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miércoles, 24 de junio de 2020

Liz gets a spanking (Vídeo)


Los dos primeros vídeos que subí fueron de estas dos personas, él es spanker y tiene varios vídeos con otras chicas que a mí personalmente no me terminan de convencer. Sólo me gusta verle con ésta chica, o es ésta chica la única que me gusta verle con él.

Como siempre suelo decir, ver primero el vídeo...

Me encanta todo, jejee la charla del principio estando ella ya sobre las rodillas mientras le dice porqué va a recibir una azotaina. 

El momento que la dice que se baje los pantalones y como ella se los baja muy despacito, él le ayuda a bajárselos... ufffffff

Cuando le pide que vaya a por la paleta de madera y se la lleva... si os fijáis hay un corte en el vídeo, muy muy sutil pero lo hay. Sucede cuando está recibiendo los azotes con la paleta y ella se mueve y sobre todo se queja, de repente está la misma escena pero ella ya no se mueve tanto y sobre todo la intensidad de sus quejidos baja., Ahí hay un claro corte y pega aunque prácticamente no se aprecia. 

Me encanta el sonido de los azotes, se escuchan genial el plas plas plas!!!! 

Me gusta mucho como interactúan los dos y como se comportan cada uno de ellos desde su lugar.

Disfrutarlo!!

miércoles, 17 de junio de 2020

Sentimientos del BDSM (Por David Pertús)




El autor de esta entrada pertenece a David Pertús y aunque tengamos gustos diferentes, sí compartimos los valores cívicos y el respeto por estos lares y sobre todo el buen diálogo entre dos personas adultas que somos. No tenemos porqué estar de acuerdo y aún así nos escuchamos y respetamos libres de juicio. Os comparto su visión acerca del BDSM. 


Siempre he creído que el BDSM se sustenta en una base plena de valores, y siempre lo he respetado, porque nos guste más o menos, es un pacto entre dos o más personas.

Quizás por creer que soy un idealista o simplemente porque la educación que cada uno lleva de base al final es lo que puede hacer de tu experiencia BDSM un cielo o un infierno. No recuerdo bien cuando empecé a interesarme por este mundo, pero si recuerdo que siempre sentí muchísima atracción por todo aquel que es capaz de entregar su alma a otro, no sólo su cuerpo. Y convertirlo en algo que traspasa lo meramente físico para convertirlo en algo muy emocional, porque en esencia eso es para mí el mundo de la dominación/sumisión. Entrega, dedicación, cuidado, educación, formación, crecimiento, divertimento, dolor, castigo, atracción, perversión, morbo, deseo y amor, mucho amor.
Porque si no hay todo eso se pierde su razón de ser, su cometido, y su fin. Y porque si no hay eso al final se traduce simplemente en algo físico sin sustancia, sin vida, el BDSM es vida!! Porque te sientes vivir, te transforma, te eleva y te convierte en alguien diferente al resto. Eso lo sabe cualquiera que esté en este mundo.

Desde siempre me atrajo la plástica y la estética de las sumisas. La belleza de un culo rojo por unos buenos azotes, las muñecas dolidas por unas ataduras, esas miradas de deseo, de súplica, esos ojos rojos por las lágrimas. Esos gemidos, gritos, susurros al oído, insultos a la cara, babas que caen, esa intensidad que sólo sabe dar quien se entrega de verdad, ese aftercare tan cacareado y en muchas ocasiones olvidado... 

Soy voyeur de cuna, una alma curiosa, un puto morboso que disfruta con la posesión, con tener el control de la situación y con la seguridad que alguien está dispuesto a lo que sea por ti. Me encanta la belleza que desprende una sumisa arrodillada, ávida de órdenes y dispuesta. Vestida para la ocasión, sin vergüenza, sin pudores, sin prejuicios. Tener el poder le llaman, pero nadie tiene el poder si alguien no se lo otorga, y en ese contrato verbal, en ese compromiso es donde se encierra la clave de todo esto. Porque la sumisa te entrega un tesoro, te entrega su ser y un domimante tiene la responsabilidad de cuidar, conocer a fondo, pulir, proteger y otras muchas cosas mencionadas con anterioridad para aportarle a la sumisa mucho más que unos buenos azotes o cuatro polvos atada a la cama.

