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viernes, 29 de noviembre de 2019

Una consulta




Así era el asunto que hace unos días recibí por e-mail de una persona que llevaba relativamente poco practicando spanking y me quiso preguntar acerca de algunas dudas que se plantearon después de un encuentro con su pareja de juegos.

Antes que nada decir que no me considero ninguna experta en la materia, sólo llevo unos años que salí del armario y experimentando con el mundo del spanking. 
Por mi parte encantada de poder aportar lo poco que sé y de poder retroalimentarnos unos con otros y por supuesto dar las gracias por la confianza depositada en mí. 

Pues bien, esta persona (siendo la primera vez para ambos) me preguntó entre otras cosas que si era normal que las marcas, moratones salieran al día siguiente y no durante el tiempo que estuvieron jugando. Primero decir que todo va a depender de la piel de la persona que esté recibiendo y de la intensidad y/o instrumentos que se usen y sobre todo de cómo se utilicen. Por otro lado decir que los moratones suelen salir después de una azotaina, primero el culo va cogiendo el color rojo, el tono del rojo irá subiendo y será cada vez más intenso y puede llegar hasta el morado (el moratón) jajaaa
Y si juegas por la noche y después te acuestas, pues la sorpresa te la encontrarás al día siguiente cuando te mires en el espejo. Posiblemente te mires por curiosidad por ver cómo lo tienes y por otro lado porque te siga doliendo y quieras verlo!!!

Dependiendo de la intensidad de la azotaina y como he dicho antes de la piel de la persona que lo reciba, es normal también estar unos días después con dolor de culo, tanto al sentarte (principalmente) como al rozarte con algo... 

También decir que a medida que vas practicando la piel se va curtiendo y cada vez se resiste más (o por lo menos esa es mi experiencia) independientemente de que hay días en que estás más flojita y te duela todo más y resistas menos y otros días que aguantes un montón, esto nos pasa a tod@s. Y también que el color de la piel roja que se queda con los azotes, con el tiempo ese color será menos duradero en la piel y a medida que el culo vaya cogiendo práctica el color de la rojez se irá más rápido.  

Una vez que el moratón/es salgan ya no se quitarán hasta que se vayan por sí sólos, lo único que se puede aliviar la piel con cremas hidratantes y/o con la pomada thrombocid, aunque yo personalmente no uso pomadas y de usarlas prefiero la traumeel porque es más hidratante que la otra, se extiende mejor y es más natural (no soy muy amiga de los medicamentos). Ambas las consigues en la farmacia, la traumeel es homeopático. También se puede usar otros remedios más naturales como la aloe-vera por ej. 

Para aliviar el dolor después de recibir los azotes también se puede poner un paño escurrido con agua y si a la persona que da, le duele la mano puede meterla en un recipiente con agua normal o semi-fría y/o agarrando una botella que esté fría y frotándola.

Si se quieren dejar marcas un truco, después de una buena azotaina hagan que se siente a la/el spankee o en una silla dura o en algún sitio rugoso y tendrán marcas al día siguiente. Por el contrario si no se quieren marcas o las menos posibles, tras la azotaina no debe sentarse en ningún sitio y permanecer de pie hasta que se baje la rojez.

También me preguntaron por el floguer por si dejaba menos marca y claro... yo no uso floguer... mi sentido común me dice que dependerá de cómo lo uses, y del modelo del floguer, los hay algunos con pequeños nudos y esos nudos precisamente es lo que duele y pueden dejar la marca. Como es un instrumento que yo no utilizo le he preguntado a un muy buen amigo mío para que me diera su opinión y lo escribo tal cual me ha comentado.
El tema del floguer: Es un elemento que como todo hay que saber usar, se tenderá mucho a administrarlo desde un costado y por norma general las tiras invadirán las partes externas del culo por lo que casi siempre se producen marcas en los costados ya que son partes más blandas y que son azotadas con menos frecuencia. Además suelen picar mucho por ese mismo motivo. Es un elemento más Bedesemero que del mundo Spanking, quien lo use debe tener cuidado de que las puntas no sobrepasen el contorno del culo y se queden en el carrillo únicamente, luego se cambia de lado y se sigue en el otro carrillo. También es importante recoger las tiras con una mano antes de proceder al impacto ya que si van muy sueltas irán a todos los lados. 
Conclusión: Suelen dejar marcas en las partes laterales de las piernas y suelen picar bastante.

