente, y me ayudó a levantarme. Ligeramente aproveché para frotarme el culo con mis propias manos mientras él seguía mirándome.
  • Qué? Se te han bajado un poco los humos?
No dije nada, sólo le miré cabizbaja...
  • Pagas las clases de yoga para no ir? Te parece bonito?
  • Ya... es que... entre unas cosas y otras no he podido  ir esos días...
  • Y que son esas cosas que tenias que hacer para no poder ir?
  • mmm pues cosas...
  • Bien! Desabróchate el botón y bájate los pantalones!!!
Me volví a ruborizar, si es que en algún momento dejé de hacerlo...
  • Es para hoy!!! Vamos!!!
Preferí obedecer porque ya estaba metida en un berenjenal y no tenía escapatoria, aún así me bajé los pantalones a regañadientes y me dejé las braguitas puestas.

Dándose unos golpecitos en su regazo mientras me miraba a los ojos me indicaba que me pusiera sobre sus rodillas. Muy a mi pesar no me quedó más remedio que hacerlo, sino sería peor para mi culo...

Mientras me tumbaba yo sola él miraba con detalle todos mis movimientos... una vez colocada, bajó más mis pantalones dejándolos por las rodillas y mientras me acariciaba con sus manos la rojez que ya me había dejado minutos antes me echaba la charla de la importancia de la responsabilidad.

Y cuando menos me lo esperé... zas! me cayó el primer azote, después el segundo seguido del tercero... eran intensos pero soportables, con los primeros no protesté, ni abrí la boca para nada, sólo los contaba mentalmente, respiraba y sentía... 

Poco a poco fue aumentando paulatinamente el ritmo aunque la intensidad de momento la mantenía. Al ir in crescendo hizo que me perdiera en el número cuarenta y tantos... intenté centrarme más en mi respiración para poder transitar el dolor que poco a poco iba sintiendo, aunque quedó en el intento porque mi cuerpo empezó a moverse y a patalear y claro está lo acompañé con quejidos que salían de mi boca.

Paró! apoyó su mano en mi culo para sentir el calor que ya desprendía y muy lentamente me bajó mis braguitas...
Sentí vergüenza según me las bajaba y a la vez alivio por las caricias que me estaba dando en ese momento aunque me duraron poco porque como siempre me suele pasar, sin previo aviso volvió a azotarme el culo pero esta vez eran más intensos aunque el ritmo lo bajó un pelín. Aún así al poco tiempo volví a retorcerme lo que podía porque me agarró más fuerte de la cintura para que dejara de moverme.

Al poco tiempo me mandó al rincón... 

Cuando pasaron cinco minutos me pidió el cepillo, me dí la vuelta para mirarle con los ojos bien abiertos.

  • Habrás traído el cepillo como te dije verdad?
  • Pues sí, lo he traído pero no creo que sea para tanto.
  • Eso lo decido yo si es para tanto o no. Cógelo y me lo traes!
Fui a por mi maleta, sin prisa y sin ganas por llevarle el cepillo aunque tampoco podía disimular mucho porque no apartaba la vista de mi. 

Cuando cogí el cepillo se lo llevé me puse delante de él. Extendió su mano y no me quedó más remedio que dárselo, cuando lo cogió se dió unas palmaditas con el cepillo en la otra mano, me miró y me dijo:
  • Cuando te comprometes con algo te comprometes con todas sus consecuencias, no vale ir hoy a clase y mañana no. Además todavía no me has dicho esas 'cosas' tan importantes que tenías que hacer para no ir.
Le miré frunciendo mis morros como diciendo, no me preguntes que no quiero contestar...
  • No dices nada? 
  • mmm no... 
Con su brazo tiró de mi para colocarme en esta ocasión sobre una sola de sus rodillas, sabe que el cepillo me duele y de esta manera puede inmovilizarme con su otra pierna libre.
Como ya tenía el culo bastante rojo y calentito los primero azotes con el cepillo no me dolieron mucho y lo pude llevar bien. A medida que los fue repartiendo en un lado y en el otro me acariciaba para aliviar, así puedo aguantarlos mejor y el castigo dura más...

Llegó un momento en que ya no podía más y eso fue cuando aumentó un poco el ritmo y ya no había caricias, sólo azotes...

Cuando dije:
  • Yaaaaa valeeeee te lo diré!
  • A ver, soy todo oídos!
  • Prométeme que no te vas a enfadar!
  • Enfadarme más de lo que estoy te aseguro que no.
  • Es que... uno de los días me llamó mi amiga Mónica que hacía muchísimo que no la veía y prefería quedar con ella. Otro día me quedé después de currar con unas compañeras tomando unas cañas y cuando me quise dar cuenta ya se me hizo tarde... y otro día, simplemente me dió pereza y no fui.
  • Bien! y te parece bonito? Primero que me lo tengas que contar  a base de azotes y segundo que dejes de ir a tus clases de yoga por esos motivos? 
  • mmm Lo siento... No volveré a faltar... 
  • Eso espero!! Para zanjar el asunto por hoy, vas a contar 20 azotes, y que te escuche bien! Estamos?
De mi boca salió un sí entre cortado, seguido de:
  •  auuuuhhh uno, auhhhh dos... 
Los últimos 20 fueron más fuertes de lo que yo esperaba y me costó recuperarme entre azote y azote. Aunque no tuvo prisa por dármelos, incluso el ritmo lo bajó considerablemente, sólo y por el hecho de que pudiera terminar con el castigo.

Después nos sentamos en la mecedora, y estando encima de él acurrucada me llenó de mimos y caricias mientras me recalcaba que ni se me ocurriera volver a faltar a mis clases. 
En ese momento y con el culo rojo y ardiendo por supuesto le dije que no lo volvería hacer...
Nos abrazamos y nos besamos y entre el vaivén y vaivén nos quedamos fritos un rato... Nos despertamos justo para darnos una ducha. Me duché yo primero y cuando entró él, aproveché para ponerme mi vestido rojo, intacto y sin una arruga, había aprovechado para colgarlo de una percha sin que estuviera delante, si hay algo que no soporto es tener que darle la razón... que malo es el orgullo... 