Esto es una simbiosis, una sinergia entre dos que se necesitan para crecer, siempre he pensado que un dominante no tiene razón de ser sin una sumisa, y una sumisa no es nada si no tiene al lado un dominante que la complemente y le complete, que el uno sin el otro simplemente no son, no existen.

Para empezar una relación BDSM como cualquier otra se basa en la atracción, bien física, mental o por instinto, la que cada uno en su interior utilice, pero atracción al fin y al cabo. A partir de aquí según mi opinión debería sentarse la base de lo que será esa relación en el futuro más inmediato. A mí siempre me gustó conocer antes a la persona que a la sumisa para poder entender mejor a la persona, sus miedos, sus frustraciones, sus preocupaciones, sus ilusiones, sus fantasías, sus inquietudes, sus virtudes y defectos, su filosofía de vida. Aquello que la hace reír o llorar, que le da paz o la revoluciona, aquello que le preocupa o le da vida... Y de esa manera darle a la sumisa aquello que le haga sentirse plena, saber entenderla, activarla y gestionarla.

La confianza es otro puntal básico, juntamente con la transparencia, ya que se desnuda mucho más que un cuerpo. Se desnudan las vergüenzas, las cosas más íntimas, ya que la sumisa queda muy expuesta, demasiado en ocasiones, pero eso es lo que realmente ofrece a cambio de que la hagas crecer, sentirse valorada y única, importante para su Amo. Alguien que encaja en su ser.

Porque en ese encaje mutuo, en esa sinergía, ambos deben aportar su grano de arena, adaptarse el uno al otro, y ¿Por dónde se empieza? se preguntarán, pues por unas siglas básicas que en este mundo conocen todos CSS (Consensuado, Seguro, Sensato). Una relación BDSM que se inicie simplemente por un Dominante que impone a la sumisa absolutamente todo lo que él cree que tiene que imponer, no es una relación de entrada con garantía de éxito, aunque de todo habrá por ahí, pero la mayoría empiezan a romperse justo en ese punto. Porque en la primera señal de no respeto hacia quien tiene la intención de entregarse.

En ese CSS se crean los límites de cada uno, qué prácticas si y cuáles no, afinidades, gustos, filias, fobias, gestión del tiempo, el qué, el cómo, el cuándo, el dónde, el por qué, el por qué no. Es el nacimiento de las reglas que van a manejarse en esa relación y no tienen porqué ser iguales a las demás ni parecidas, porque esos son pactos entre dos y solamente entre dos. Y en cada pareja serán diferentes en función de perfiles y valores de cada uno, o gustos. No hay dos relaciones D/s iguales, no hay dos sumisas iguales, no hay dos Dominantes iguales, no somos iguales afortunadamente, aunque nos una un vínculo, una pasión o una forma de entender la vida.

Esto que parece tan elemental, no siempre es así. Hay Dominantes que se empeñan en tratar a todas las sumisas de la misma forma, con las mismas prácticas, como si fueran clones o como si todas las sumisa tuvieran que parecerse a ladrillos. Da igual cual cojas, todos son cuadrados, rojos, hechos de arcilla y duros. ¿Se lo creen ustedes? Yo no.

Otra cosa que siempre me ha sorprendido mucho mientras conocía posibles sumisas a las respuestas que me daban ante la pregunta de ¿Qué esperas o que tipo de Dominante es el que buscas? ¿Qué características o aptitudes debería tener? Muchas dibujaban al príncipe azul, es lo que llamo el síndrome del príncipe encantado. Lleno de cualidades, pero claro, luego la realidad era que no lo encontraban, posiblemente por dos razones, la primera porque no existe, y la segunda porque en muchas ocasiones exigimos alguien al lado de un nivel superior al que tenemos. No es coherente querer un Dominante culto cuando a la sumisa no le gusta la lectura por ejemplo. Al final lo más sensato siempre es que haya un equilibrio a todos los niveles o cuanto menos, que las diferencias no sean muy evidentes. Pero como digo, es sólo mi opinión, nunca la verdad.