Al final y recapitulando, el tema de las marcas o no marcas dependerá de la piel de la persona y de cómo se usen los instrumentos incluyendo la mano que también lo es.

Si alguien quiere aportar su experiencia personal y dar algún remedio o info al respecto es siempre bienvenido!! 

Gracias!!


martes, 26 de noviembre de 2019

La Regla

 

Este post lo voy a dedicar a la regla, instrumento de madera y muy acorde con la disciplina en relación a la educación escolar por la simbología que tiene.

La regla se puede usar para dar en las manos y en el trasero, algo típico que se ha usado en colegios y en diferentes culturas. No todos los instrumentos casan para recibir en la mano y en el culo, éste es uno de ellos. 

Las medidas de la regla puede variar, las puedes encontrar de 30 cm, 40, 50, 60... incluso las hay más pequeñas y con más medida también. Para mí lo ideal es de 50 cm, aunque por supuesto va en gustos.
Del mismo modo las puedes encontrar de diversos diseños en cuanto a su forma, la que nos compite en este caso para dar azotes en el culo sería como la que viene en el dibujo de la entrada. También las tienes más gruesas y a la vez más finas en cuanto a su ancho, el  standar diría que suele estar en 4 cm. 

Las puedes encontrar antiguas, éstas son las que más me gustan a mí y luego las hay también más modernas. Las antiguas se pueden encontrar en algún mercadillo medieval o por internet, la mía es de una mercedería online que fabrican reglas aunque no sé si aconsejarla... la mía se rompió casi-casi mientras la estrenaba... no sé si es por la calidad de la madera o es porque  mi culo es así y a veces rompe instrumentos, o porque simplemente se tenía que romper... 

Las posiciones para su uso puede ir desde la otk (sobre las rodillas) hasta apoyada en una mesa, una silla, un futón, el brazo de un sofá... Estando de pie como la imagen de la entrada no es muy aconsejable, se podrían dar un par de azotes al estilo: cogerla por un abrazo mientras se camina al sitio donde se va a propinar el castigo diciendo: VAMOS ARREA!!, (mientras la parte spankee protesta y forcejea...) TIRAAAA QUE TE VAS A ENTERAR!!! plass plass... Más o menos vendría a ser algo así un ejemplo de como darlos en la posición de pie.

También la regla es ideal y da juego para vestirte con uniforme escolar... si se da la situación, o más bien tendría que ser una orden en este caso. De mí no saldría vestirme así para recibir unos azotes la verdad, bueno en general de mí no sale poner el culo ya de entrada, ya lo he comentado en otros post. 

La escena que se genera con la regla también lo identifico como castigo, más light que con la vara (por lo menos para mi culo sí lo es) pero un correctivo al fin y al cabo.,  quizás lo veo así por lo que representa este instrumento, lo relaciono con el colegio y los castigos que se recibían antiguamente. Con lo cual, veo una regla y sin querer pienso en eso...
Y si la azotaina va acompañada con una buena regañina mejor que mejor, bueno yo diría que lo suyo es que vaya en el paquete, todo junto.

Las marcas dependerán como digo siempre, de cómo se use, serán en principio rojas, y al ser madera dejará un cerco blanco y luego se convertirá en moratón, es el efecto que hace la madera en la piel que después de una azotaina salen cardenales. Son menos pronunciadas que las que produce el cepillo aunque los dos instrumentos son de madera, pero en este caso el cepillo pesa más y deja más señales que la regla. A mí personalmente no me importan porque me gustan las marcas, pero también este detalle va en gustos. Otra peculiaridad es que la regla suena y pica, el cepillo no suena y es más escozor que picor.