Cuando salió y me vió mientras me daba un poquito de colorete en las mejillas me dijo:

  • Uhmmm Estás preciosaaa, te queda genial ese vestido!
  • - Con una sonrisa le di las gracias y le dije: Lo he traído porque sé que te gusta! Y que sepas que me lo he puesto para ti.
  • Uhmmm - se acercó y me besó los labios - Pues has acertado y me encanta el detalle!  

Era la última noche del año... Que emoción!!!!!

Mientras caminábamos hacia la puerta no pude evitar rascarme el culo...

  • Qué? Te pica?
  • mmm sí... un poco! Haber como me siento para cenar...
  • Jajajaaa será gracioso verte la cara!!
  • Pues a mí no me hace tanta gracia...
  • Jajaaa lo sé!! 

La noche estuvo muy bien y el dolor de mi culo fue soportable aunque lo sentía por momentos, nos echamos unas risas mientras cenamos y también aprovechamos para conversar con otros comensales. Por momentos nos entremezclamos unos con otros aunque nuestras miradas siempre estaban ahí, atentos el uno del otro.

Después de las uvas y un buen rato bailando y celebrando el nuevo año decidimos abandonar la fiesta.

Por el camino me quité los zapatos y subí descalza, y nada más llegar a la habitación. Se sentó y me dijo:
  • Ven! Quiero ver como tienes las marquitas...
Me acerqué a él muy despacito meneando mi cintura y llevando todavía los zapatos en mi mano, al llegar a su altura me paré, nos miramos y estando de pie me giró quedando yo de espaldas a él. Me subió el vestido muy lentamente y me bajó las braguitas más despacio todavía... 
uhmmmm me humedecí al instante...


chin-chin

Feliz 2020!!!!!

martes, 24 de diciembre de 2019

Nochebuena (Relato)





Autora: Cloe

Ese día no nos tocó ir a trabajar, así que aprovechamos para quedar el lunes 23 después del curro, pasamos la tarde juntos, cenamos y me quedé a dormir en su casa, poder dormir juntos es algo mágico que me encanta y sé que a él también.  Amanecer un martes cualquiera, sin la necesidad de ir a trabajar es algo que se agradece muchísimo, y poder estar en la cama perreando es una de mis aficiones favoritas y sé que él eso lo lleva mal, jajaa no soporta seguir en la cama una vez se ha despertado. Y que lo haga yo sé que tampoco le gusta, digamos que él le gusta aprovechar el día y a mí me gusta aprovechar la cama y el calorcito del edredón en invierno... De entrada no me dice nada aunque sé que luego todo se lo apunta en su libreta y me lee la cartilla cuando le parece, pero ese día no podía leermela, era nochebuena!!! 

Estaba durmiendo tranquilamente cuando apareció por la habitación y mientras subía las persianas me dijo:
  • Venga arriba que ya ha amanecido hace rato!
  • Nooooo tengo sueñoooo y además esa frase me la decía mi madre de pequeña, no me la puedes decir tú!!
  • Pues claro que te lo puedo decir y también puedo darte unos buenos azotes como no te levantes, vengaaaa, el desayuno está listo. 
Mientras él seguía hablando como si nada, sin querer noté el rubor en mis mejillas...

Me levanté sigilosa y al llegar a la cocina me lo hubiera comido a besos en ese preciso instante pero me contuve... preferí observarle mientras servía el café y me decía:
  • No tienes que hacer ninguna compra de última hora?
  • No, además ya sabes que por estas fechas me convierto en el Grinch.
  • Jajaaa Ya me dijiste que no te gustaban estas fiestas, a mí tampoco es que me apasionen pero prefiero no ir con cara de perro por los sitios.
  • Me estás llamando cara de perra??
  • Jajajaaaa 
  • Pues noooo no tengo cara de perra!!! 
  • Jajajaaaa ves como sí?
  • Serás Cabrón!!
Le cambió la cara, dejó de sonreír ya no le hizo tanta gracia... sé que no soporta las palabrotas y dichas de mi boca menos, aún así me dijo:
  • No tendré en cuenta esto que acabo de escuchar porque es nochebuena... pero tampoco te pases porque puedo cambiar de opinión..., después de desayunar nos vestimos y me acompañas a hacer unas compras, luego comemos en casa y esta tarde te acerco donde me digas.
  • Graciasss!! todo un detalle por tu parte mientras le miraba y mi cara le sonreía de oreja a oreja...
Esa noche cada uno lo pasaría con sus respectivas familias, el 31 ya tendríamos ocasión para estar juntos, así lo decidimos entre los dos.

Le acompañé hacer los recados que tenía pendientes, ya lo tenía todo visto e incluso en algunos sitios lo tenía apartado, sólo era ir y cogerlos.

La mañana se pasó rápida y eso que madrugamos más de lo normal para lo que viene siendo un día festivo para nosotros.

Después de terminar nos fuimos a tomar el aperitivo, a conversar de nuestras cosas, echarnos unas risas y de ahí a comer a casa. Hizo muslos de pollo, con setas y patatas asadas en el horno, estaban bueníiiiisimas, me supieron a gloria, reconozco que cocinar se le da fenomenal. Yo por mi parte estoy encantada porque a mi la cocina no me va mucho, se me da bien pero si puedo evitar cocinar lo evito, igual que planchar...

Después de deleitarnos mientras comíamos ese manjar tan rico, sin prisa, saboreando cada bocado uhmmmm todavía aún, si lo recuerdo se me hace la boca agua...