Otra característica que creo debería tener una relación de este tipo es el respeto por la misma, el Dominante es el primero que debería ser riguroso con lo que dice que piensa, con el respeto a ese CSS pactado. Dar ejemplo, y velar por el cumplimiento de ello. La realidad en muchas ocasiones no es esa por desgracia.

La sumisa por su parte también debe aceptar su papel y hacer crecer la relación. Los términos que se definan y no jugar al juego vainilla de aceptar de entrada unas condiciones con la intención de querer cambiarlas con el tiempo para conseguir más atención, más tiempo, o cambios personales que no se pactaron de entrada. Ya me entienden. El resumen de esto es que cada uno sea la persona, la sumisa y Dominante que decían que eran cuando se conocieron.

Y hasta aquí mi visión personal de cómo concibo este mundo. Podría extenderme mucho más pero no quiero cansarles.


Estoy de acuerdo con David en que por encima de todo está la persona y luego el rol y que hay que pactar ciertos consensos antes que nada. Aún así pienso que, aunque se respete el haber hablado y pactado ciertos acuerdos, siempre se puede cambiar de opinión y volver a reajustar si es necesario. Y si no se pueden modificar por los motivos que sean pues se deja la relación como personas adultas y civilizadas. Aquí paz y después Gloria.

En cuanto al príncipe azul, jejeee añadiría también a la ''princesa soñada'', que  esta versión también se da por parte de algunos hombres. Idealizar a la sumisa bañada en la perfección, tampoco existe. 

Aunque nuestras filosofías de vida sean distintas siempre es un gusto dar con personas como tú. Muchas gracias David por compartir tu visión personal en mi blog, ha sido un placer leerte.

miércoles, 10 de junio de 2020

Por chula (Relato)


Autora: Marta

Aparecían ya los primeros días de buen tiempo, sol, días más largos... una verdadera delicia. Además el mes de Junio es uno de mis favoritos, se empieza a respirar diferente, cambio de armario, guardar los abrigos, las botas, guauuuu y sacar la otra ropita... Yo empezaba a andar por casa más ligera de ropa y descalza, me encanta andar sin zapatillas, además es una de las cosas que más me gusta del verano, estar sin calzado y desnuda siempre que pueda y esté donde esté.

Habíamos salido a la calle y estábamos en una terraza tomando el vermut y de repente me entraron unas ganas tremendas de que me tocara los pies, así que me quité los zapatos y los puse encima de sus piernas, no sin antes haberle toquiteado un poco la entrepierna... jijijiii Me miró arqueando sus cejas y con cara de ¡No vayas por ahí!... Obedecí y paré mientras le mostraba una sonrisilla de oreja a oreja...
  • Uhmmmmm un masajito... porfaaaaa
No me dijo nada y directamente me cogió los pies y se puso a masajearlos, me encanta!!! No me pone cachonda pero aún así me fascinan que me los toque.
  • Uhmmmm que gustooooo por Diossssssss
  • Los tienes fríos!!!
  • Yaaaaa siempre están fríos, me podías quitar el calcetín...
  • No!! Que hace poco has estado con fiebre, ¿Recuerdas?
  • Pero ya estoy bien!!!
  • He dicho que No!!
Después de masajearme un pie y luego el otro... me puso los zapatos, pagamos la cuenta y nos fuimos a comer a casa.

Nada más llegar lo primero que hice fue descalzarme y como tenía calor no me puse las zapatillas, preferí quedarme descalza.
  • No andes así y ponte las zapatillas!!
  • Que pesadito estás, no hace frío y además estoy con los calcetines!!
  • Te tengo que volver a recordar que hace dos días estuviste enferma? ¡Póntelas!
  • Jolinessssss que no hace frío, estamos en casa, no en la calle! y ya no tengo fiebre, ¿Cómo te lo tengo que decir?
  • ¿Encima te vas a poner chula? 
  • Pues sí! Y con las mismas me quité los calcetines y se los tiré!!!
Directamente vino hacia mí y mi reacción fue salir de la habitación, a veces cuando ya no puedo poner remedio no sé porqué intento posponer lo que me viene encima.
Me metí en el baño y se metió detrás, me dio la vuelta y nuestras miradas se cruzaron, la suya era amenazante y la mía entre desafiante y enfadada.