Aunque prefiero otros instrumentos antes que la regla se puede decir que también está en mi lista de favoritos, por este motivo le quería dedicar su espacio en mi blog más por lo que me produce cuando la veo y por lo que simboliza la interpretación que yo le doy en su puesta en escena...

Sentir la sensación cuando voy a ser castigada... y cuando lo estoy siendo en ese preciso instante, con una zurra y que en ese momento el instrumento de uso sea una regla uhmmmmm pues la situación en sí me pone y mucho. 
Y si además estoy vestida con mi blusa blanca, mi corbata roja, mi faldita escocesa roja y negra, mis calcetines blancos por las rodillas, mis braguitas blancas también y mis zapatos pues oye... todo suma!! jajajaa


viernes, 22 de noviembre de 2019

La zapatilla




Otro instrumento que me encanta es la zapatilla, sí, la zapatilla de estar por casa de hombre. Soy chica spankee hetero con lo cual me siento atraida por la energía masculina y en este caso lo representa la zapatilla.

Sé que salgo de las estadísticas porque la zapatilla es más un objeto que gusta más en los spankees chicos y siendo la zapatilla femenina la que predomine entre sus instrumentos favoritos. En este caso me uno a su gusto aunque cambiando el género.

Lo que más me gusta es la mano, y si tengo que elegir un segundo instrumento favorito estaría entre el cinturón y la zapatilla... una elección difícil para mí.

Para los que piensen que la zapatilla no duele, les diré que dependerá de la suela. Si la suela es blanda y la zapatilla se puede doblar sin problema entonces no duele, si la suela es dura y la zapatilla no se puede doblar o se dobla casi nada entonces sí duele, lo digo por experiencia propia. 
De todas formas el tema 'dolor' dependerá por un lado de la intensidad de cómo se de, como cualquier otro instrumento y del rango de dolor que tenga cada un@. Hay personas que aguantan más y otras menos y no por eso se es mejor o peor spankee. Y a parte también según te encuentres en ese momento, hay días que aguantas lo que no está escrito y otros días que estás más blandita y aguantas menos. 

¿Por qué me gusta tanto? 
mmm pues no lo sé muy bien, la verdad, jajaaaa
Y no, no tiene que ver con mi infancia, para los que intentan buscar una explicación a todo, en mi casa nunca me dieron con la zapatilla, algún cachete me llevé pero no tiene que ver con lo que estoy viviendo en mi edad adulta. De hecho no concibo los juegos entre adultos como medio de castigo en la niñez, para mí están fuera de lugar. 

Uno de los motivos por el cual me gusta tanto la zapatilla es porque se suelen dar los azotes sobre las rodillas. O de pie, estando doblada y cogida por la cintura con el brazo del spanker, es otra postura que me encanta y también muy acorde para usarla.

Otra causa es porque me sigue poniendo y mucho que sea algo que tenga él y se lo quite. O como ya he vivido en ocasiones, que me haga esperarle en casa mirando la pared con una serie de instrumentos encima de la mesa y entre ellos ...'la zapatilla'...

Me encanta porque es un instrumento que sin quererlo tiene un toque infantil y yo soy un tanto little con lo cual la cosa casa muy bien.

También me atrae porque el dolor que me produce es bastante soportable, por lo menos las zapatillas que han caido en mi culo hasta ahora.
Dentro del dolor que me producen los diferentes tipos de instrumentos, la zapatilla es uno de ellos que me resulta muy atractivo y gustoso aunque me duela, claro! Porque doler duele.

Y otro motivo que veo por el cual me siento seducida por la zapatilla es porque a veces creo que soy un poco fetichista de ropa y de artículos masculinos... por ej. el olor a ciertas colonias y/o perfumes de hombres, me pone mucho!! o el ir a tiendas y pasearme sólo por puro placer por la sección masculina... y como no, cuando veo zapaterías, la vista se va directa a las zapatillas de hombre de estar por casa... curioso me resulta, la verdad. jejee

Por todos estos motivos y otros tantos que ni yo misma sé me siento atraida, me pone muchísimo y me hipnotiza tanto...


martes, 19 de noviembre de 2019

El Cinturón


Otro instrumento que destaco y entre mis favoritos es el cinturón, para mí tiene un compomente más adolescente que infantil. Lo he visto usar estando en otk pero no es tan habitual, normalmente tanto por experiencia propia como visto en vídeos suele usarse apoyada en una mesa, estando encima de una silla o futón, brazo de un sofá (como en la imagen), en el borde de la cama o tumbada en ella...