Al terminar se levantó a lavarse los dientes y al volver me vió sentada en el sofá, con la mantita y viendo la tele...
  • Ya has fregado? - con cara de sorprendido -
  • No, todavía no, ahora voy
  • Ahora? Cuándo?
  • Pues Ahoraaaa!!!! - levanté un poco mi tono porque parece que no me escuchaba bien -
  • No me levantes la voz!!! y te doy 5 minutos, que lo sepas... - y se puso una alarma en su reloj -
Reconozco que ese detalle me hizo revolverme las tripas sin querer, sé que me tocaba hacerlo, entre nuestros acuerdos hay uno que dejamos claro desde el minuto uno y es que cuando uno de los dos cocine la otra parte friegue los cacharros... sí lo sé, es cierto y no lo voy a negar... Pero no me apetecía nada de nada...

Durante esos cinco minutos se percibía cierta tensión en el ambiente...

Y cuando menos me lo esperé... pi-pi pi-pi pi-pi pi-pi

Me miró todo serio y me dijo:
  • Ya han pasado los cinco minutos!! venga!
  • Jouuuuu cinco minutos más!!!!
  • No! Y no es negociable ya lo sabes! 
  • Jouuuuu 
  • O te levantas! O te levanto! y como te levante yo te va a tocar fregar con el culo rojo, no te digo más.
Nos miramos a los ojos, a ver quién podía más... yo no decía nada, sólo observaba sus movimientos...

Hasta que dijo:
  • uno... dos...
Y me levanté en el tres, me puse delante de él y con una mirada desafiante y con cierto rintintín le dije:
  • Ya voy!!!! Ves? No hace falta tanto relojito ni alarmita, ni un-dos, me levanto yo solita!!!
Y sin saber cómo ni porqué me miró medio enfadado y resoplando mientras sus manos fueron justo al botón de mis vaqueros para quitármelo, protestando me eché para atrás, estiró su brazo metió los dedos de su mano por dentro de mi pantalón tiró hacia él me puso de lado y me llevé un fuerte y sonoro azotazo estando de pie.
  • Estate quieta!! te acabas de llevar el premio gordo por tu soberbia, pero te la voy a quitar en un momentito!!
Su tono sonó demasiado contundente para decir algo más por mi parte, de repente me quedé paralizada sin saber que decir...

Volvió al botón de mi pantalón para desabrochármelo y tirar para abajo incluyendo mis bragas para dejármelos por las rodillas. Me ruboricé al instante de verme envuelta en esa situación... y le dije con una voz entrecortada y un tanto aniñada:
  • Se supone que hoy no puede haber azotes, es nochebuena...
  • Se supone sí, también te he dicho que podía cambiar de opinión, si hubiera sido por mí habrías cobrado en el desayuno, te he estado dejando cuartelillo por ver si lo podías evitar, pero veo que no. Por lo visto esta noche quieres cenar calentita...
Y sin más me colocó en sus rodillas, protesté ligeramente mientras me dió otro azote fuerte justo en medio de las dos nalgas y mientras, seguía regañándome...

Dejé de protestar, no me quedaba otra que acatar la charleta y asumir la azotaina... Los primeros me dolieron un montón, por un lado porque tenía el culo frío y duelen más y por otro porque directamente desde el primero fueron intensitos. A medida que los iba recibiendo lo fui asumiendo mejor, de vez en cuando me movía por el dolor e intentaba zafarme poniéndome de lado pero él enseguida me corregía la postura y me volvía a poner boca abajo. Y cuando mi mano salió de manera autómata para taparme y evitar más, lo que hizo fue darme en la mano y sujetarla para evitar que volviera a intentarlo.

No sé cuantos azotes me cayeron ni el tiempo que estuve en sus rodillas, sólo sé que el tiempo se me hizo eterno... 

De vez en cuando paraba y me acariciaba, eso para mí era un alibio aunque cuando más agustito estaba volvía con la retahíla, plasss plasss plassss

Y en una de esas pausas, después de acariciarme... cogió su zapatilla y siguió dándome con ella, eran azotes fuertes y contundentes. Buffff los primeros bueno... los pude sobrellevar bien, pero según iban aumentando el número de ellos, se me hacía más insoportable. No pude evitar patalear e intentar moverme como podía y por supuesto protestar:
  • Yaaaa valeeeeeeee yaaaaa auhhhhhhh
  • No! no vale! Y ya sabes que eso lo decido yo y no tú!
Y después de otro rato largo con la zapatilla y cuando tenía el culo rojo e incasdescente y ya no podía más, paró, me acarició... sus caricias me sabían a gloria y me dejó un rato reposar mi respiración siguiendo así, boca abajo sobre sus rodillas y ... de repente noté como sus dedos se posaban en mi vulva mientras me decía:
  • Vaya... a una parte de tu cuerpo parece que le gusta... Pero va a ser que no, esta noche estás castigada!
Me ayudó a levantarme y me seguía dando vergüenza porque ahora me estaba viendo la cara que estaba colorada y me dijo:
  •  Y ahora a fregar!!
Hice amago de subirme las bragas y el pantalón pero su mirada y sobre todo su voz hizo que me parara en seco
  • Ni se te ocurra subírtelo! Has querido fregar por la malas pues ale, con el culo rojo y calentito...
Hubiera salido de allí corriendo pero no era la mejor opción y menos con los pantalones bajados, así que me di la vuelta y me fui a la cocina.
Me sentía humillada y a la vez súper excitada, y me sentaba fatal que me dejara a medias, pero ahí tampoco podía hacer nada... o sí? 
Total... miré para atrás y no estaba, se quedó en el salón viendo la tele... 

Primero me toqué el culo y uhmmm me encanta sentir el calorcito después de una zurra, no me canso de tocarlo y sin querer me toqué la vulva y uffff estaba muy húmeda, mi respiración se hizo más ligera y consciente hasta que escuché:
  • Se puede saber que haces?
Paré de inmediato, y no supe que decir... sólo sentí que mi cara volvía a colorearse...

Se acercó me cogió primero del brazo para después cogerme por la cintura para volver a darme otra tanda de azotes estando de pie y cuando paró ahí no hubo caricias... me fui a tocar mi culo como actoreflejo y me dijo: NO! siente el picor... a ver si así aprendemos!!!