Y con la misma, estando de pie se quitó una de sus zapatillas de andar por casa me cogió de la cintura por detrás dejando mi culo expuesto y me dijo: Te vas a poner las zapatillas, si no lo entiendes por las buenas, te tocará entenderlo por las malas... Y con las mismas, empezó a darme en el culo con ella... zasss zassss zassss

  • Auhhhhhhhhhhhhh
Después de un ratito e intenso momento, me dijo: Coge el termómetro!! Quiero comprobar si tienes fiebre!
  • No tengo!! Eso fue el otro día, ahora no tengo, estoy bien!!
  • ¡He dicho que lo cojas!
  • ¡No quiero! -se lo dije con la mirada baja y la voz entre temblorosa y aniñada-
Lo cogió él y me lo puso en la mano y cerró el puño.
  • Tú llevas el termómetro y yo llevo el cepillo -cogió el de la ducha que tenemos colgado detrás de la puerta del baño-
Se me revolvió un poco la tripa, si el cepillo del pelo me duele el de la ducha casi más... Y el termómetro me provocó sólo de pensarlo, mucha vergüenza, rabia, humillación y ... excitación... un popurrí de todas estas emociones.

Me cogió de la muñeca y me llevó al salón, se sentó en el sofá. Dejó el cepillo a un lado, me dejó de pie delante de él, me bajó el pantaloncito que me había puesto para estar por casa, después las braguitas... y con el culo al aire me colocó en sus rodillas. Me escocía un pelín por los azotes que me acaba de dar en el baño. Me pidió el termómetro que seguía en mi mano apretada y se lo di.
  • Te vas a llevar una buena por andar descalza, desobedecerme y ponerte chulita. Y reza para que no tengas fiebre!!
Yo me quedé muda, no salió nada de mi boca, y también me quedé quietecita, 
Me separó un cachete del otro y primero me metió un dedo y estuvo jugando con mi ano... para después introducirme poco a poco el termómetro. 

Y así de esa guisa me tocó estar durante cinco minutos con el termómetro y aguantando encima su regañina... aunque también mientras, por otro lado, me acariciaba el culo...

Pudo comprobar al quitarme el termómetro que efectivamente no tenía fiebre, ya lo sabía yo!! pero con tal de salirse con la suya!!
Después me cayó una buena zurra primero con la mano, esa la aguanté bien. Luego pasó al cepillo y bufffff todavía me duele el culo de pensarlo. Me dio bastantes y cuando empecé a retorcerme paró y me dijo que fuera a reflexionar al rincón por mi comportamiento, no sin decirme antes que fuera a la habitación a ponerme las zapatillas. Me sentó mal no, lo siguiente... Aún así no me quedó otra que ir a por ellas.

Después de estar expuesta en el rincón con el culo rojo como un tomate durante un rato, se levantó y le sentí detrás de mí... Me tocó la vulva y comprobó que estaba empapada.
  • Vaya, vaya lo que tenemos aquí, castigada y mojada... ¿Te parece bonito?
No dije nada... solo gemí...
  • Todavía no hemos terminado... -mientras me daba unas palmadas en la vulva-
Cogió una silla y se sentó, me dijo que fuera, me acerqué totalmente excitada y a la vez temerosa porque no sabía lo que pasaba por su cabeza.
  • Vamos a terminar como empezamos, quítame la zapatilla y dámela! 
Con cara de incredulidad no me quedó más remedio que quitársela y cuando lo hice me entraron unas ganas tremendas de estampársela en su cara, obviamente sólo me lo imaginé, no lo hice... La suela de sus zapatillas es más dura que blanda y Joder lo que duele!!  Aún así, obedecí y se la di, y con un gesto me dijo que me tumbara en sus rodillas. Obedecí sin rechistar, primero me acarició eso sí, mientras me decía:
  • ¿Vas a volver a andar descalza?
  • No... (cualquiera le decía lo contrario...)
  • Bien! Eso espero!
Y sin más me empezó a dar una buena tunda, más suaves que los primeros que me dio en el baño, aunque ésta vez la cantidad fueron más y además mi culo ya estaba dolorido y magullado, aún así me cayeron igualmente.

