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viernes, 20 de diciembre de 2019

El perfil de un Spanker II



Ya publiqué otra entrada en relación al perfil de un spanker, lo podéis leer pinchando  ⇨ aquí
Me apetece ampliarla y hablar acerca de los rasgos que supone ser un spanker, o por lo menos para mí son imprescindibles como parte spankee que soy.
Y recordar también que estas características nada tienen que ver con una relación D/s, o más bien con el perfil de un amo, aunque puede haber similitudes, no digo que no, aún así no me canso de repetir que hablamos idiomas diferentes.

Lo que identifica a un spanker vendría a tener las siguientes peculiaridades:

Seguridad, para mí es la clave número uno, me tiene que dar seguridad en muchos sentidos y jugando es fundamental. Mi manera de verlo es que una persona segura de sí misma también lo será mientras juega porque es algo  implícito, lo único que a lo mejor ese detalle no lo tiene en cuenta y no lo saca, pues sí, hay que mostrarlo, es imprescindible.
Cuando estás jugando el spanker no puede dudar nunca, me refiero que se note, las dudas aparecerán en cualquier momento es normal, pero no se tiene que notar. Es igual que cuando un actor/actriz se sube a un escenario siempre habrá nervios y será como si fuera una primera vez, los nervios no van a desaparecer nunca pero no se puede notar, el espectador no lo puede percibir. Pues llevado a la escena spanka, la parte spankee tampoco, porque sino se acaba la función.  Y entiendo que no todo el mundo sirve para afrontar ese papel o que le guste hacerlo, es obvio que quienes jugamos debajo es porque preferimos estar en la otra parte. 

Te lo tienes que creer, me explico, a la hora de entrar en modo juego la parte spanker a parte de mostrar seguridad como he dicho antes, ha de creerse lo que dice, por ejemplo si te dice: Estas castigada! se tiene que notar en la voz, en el tono firme y contundente. Vamos que te lo tienes que creer! 
Porque sino la sensación que percibe la parte spankee es como que no has entrado realmente en tu rol por decirlo de alguna manera.
Esta peculiaridad es también fundamental en el perfil de la parte spanker. 

No dejar que se suba la spankee, la forma que tenemos de jugar entre spanker/spankee por lo menos en mi caso y por lo que conozco en este tipo de relaciones suele haber un toma y daca. Digamos que la batuta la tienen ambos, cuando la tiene la parte spankee la tiene durante un periodo de tiempo, y suele ser un juego de tira y afloja... me refiero a llevar digamos ''el control'' del momento. Quiero decir que van mandando uno u otro indistintamente. Cuando se está en un sitio privado donde puede dar lugar a una azotaina y la spankee se quiere subir, está bien que el spanker de cierto cuartelillo pero es muy importante que no la dejes que se suba demasiado porque se puede perder la energía. No sé si me explico, hay que mantener un ritmo, como en una obra de teatro, la obra se mantiene viva y expectante porque los actores llevan un ritmo en relación a la energía que se genera, no se puede perder el ritmo porque la energía cae y el espectador deja de prestar atención... pues algo parecido ocurre mientras se juega. En este caso si la parte spankee se sube demasiado y la parte spanker no la baja... digamos que la energía cae y se pierde. Se puede volver a remontar claro está, pero ya sabiéndolo si se puede evitar pues mejor.

Tener el control, después de haber pasado por ese digamos, intercambio de poder y cuando coge el control el spanker lo coge con todas las consecuencias, no lo puede soltar hasta el final. Por mucho que forcejee la spankee, proteste y patalee forma parte del juego.  Él decide todo, si por ejemplo las bragas quedan por las rodillas al igual que el pantalón y en algún momento ella quiere subírselas pues no! lo decidirá él, y la puede decir algo así como: ¿Te he dicho yo que te puedes subir las bragas?  ...
Ella ha de notar que el control lo lleva él es importantísimo éste detalle y lo digo totalmente en serio. Cuando se esté en modo juego se está y ceder el control forma parte de ello, sino no se cedería. 

Y por supuesto no creo que  haga falta que diga que en todo momento se juega con sentido común, y que ya ha habido un primer contacto y mucha comunicación entre ambos. Antes de iniciar nada se habla de acuerdos y consensos y esas cosas...

En resumidas cuentas, en estos momentos cuando se comparte juego cada uno sabe el lugar que ocupa, aunque la spankee se ponga flamenca y quiera mandar en algún momento hasta eso también formará parte del juego. 
No hay una regla exacta, cada vez será diferente y no siempre conlleva la misma intensidad. Aún así a la parte spankee nos gusta ver que el spanker nos hable y se comporte de una manera segura de si mismo y que se note que se lo está creyendo, que no se vea forzado, que se vea y se perciba que lo que se está viviendo sea real, tan real como la vida misma. No deja de ser un juego pero de verdad. 
Cuando la parte spankee quiera ponerse por encima de él (en el caso que se pueda dar esta situación), si es en un sitio público pues siempre se puede amenazar con la mirada, o con una frase bien dicha cara a cara o susurrándole  al oído, o simplemente dejarla que se crezca... Ya vendrá el ajuste de cuentas después.  En los sitios públicos es más dificil que la energía se baje, es diferente a los espacios cerrados y dados a la intimidad, ahí es cuando hay que sentir y percibirlo para evitar que se pierda. Por último e igual de importante, una vez que tiene el control la parte spanker lo tiene, y ahí él manda en todo momento, decide cómo será el castigo y cuando finaliza. Para eso la parte spankee cede su control, para que la parte spanker se haga cargo de ello en todo momento.


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