Y me puse a fregar sin rechistar, mientras él optó por quedarse sentado allí en la cocina contemplando el panorama...

Cuando terminé me dijo que me acercara, fui a donde estaba y me sentó en su regazo. Mientras me decía que la próxima vez no iba a ser tan benévolo conmigo. Los pactos si los tenemos se cumplen y porque ya era tarde y me tenía que dejar en casa de mis padres que sino... y no dijo más, sólo me miró y su mirada hizo que me humedeciera otra vez sin yo quererlo... 

Me levantó me subió las braguitas y el pantalón y nos fuimos, cada uno a celebrarlo de otra manera diferente y aunque no íbamos a compartir espacio sí que lo tendría presente toda la noche... y él a mí...

Feliz Navidad!!! 

viernes, 20 de diciembre de 2019

El perfil de un Spanker II



Ya publiqué otra entrada en relación al perfil de un spanker, lo podéis leer pinchando  ⇨ aquí
Me apetece ampliarla y hablar acerca de los rasgos que supone ser un spanker, o por lo menos para mí son imprescindibles como parte spankee que soy.
Y recordar también que estas características nada tienen que ver con una relación D/s, o más bien con el perfil de un amo, aunque puede haber similitudes, no digo que no, aún así no me canso de repetir que hablamos idiomas diferentes.

Lo que identifica a un spanker vendría a tener las siguientes peculiaridades:

Seguridad, para mí es la clave número uno, me tiene que dar seguridad en muchos sentidos y jugando es fundamental. Mi manera de verlo es que una persona segura de sí misma también lo será mientras juega porque es algo  implícito, lo único que a lo mejor ese detalle no lo tiene en cuenta y no lo saca, pues sí, hay que mostrarlo, es imprescindible.
Cuando estás jugando el spanker no puede dudar nunca, me refiero que se note, las dudas aparecerán en cualquier momento es normal, pero no se tiene que notar. Es igual que cuando un actor/actriz se sube a un escenario siempre habrá nervios y será como si fuera una primera vez, los nervios no van a desaparecer nunca pero no se puede notar, el espectador no lo puede percibir. Pues llevado a la escena spanka, la parte spankee tampoco, porque sino se acaba la función.  Y entiendo que no todo el mundo sirve para afrontar ese papel o que le guste hacerlo, es obvio que quienes jugamos debajo es porque preferimos estar en la otra parte. 

Te lo tienes que creer, me explico, a la hora de entrar en modo juego la parte spanker a parte de mostrar seguridad como he dicho antes, ha de creerse lo que dice, por ejemplo si te dice: Estas castigada! se tiene que notar en la voz, en el tono firme y contundente. Vamos que te lo tienes que creer! 
Porque sino la sensación que percibe la parte spankee es como que no has entrado realmente en tu rol por decirlo de alguna manera.
Esta peculiaridad es también fundamental en el perfil de la parte spanker. 

No dejar que se suba la spankee, la forma que tenemos de jugar entre spanker/spankee por lo menos en mi caso y por lo que conozco en este tipo de relaciones suele haber un toma y daca. Digamos que la batuta la tienen ambos, cuando la tiene la parte spankee la tiene durante un periodo de tiempo, y suele ser un juego de tira y afloja... me refiero a llevar digamos ''el control'' del momento. Quiero decir que van mandando uno u otro indistintamente. Cuando se está en un sitio privado donde puede dar lugar a una azotaina y la spankee se quiere subir, está bien que el spanker de cierto cuartelillo pero es muy importante que no la dejes que se suba demasiado porque se puede perder la energía. No sé si me explico, hay que mantener un ritmo, como en una obra de teatro, la obra se mantiene viva y expectante porque los actores llevan un ritmo en relación a la energía que se genera, no se puede perder el ritmo porque la energía cae y el espectador deja de prestar atención... pues algo parecido ocurre mientras se juega. En este caso si la parte spankee se sube demasiado y la parte spanker no la baja... digamos que la energía cae y se pierde. Se puede volver a remontar claro está, pero ya sabiéndolo si se puede evitar pues mejor.

Tener el control, después de haber pasado por ese digamos, intercambio de poder y cuando coge el control el spanker lo coge con todas las consecuencias, no lo puede soltar hasta el final. Por mucho que forcejee la spankee, proteste y patalee forma parte del juego.  Él decide todo, si por ejemplo las bragas quedan por las rodillas al igual que el pantalón y en algún momento ella quiere subírselas pues no! lo decidirá él, y la puede decir algo así como: ¿Te he dicho yo que te puedes subir las bragas?  ...
Ella ha de notar que el control lo lleva él es importantísimo éste detalle y lo digo totalmente en serio. Cuando se esté en modo juego se está y ceder el control forma parte de ello, sino no se cedería. 

Y por supuesto no creo que  haga falta que diga que en todo momento se juega con sentido común, y que ya ha habido un primer contacto y mucha comunicación entre ambos. Antes de iniciar nada se habla de acuerdos y consensos y esas cosas...

En resumidas cuentas, en estos momentos cuando se comparte juego cada uno sabe el lugar que ocupa, aunque la spankee se ponga flamenca y quiera mandar en algún momento hasta eso también formará parte del juego. 
No hay una regla exacta, cada vez será diferente y no siempre conlleva la misma intensidad. Aún así a la parte spankee nos gusta ver que el spanker nos hable y se comporte de una manera segura de si mismo y que se note que se lo está creyendo, que no se vea forzado, que se vea y se perciba que lo que se está viviendo sea real, tan real como la vida misma. No deja de ser un juego pero de verdad. 
Cuando la parte spankee quiera ponerse por encima de él (en el caso que se pueda dar esta situación), si es en un sitio público pues siempre se puede amenazar con la mirada, o con una frase bien dicha cara a cara o susurrándole  al oído, o simplemente dejarla que se crezca... Ya vendrá el ajuste de cuentas después.  En los sitios públicos es más dificil que la energía se baje, es diferente a los espacios cerrados y dados a la intimidad, ahí es cuando hay que sentir y percibirlo para evitar que se pierda. Por último e igual de importante, una vez que tiene el control la parte spanker lo tiene, y ahí él manda en todo momento, decide cómo será el castigo y cuando finaliza. Para eso la parte spankee cede su control, para que la parte spanker se haga cargo de ello en todo momento.


martes, 17 de diciembre de 2019

Aftercare


El Aftercare son los cuidados que se dan después de compartir juegos, momentos íntimos, una sesión o como lo queráis llamar. 