Los últimos los aguanté como pude, ya no sabía como ponerme, buffff me tocó ver un rato las estrellas durante la última tanda.
Eso sí, cuando terminó estaba muy muy excitada, me acarició el culete durante un ratito, me encantó... y a la vez me subió el calentón que ya llevaba encima por su forma de hablarme, mirarme, sus gestos, su actitud y su energía... Todo él y toda la situación hizo que me empapara.

Me sentó sobre su regazo y acto seguido me recoloqué para acabar a horcajadas encima de él y en plan mimosona, mientras seguía acariciando mi culete yo le daba besitos por el cuello y la cara, hasta terminar comiéndole la boca... le desabroché el pantalón para después quitárselo y bajarle los boxer... Todavía recuerdo como su pene erecto se metía despacio en mi vagina y poco a poco y cada vez cogiendo más fuerza y ritmo acabamos trotando como si no hubiera un mañana...

miércoles, 3 de junio de 2020

Los azotes en la DD (Por Octavio)




Esta entrada pertenece a Octavio, Dominante y sádico de Costa Rica y con su permiso lo comparto con vosotros/as. El texto aunque es breve, resulta ser muy interesante y provechoso cómo expone y describe su visión con respecto al papel que tiene el spanking en la disciplina doméstica.


En mis juegos diría que hay tres tipos bien definidos de azotes, que aún formando parte de un todo, juegan un papel distinto y le dan a cada juego un enfoque diferente.

El primer tipo serían los que se dan por pura ''diversión'' y cuyo único objetivo es la búsqueda de una mutua excitación sexual. Estos no necesitan de desencadenante, ni ritual alguno.

El segundo tipo son los que yo denomino por ''pecado venial''. En este caso sería su causante ciertas actitudes más que actos en concreto, por ejemplo comportamiento orgulloso, nerviosismo, mal carácter... con lo que el objetivo de los juegos en este caso, sería el de aliviar esas tensiones que provocan esa actitud. En este caso, si hay un desencadenante y tienen que tener también su ritual, para que quede claro el motivo de llevarlos a cabo. Aunque también ese alivio de tensión del juego, va a terminar seguramente debajo del edredón.

Y el tercer tipo sería los de ''corrección''. En este caso se busca o se pretende corregir un acto ''real'' y concreto. Un comportamiento nocivo o peligroso, el incumplimiento de una norma... En este caso, también hay un desencadenante y tiene que haber un ritual en consecuencia a la gravedad de la ''falta'', donde no puede faltar una reprimenda, con su consiguiente azotaina y terminar con el tiempo de reflexión en el rincón. En este caso el objetivo no es sexual, aunque es cierto que toda la fase ''consuelo'' lo más probable es que termine en la cama, no será de inmediato, puesto que el objetivo es una corrección ''real''.

Yo diría que los tres tipos conviven en perfecta armonía dentro de los juegos entre mi pareja y yo. No diría que hay ninguno preferido, simplemente se dan según las circunstancias. Y a pesar de lo que puede parecer, todos tienen su componente erótico, incluso los que parecen ''educativos'' tienen un especial erotismo, como el recordar después, lo que puede pasar cuando se porta mal.


En el escrito me llamó la atención como estando él en la D/s a la hora de describir y vivir el spanking, en este caso la disciplina doméstica con su sumisa pudiera tener rasgos tan característicos a mi forma de sentirlo desde mi condición de spankee.


Siempre he hablado de las diferencias entre el Bdsm y el spanking y por supuesto no voy a cambiar de parecer porque en este caso Octavio rompa la regla y se asemeje a la hora de vivir las azotainas con lo que es para mí el mundo del spanking. Aún así reconozco que me gustó comprobar que viviéndolo de formas diferentes, ambos podemos coincidir en éste punto.