Al ser un instrumento de cuero y flexible se puede usar de arriba a bajo sin problema, (la vara por ejemplo al ser rígida como indiqué en una entrada anterior, para usarla de la mejor forma, sería de manera horizontal).
Se suele usar doblado por la mitad y agarrando de la hebilla para evitar dar con ella. Y también hay que estirar bien el cinturón porque si no se dobla un poco y el golpe cae con el borde y eso sí que duele y señala la piel.

Para mí es uno de los instrumentos más soportables que he probado hasta ahora. Suelen doler a medida que se van recibiendo los azotes, los primeros o por lo menos a mí me pasa los llevo bastante bien. Además cuando me empiezan a doler no diría que es un dolor horrible como el que me produce la vara o incluso el cepillo, que digamos que necesito respirarlos más para traspasar el dolor, con el cinturón lo transito antes.

Las marcas que suele dejar son huellas rojas y con la anchura del propio cinturón, a medida que se dan obviamente el dolor irá en aumento y también dependerá por supuesto de la fuerza con la que se den los azotes.

El cinturón tiene su componente de ritual, bueno todos lo tienen la verdad, pero destaco el cinturón quizás por ser una prenda que lleve puesta el spanker. Te puede decir que hagas algo en concreto y hacerte la remolona o no querer hacerlo y puede amenazarte con quitárselo. Sólo ese detalle hará que obedezcas en ipso facto, a parte de darte un vuelco las tripas en ese momento.
También puede pedirte que seas tú quién se lo quites y se lo des. 
O incluso como experimenté en una ocasión que fueron azotes con mi propio cinturón... Y reconozco que no es lo mismo... 
Desde mi punto de vista el cinturón si es de él me provoca más emoción, digamos que algo que me pone cachonda es poder sentir la energía masculina y eso implica que el cinturón sea de él y no mío. Puede ser que tenga que ver el componente mental, me refiero que mi pensamiento lo relaciona con una prenda suya.

Otro componente que tiene el cinturón es el oído y lo visual. El oído con respecto al sonido que genera él al quitárselo, y lo visual porque la escena que presencias en ese instante lo que me genera es cierta tensión, miedo, expectación, y a la vez es un momento morboso y excitante. 

Aunque haya comentado más arriba que es uno de los instrumentos que más tolero, siempre va a depender de cómo me encuentre, nos pasa a tod@s los que ponemos el culo, no siempre se resiste igual. Hay días que lo soportas todo y otros días en que no se sabe porqué estás más sensible y aguantas menos. Y luego por supuesto dependerá de la intensidad y de la fuerza con que se use el cinturón.

Es una situación en la cual me toca acatar y donde mi orgullo y mi ego se ve igual o más afectado que mi propio culo. La parte emocional, a mi por lo menos me pasa y es que me duele casi más que la parte física.  Además de producirme cierto rubor toda la escena que estoy viviendo en ese momento se entremezcla con cierta excitación sexual, lo que produce que mi vulva se agrande y se moje ella solita sin tocarla...


viernes, 15 de noviembre de 2019

El Cepillo


El cepillo es otro instrumento y casi me atrevería a decir que es uno de los más típicos entre spanker/spankee.
Por él siento una especie de amor/odio... lo odio porque me suele doler bastante y cuando me duelen los azotes siento de todo menos gustito. Y amor porque la postura ideal para su uso es sobre las rodillas y es mi favorita, sólo por ese detalle siento también amor por el cepillo...

El sonido no suele ser muy escandaloso, más bien diría yo que hasta silencioso si lo comparo con la mano por ejemplo. Aunque como he dicho antes eso no significa que no duela, el sonido no es equivalente a dolor... hay un instrumento que se llama ''picha de toro'', no suena nada y duele muchísimo, y a título personal no le veo ningún atractivo. 