Cada persona lo vive diferente tanto en la parte del Spanker/Dominante/Amo o en la parte Spankee/sumisa/esclava. Hago alusión a estos roles porque son los que más se asemejan entre sí y aunque suelo hacer diferencias entre ellos (porque las hay) en este caso y en relación al aftercare todo son similitudes. Y por su puesto, no hace falta que diga que el  aftercare forma parte del Bdsm sin importar cual sea el rol que esté debajo. 

Consiste en mimos, caricias, abrazar, consolar, en las atenciones que pueda necesitar la parte sumisa. Si se ha dejado el culo magullado (o la parte que sea) se puede poner crema en la parte afectada o paños de agua fría.

También se puede comer algo mientras se habla de cualquier tema y/o conversar de cómo se sienten ambas partes, que les ha gustado más, que cosas menos, que momentos destacarían. 
En mi caso hambre precisamente no me suele entrar, pero a veces también es bueno llevarse algo al estómago para ir recuperándose (quién lo necesite).

Son momentos en los que se requiere recuperar toda la energía que dejas tanto física como mental para regresar a la tierra. 

También hay que recordar y no olvidar a la parte Spanker o Dominante porque ell@s también pueden necesitar de mimos, masajitos o un abrazo.

No existe un aftercare que nos sirva a todos por igual, del mismo modo que cada uno tiene sus preferencias a la hora de jugar también cada uno tiene las suyas propias a la hora de recibir las atenciones. Lo que le sirve a unos no tiene porqué servirle a otros. Incluso hay personas que les puede no gustar que se les abrace o abrazar, no todos ni tenemos las mismas necesidades ni nos comportamos igual.

El aftercare va a depender también de diferentes cuestiones como por ejemplo de la relación que exista entre ambos. No es lo mismo un aftercare entre dos personas que ya se conocen a que se estén conociendo, o dos personas que juegan de manera esporádica o que se acaben de conocer. Aunque los cuidados puedan ser diferentes dependiendo de la relación que se tenga y de los gustos propios y necesidades como ya he comentado antes, es importante aplicarlo, mucho o poco pero tenerlo en cuenta y crear ese hábito. 

Otro factor a tener en cuenta sería  la intensidad del juego, cuánto más intenso más se necesitará del aftercare.

Aunque lo dejo para el final quizás para mí es una de las partes más importantes que se dan en los cuidados y es, el sostener emociones que puedan salir al terminar porque se pueden remover ... Y después de finalizar pueden dar bajones momentáneos pero bajones. Y es muy importante sentirse atendida.

Y por otro lado que también me encanta es que son momentos donde se puede afianzar lazos y fortalecer la relación. Aunque no tiene porqué, dependerá de otros muchos factores. Es un momento donde puedes mostrar una parte de ti más vulnerable, que no sueles enseñar a cualquiera ni suelen darse los medios de manera cotidiana para hacerlo. Con lo cual las sensaciones que se viven en un aftercare son momentos irrepetibles, se podrán parecer unos a otros pero nunca serán iguales. 


viernes, 13 de diciembre de 2019

Juicios


El otro día quedé con unas amigas para tomar algo, charlotear y ponernos al día de 'nuestras cosas', ellas saben de mi gusto pero realmente no se hacen un idea de mi juego en general, las suelo contar cosas aunque no entro en detalles por mantener mi  propia intimidad y porque siento que no viene al caso.
Entre charla y charla no sé porqué salió 'mi tema peculiar' donde las contaba que a mi me ponía que me regañasen...

Para qué dije nada, jajaaa (prefiero reírme)

Una de ellas me mira siempre con ojos de curiosidad y libre de juicio, además en una ocasión la invité a una fiesta donde la temática era Foot fetish. Me confesó al día siguiente que se sintió respetada y cuidada por todos, y en este caso más en concreto con los fetichistas, donde uno de ellos la dió un masaje y quedó encantada. Me alegré mucho por la experiencia que vivió y por esa apertura y acercamiento a un mundo ajena a sus gustos sexuales y personales.

Y volviendo a los regaños, mi otra amiga, que preguntó que si mi padre me regañaba mucho cuando era pequeña, jajaaaa me reí y la dije: Quéee analizándome?? y me dijo: Síii claro!!! 
La sonreí... se hizo un silencio y cambiamos de conversación...

Sé que mi amiga no quiso juzgarme pero así me sentí, de ahí el nombre a esta entrada. 

Hace mucho, mucho tiempo que dejé de hacerme preguntas del porqué de mi gusto por el spanking, y creo que fue desde el momento en que me acepté. Realmente me importa muy poco de donde me venga mi gusto sexual, en serio, lo que me importa es disfrutarlo con alguien afín a mi en muchos sentidos y no sólo por el gusto al spank. Lo que me importa y más valoro a día de hoy es mi estabilidad emocional y mi paz interior, además de que me pongan el culo rojo por supuesto, aunque eso sí, por este orden.

No tengo intención de renunciar a aquello que me proporciona placer a muchos niveles, forma parte de mi persona, me acompaña de siempre y es mi manera de relacionarme de forma sexual e intima con el otro. Soy consciente de que no es algo aceptado por ciertas personas... Hay tantas cosas que tampoco aceptaría yo jajaaa y me da exactamente igual porque yo no soy ellos. 
Afortunadamente vivo mi propia vida y no la vida de los demás con lo cual personalmente no me afecta.

