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domingo, 7 de julio de 2019

Como vivo el spanking




El Spanking desde mi gusto personal e intransferible va mucho más allá de recibir unos azotes, para mi ES UN TODO. Es un juego 'real' pero un juego al fin y al cabo. Me encantan los rituales que se generan, desde colocar la silla en medio de la habitación, hasta estar mirando la pared, lo llaman algo así como 'el rincón de pensar' que realmente lo que menos haces en esos momentos es pensar. A ellos les gusta verte así, expuesta y contemplándote, es un momento de 'vergüenza y humillación' aunque estos sentimientos me acompañan durante casi todo el recorrido y estando así mirando la pared, también.

Es un todo porque cuando algo me gusta y me pone, todo gira alrededor a eso que tanto deseo, que tanto me apasiona. Puede haber otros ingredientes que se pueden ir agregando pero como la sal no hay nada, no hay ninguna otra especie que le pueda ganar al spanking, por eso para mi es un todo.

También podría decir que se compone de un comienzo, un desarrollo y un final.

Comienzo: Sería como gestar algo que va a pasar, que sé cómo voy a terminar y aún así es nuevo, cada vez es diferente. Es como una cadena de acontecimientos que se dan en el juego debido a mi comportamiento, por mi forma de actuar, decir/hacer o no hacer y las consecuencias de ello. Hay mil formas de empezar un juego… puede provocar tanto la spankee como el spanker, el caso es que salten las chispas.
Una vez que se da por comenzada la partida, sólo toca esperar…
Se pueden dar en ipso facto, un aquí te pillo aquí te doy, hombre¡¡ si estás en un sitio público es más complicado, que por cierto, mola mucho ver las caras que pone el spanker y saber que en ese momento tú tienes el control y llevas la batuta puesto que no puede hacerte nada. O puede ser algo que se va gestando poco a poco hasta que explota y pasa lo que pasa y aunque pueda oler lo que va a pasar me suele pillar por sorpresa o por lo menos yo lo vivo así. Con lo cual antes de que pase nada y sólo con alguna mirada, algún gesto, alguna palabra… ya puedo sentir como van revoloteando las mariposas en la tripa.

Desarrollo: Es el momento que no sé ni como ni porqué estoy metida en ese berenjenal. Una parte de mi quisiera salir corriendo de allí, suelo luchar para no dejarme doblegar y otras obedezco sin más (ésta es más raro que se de en mí aunque también lo vivo y a veces me comporto así). Cuando estoy sobre las rodillas de él, lo siento todo en su máxima expresión y no sólo me refiero al dolor que se está generando en mi culo, sino que también me pica el orgullo, mi ego y no sé que es peor… Las sensaciones, emociones, el sentir digamos que en ese momento se multiplican por 1000.

Final: Una vez que supuestamente se da por finalizado el castigo, se puede decir que empiezo otro estado de placer, que va desde un estado de relajación total a una excitación en todo su apogeo. Verme las marcas y el color en la piel, sentir el calor que sube y se traslada por todo el cuerpo, el escozor… (También es cierto que algunas de estas sensaciones las siento mucho antes de que haya finalizado). También me acompañarán por unos días y me llevará a rememorar lo vivido y a seguir disfrutándolo desde la imaginación y el recuerdo de algún pasaje.

Digamos que un después de… no llega a ser un final en si mismo, más bien diría que es un to be continued.

2 comentarios:

doyluzamisombra@gmail.com