Normalmente no suelo contar mi gusto por los azotes así porque sí, es algo que no suele venir a cuento con lo cual para mí es un tema de conversación que sobra. Si estoy a gusto y sale el tema pues puedo decir algo así por encima como quién no quiere la cosa. Y en contadas excepciones sí que lo he compartido con amigas muy íntimas y de confianza, (la amiga a la que hago mención es de confianza e íntima pero sé que la incomodan este tipo de conversaciones). El resto de amigas a quiénes le confesé mi gusto jamás me juzgaron por ello.

Vivimos en un mundo donde todos somos diferentes con gustos dispares y formas de vivir diversa y ninguna es mejor que otra. Si dejáramos de juzgar al vecino por los gustos que pueda tener o por como piensa o deja de pensar, el mundo sería mejor sin duda alguna.
Y si lo encaminamos al terreno sexual y más concretamente con el spanking, que es el tema de mi blog pues más de lo mismo.

Personalmente me importa muy poco como se relacionan los demás en ésta área, del tiempo que llevo por estos lares he comprobado que gustos hay infinitos, tantos como personas que rulamos por aquí.

Me gusta, prefiero y elijo mirar al otro sin juicio tenga el gusto que tenga. Y luego por supuesto me rodeo con personas que me aporten tanto dentro del mundillo como fuera, en este caso el comentario de mi amiga para mi tampoco tiene mucha importancia pero sí me hizo reflexionar sobre los juicios que hacemos a veces sin querer hacia otras personas sólo y simplemente porque son diferentes a nosotros. Si te paras a pensar un poquito es bastante absurdo y sin sentido. Ya que en la diversidad está el aprendizaje y el crecimiento personal, si todos fuéramos iguales no tendría mucha gracia.



martes, 10 de diciembre de 2019

Enfados


Estar enfadada es un estado que de por sí no me gusta, verlo en los demás tampoco es agradable aunque desde mi punto de vista es casi mejor ya que el sentirse un@ enfadado personalmente me hace sentir mal. Si ves el enfado en el otro es cosa del otro y no tiene porqué afectarte a ti.

Hay muchos tipos de enfado y entre ellos se pueden encontrar:

Grupo 1: El estar enfadado con el mundo; todo te cae mal, todo te afecta, te irritas por todo. Se suele dar prácticamente en el día a día de la persona que lo padece, digamos que lo tiene incrustado como hábito y forma parte de su personalidad. Se suelen quejar y criticar todo lo que ven y oyen y su presencia es molesta, no es agradable tenerles cerca.

Grupo 2: Las personas que se enfadan consigo mismas; suelen ser muy perfeccionistas  y rígidas, digamos que se exigen demasiado. Cuando esto se da en ellos mismos digamos que también lo suelen exigir en los demás. Suele resultar de mucho desgaste a todos los niveles y son personas que normalmente están cansados porque esta emoción les deja sin energía. 

Grupo 3: Los que se sienten enfadados con alguien cercano a ellos; puede ser un herman@, un padre o madre, amig@, pareja, hij@, etc. normalmente este perfil se da cuando esperas que el otro actúe como a ti te gustaría que actuase, bajo tu criterio y consideras como debería ser. No se ponen en la piel de la otra persona porque no barajan la idea de que es el otro el que debe actuar bajo su prisma personal independientemente de que coincida con la tuya o no. Este grupo de personas es bastante común.

Si me tengo que identificar con algún grupo en concreto sería el grupo 3 y más en concreto y en exclusivo con la figura de la pareja, con quién creas un vínculo afectivo y emocional importante y con quién compartes prácticamente 'casi todo'

Mis enfados o los enfados de él, o de ambos porque los dos nos podemos enfadar tanto por separado como a la vez, suelen ser motivos y situaciones que se dan más que  oportunas para iniciar un juego. Me estoy refiriendo siempre a ''enfados sin importancia'', sin peso pero lo suficientemente acordes y convenientes para dar y recibir una azotaina.

Y porqué digo convenientes? Pues para poder quitar hierro a la situación, limar asperezas para que el enfado no se acumule. Porque en mi caso en concreto reconozco que cuando me enfado por muy tonto que sea suele ser real, aunque sepa que estamos dentro de un juego. Aún así lo siento real tanto mi enfado porque es verdad, como la situación que se crea en ese momento. No me sé enfadar de mentira, aunque luego se me pase, pero cuando estoy enfadada, estoy enfadada. En el momento que él toma las riendas y decide atajar el problema osea el enfado con unos azotes, se da ese momento íntimo sólo de los dos donde cada uno se permite expresar libremente sin tapujos ni protocolos, sólo a nuestra forma y con nuestros rituales.

Dónde compartimos ese momento mágico, de intercambio de energías, del soltar, del retener, del acompañamiento, de la unión dónde ambos terminamos liberados de tensiones y donde nos ayuda a no acumular piedras en nuestro camino. Me refiero a que si cada vez que se da un problema=discusión tonta usamos estos métodos nos ayuda a no enquistar historias personales y mentales (cada uno las suyas) que tarde o temprano puedan afectar a la relación. De esta forma lo evitamos ...

Y por supuesto, esta forma de mitigar los enfados sólo se puede dar entre una relación spanker/spankee o entre dos personas que les guste vivirlo también de esta manera sin que se etiqueten con estos roles. Sólo ambos saben lo que se traen entre manos y únicamente a ellos les incumbe su manera de relacionarse. 


viernes, 6 de diciembre de 2019

Follar o Azotes


Desde que tengo uso de razón siempre me han llamado la atención los azotes y  con temprana edad cuando mi imaginación volaba y fantaseaba con situaciones sexuales siempre mi mente se montaba una escena donde terminaba sobre las rodillas de un hombre mayor que yo. Soñaba con el spanking y con besos apasionados, recuerdo que en el baño de la casa de mis padres había un mueble estrecho y que la puerta era un espejo donde me tiraba las horas muertas besándome sólo por el disfrute de imaginar cómo sería besarme con un chico. Esos eran mis momentos íntimos conmigo misma, cuando me besaba en el espejo, y cuando me imaginaba siendo castigada. 

Por aquella época no me llamaba la atención ni me imaginaba lo que sería follar... Digamos que en mi contexto sexual entraban por un lado los azotes y por  otra parte los besos, pero follar, lo que se dice follar pues no, no tenía ni curiosidad. Al igual que tampoco mezclaba los besos con los azotes, lo fantaseaba siempre por separado.

A la hora de relacionarme sexualmente con el otro me siento más identificada con el spanking que con la penetración. Y en mis fantasías sexuales hoy por hoy sigo imaginándome siendo castigada con azotes en el culo. La diferencia del hoy al ayer es que en la actualidad lo vivo en la realidad, lo vive mi parte adulta jugando a ser pequeña.

Mi modo de verlo es que hay muchas formas de vivir la sexualidad. Están las personas que piensan en follar y enfocándome más en la figura masculina/hetero/dominante donde su máxima es poder meterla. Los hay por un lado los que disfrutan de una sexualidad tradicional y donde sólo follan y/o mantienen sexo oral. Luego están los que follan con aderezo, digamos que te dicen que les gusta el spanking pero lo que van buscando es meterla dando cuatro azotes. También te puedes encontrar el perfil de hombres que se sienten atraídos por alguna práctica en concreto o varias dentro del Bdsm y que una gran parte la dediquen a 'sesionar' como lo llaman la gran mayoría de personas dentro del sector, (yo no), y al final de la sesión suelan terminar más de lo mismo... follando. Y luego están los que prefieren jugar y me refiero en este caso al spanking en concreto, lo que realmente les gusta son los azotes y todo lo que envuelve al juego y no van buscando follar, este perfil precisamente es el que encaja con mi forma de sentirlo.

Para las personas que empiezan en el mundillo es importante saber lo que un@ quiere y busca para poder transmitirlo a la persona con quién pueda mantener algún tipo de encuentros o una relación con más matices.

Me he referido más a ellos, aunque también por supuesto hay mujeres que prefieren terminar follando, no es exclusivo de la figura masculina. Al igual que habrá hombres que aún sintiéndose identificados dentro del perfil al que he hecho referencia, (hetero-dominante), sus preferencias sean distintas a las que he comentado y su objetivo tampoco sea acabar metiéndola. 

Las conclusiones que saco de todo esto es que para mí follar es como el spanking, digamos que puedo sustituirlo sin problema porque mi preferencia son los azotes. Y que aunque a veces nada más recibir una azotaina y estando con el culo rojo pueda terminar follando y/o haciendo el amor porque puede ser perfectamente compatible, dependerá de diferentes factores. Para mi la finalidad del juego no es follar, sino pasarlo bien, disfrutar, alargar la excitación y terminar como se tercie en cada momento. Cada vez es distinto y no es algo que se pueda planificar porque no  sabemos como nos vamos a sentir, la improvisación es algo que se da junto a la autenticidad de cómo estemos en ese momento...


martes, 3 de diciembre de 2019

Brendy y Roja Nal (Relato)


Quiero dedicar esta entrada a una pareja argentina spanker y spankee que han querido compartir conmigo un escrito para publicar en mi blog de un encuentro que tuvieron donde cada uno de ellos lo describe a través de su vivencia, es como una especie de semi-relato. 


Escribe Brendy:

Esa tarde no traía muchas ganas de verlo... Era un encuentro casual, una charla un momento y un hasta luego.

Nos sentamos en un lugar súper público a conversar, sus regañadas me aburrían fatalmente! Estiraba mi cuerpo, sentía el reflejo del sol calentar mi rostro...

Su mirada era tan fuerte que prefería evitarla y ya darle fin al caos...

Cuando su tono ya comenzaba a cambiar...
  • ¿Crees que puedes hacer lo que quieras?
  • Por qué no?, respondí
  • Es muy fácil hacerlo tras un teclado, porqué no me acompañas a un lugar y me repetís todo esto?
  • Olvídalo, cero ganas!!
Respondió: ves Bren? Así de cobarde, cualquiera lo hace (borreguita)... Malcriada!!!

Aggshhhhh mi ego se interpuso en mi habla...

Ok, vamos donde quieras! Crees que te tengo miedo o me da pudor no decirte algo en un lugar más íntimo?

Se paro y yo a su costado caminaba, golpeándolo con una botellita de agua... Su mirada era única pero solo seguía caminando.

Entramos... Nos dieron la habitación y subimos mil escaleras, yo atrás caminaba lentamente, sabía que estaba caminando a mi ruina ja, pero mi orgullo era más fuerte.

Abrimos la puerta y ya empecé a sentir sudor en mis manos, me quedé junto a la puerta y él ya estaba acomodado.

Nunca había sucedido algo así, siempre charlamos antes, comenzábamos con ropa, todo indicaba que realmente estaba muy molesto.

Palmó sus rodillas y me pidió que me acercase y bajara mi ropa...

Tan así? No podía creer, ya estaba en graves problemas.

Ya en sus rodillas me cayeron unas nalgadas interminables, ya no resistía no se cuantas fueron pero eran de no acabar!!

Di comienzo a mis súplicas que ya basta! Pero nada detenía su mano.

Fue entonces cuando me envió al rincón, un lugar que odiaba y en ese momento lo adoré con el alma, ya que mis nalgas descansarían un rato.

Sus regañadas ya eran canción de la escena de nunca acabar...

Entré como mujer y me fui covirtiendo en algo pequeñito...

Solo una spankee puede saber las mil cosas que se piensan en un rincón...

Arrepentimiento? Tal vez...

Curiosidad mucha!!!

Giré mi vista directo a mis nalgas, y de fondo escuché ¿Quieres verlas? plaf plaf plaf... Me tomó del brazo y me puso al divino espejo que tenía a mi costado.
  • Mira que les pasa a las niñas que se portan mal...
No podía creer la intensidad del rojo que traían, solo rogaba que no recuerde más nada, pero su memoria es algo que nunca falla para mi mala suerte.

Recuerdas Bren que te dije que pasaría cada ves que me bloquees por un berrinche?

Crees que yo estoy para perder el tiempo con vos?

(Que la tierra me trague y el espíritu santo me secuestre! Dios).
  • Ven Bren... ya sabes lo que tienes que hacer...
  • Te ruego por Dios ya basta! No me hagas esto...
Sacó su cinto... Extiende las manos Bren, hoy vas a aprender a no bloquearme y no publicar tonterías en tu face.

Lo prometo, te lo prometo!!
  • Así no, Bren vamos o será peor...
Quén me mandó a entrar a este bendito lugar!!

Extendí mis manos, antes que llegue el plaf las quité, 6 intentos más donde algunos golpearon mis manos pero su paciencia se terminaba...

Mueves las manos y comienzo de nuevo!

No sé como lo hice pero lo logré... Ayyyyy que dolor que pena!!

Me hizo extender las manos, tomando su cinto y me recalcó que no callera. Mis brazos frágiles lo soltaron al instante... No recuerdo bien pero nuevamente ya estaba en sus rodillas...

Tomó su cinto y plaf, plaf, plaf...

Ya mis lágrimas se alojaban en mis ojos...

Basta!! juro que ya entendí! Basta por favor! Pataleaba como jamás lo había hecho, pero es imposible salirse de sus brazos...
  • Yo me estoy esforzando en que hagas las cosas bien, atiendo tus dentistas, visito páginas para tus estudios y a vos sólo le importa subir fotos de una mujer suelta!! 
Plaf, plaf, plaf

Estabas advertida a todo esto y aún así me desafiaste!

Como pude giré y lo abracé... Mis lágrimas aún no salían pero ya casi estaban...
  • Juro que lo siento, ya basta no doy más... No quería soltarme de él, quería quedarme en sus brazos y que todo llegue a su fin.
  • Recuéstate Bren aún no terminé...
  • No podía creer que me diga eso.
Plaf, plaf, plaf parecía que recién comenzaba caí al piso de tanto patalear, trabo mis piernas y fue una lluvia de azotes inmensa... Unas lágrimas de mi ya comenzaron a salir, basta por favor, basta, mi vos ya era otra...

Por fin paró... Me recosté en la cama y comencé a llorar...

Escribe Roja Nal:

En ese momento el castigo ya era un hecho, pero faltaba más... yo había prometido que sería un castigo ejemplar y así sería.

Iba a ser un castigo ejemplar y un escarmiento difícil de olvidar, aquello no podía volver a pasar.

Además de sumar días de atrevimiento y mala conducta, groserías y malas aptitudes, como si fuera poco... así de la nada decidió subir fotos que incitaban por su contenido a lo sexual, para ser específico fotos con disfraces eróticos.

Ahora habiendo recibido la paliza merecida y azotes en las manos, derramaba en llanto por saber que jamás debió intentarlo y que ya no había marcha atrás, estaba recibiendo su castigo pero esta vez los motivos habían ido muy lejos.

Ya acostada y llorando con las nalgas rojas y el dolor y la impotencia de estar recibiendo disciplina real como pocas veces le había pasado.

Esperaba ver que más pasaría...

¿Te gusta subir fotos? - le dije -

Ahora vas a subir fotos en el rincón y con las nalgas rojas, veremos cuantos 'me gusta' recibes.

Ella estaba furiosa, la rabia y la vergüenza la atormentaban y así fue...

Las fotos comenzaron a hacerse realidad y en pocos minutos se verían en el mismo lugar donde horas antes había 'fotos sexys' ahora se verían fotos de una niña en penitencia y con las nalgas rojas por una zurra.

En contra de mis propios principios dejaría que todos la vean así para mayor escarmiento.

Ella explotó en llantos y pataleos, no podía creer haber llegado a ese punto y la vergüenza de ser disciplinada y hacerlo público la superaba.

Ya no quería abrazos, estaba furiosa y con poco por hacer, las promesas que tan lejanas parecían ahora eran realidad.

Sólo estuvieron publicadas unos minutos, ella no lo creía y estuvo a punto de ganarse la próxima tunda que por suerte para ella no hizo falta, así se lo demostré, luego de entender que ese día sería inolvidable...

La abracé fuerte, lloraba como una niña sus faltas de señorita, luego de un rato se calmó y prometió no volver a hacerlo.

Aquel fue un castigo ejemplar...

Escribe Brendy:

Era un momento de una mezcla de sentimientos inexplicables... un momento en el que das cuenta que bendición es ser spankee, cuan tan amplio puede ser este juego... Donde encontrar tu media naranja, quien te escuche, te cuida, te contiene y te educa.

Ya habíamos tenido encuentros agradables donde adoraba terminar con la nalgas rojas a su lado y sentir su presencia cerca acariciándolas lentamente con la barrera de no invadir más que eso nuestra intimidad.

Le obsequié un cinto que había llevado de regalo, se lo di en el minuto 1 antes de salirnos por si se le ocurría estrenarlo!!

Salimos del hotel, caminamos y me lleva a una zapatería.

  • Ven Bren, quiero comprarte eso!!
Desde el día que lo conocí sabía de su agrado por las zapatillas, no traía ganas de pensar en comprar algo que su fin sería en mi traste!
  • No quiero, otro día, estoy cansada...
Jaló mi mano y me entró a la tienda. Por suerte nuestra amiga estaba en línea, así que mientras las pedía distraje mi mente en el chat y el mal humor pasó un poco.

Compré apurada y sin atención y por fin salí de la tienda...

Viajamos juntos y nos dimos un saludo de hasta pronto!

Al llegar a casa noté que mis zapatillas quedaban chicas... ups!!

Escrito por Brendy y Roja Nal