El efecto que hace el cepillo en la piel son unos círculos blancos en el culo que luego pasarán a un color rojo, luego el rojo irá subiendo de tonalidad hasta convertirse en moratón...
Aunque como todos los instrumentos, según el uso que le des dejará marcas o no, dolerá más o menos, depende siempre de cómo los utilice la parte spanker.
Lo suyo es calentar primero con la mano, a parte que para mí el calentamiento es primordial.

Para dar una azotaina, es mejor que el cepillo sea de madera, el plástico para la piel no es muy aconsejable. Los cepillos los tienes de varios tamaños y formas, más grandes, más pequeños, ovalados, cuadrados, e incluso aquí incluiría los cepillos de ducha, que suelen ser más grandes que los del cabello y también son de madera. 

Otra cosa que destaco y me gusta también y mucho es que si además en el mango tiene un agujero donde tiene un cordón es ideal para colgarlo en casa, son utensilios que pasan desapercibidos para gente fuera del mundillo, y no tienes que guardarlos cuando tienes visita. Además siempre digo, que yo no necesito ni me gustan 'los cuartos rojos' cualquier recoveco de una casa puede dar mucho de sí y todas son accesibles para ser castigada y recibir unos azotes.

No es un instrumento para usar muy fuerte porque de por sí duele bastante y si no quieres que se termine el juego pronto pues ya sabes... mejor ir despacio e ir incrementando poco a poco el número de azotes y por supuesto con pausas, esto creo que no hace falta que lo diga.

Tiene su componente infantil y su lado humillante...

Infantil porque es un instrumento que se usa principalmente en otk y postura más infantil que esa para mí no hay. Estar sobre las rodillas me hace sentir como si fuera una niña pequeña, en ese momento no tengo control de mi cuerpo, lo tiene él y eso a la vez me hace sentir también muy vulnerable. 

A la vez es humillante porque estás totalmente expuesta con el culo en pompa, lo único que se agradece es que no te puede ver la cara, algo es algo, jajaaa.
Y también se suma a la humillación, el hecho de que te pueda tocar ir a por el cepillo porque a él le de por ahí, y te diga en un tono serio y con autoridad: ¡Vete a por el cepillo!
En esos momentos te dan ganas de responder: ¡Vete tú! 
Si optas por esta opción, ya sabes lo que vas a conseguir. En mi caso según me encuentre en ese momento puedo llegar a contestar o no, depende...

El cepillo tiene un componente visual, al igual que todos los instrumentos que te gusten, en el sentido de que con solo verlo, las tripas se revuelve solas y las bragas se humedecen al instante, o por lo menos a mi me pasa.


martes, 12 de noviembre de 2019

La Canne


Quiero dar espacio a los instrumentos y no sé porqué me ha dado por empezar por el que más odio, no siento amor/odio como alguna vez he leído o escuchado por la propia voz de alguna persona. En mi caso directamente la odio, no siento ningún amor por ella.

Se llama canne (en francés y dentro del contexto de Bdsm), cane (en inglés), caña (en español) o vara.
suele medir más o menos unos 80-90 cm y algunas con forma de bastón. También las he visto por la mitad de tamaño y esas están más encaminadas para el bastinado (la planta de los pies), que nada tiene que ver con el culo jajaa. 

Suelen ser de bambú o rattán, al menos las que yo conozco y probado, aunque también existen de otros materiales.
El bambú es más ligero y sopla en el aire con mayor facilidad que la de rattán porque ésta última pesa más y de hecho duele más la de rattán. Cuanto más pese un instrumento dolerá más, está bien saberlo para tenerlo en cuenta.

La mejor postura sería que la persona que lo vaya a recibir esté en una inclinación de 90º, de esta manera así el culo estará ligeramente tenso de manera natural y no apretado o contraído porque sino duele más y eso no lo queremos. Una posición podría ser apoyada encima de una mesa como la imagen de la entrada.

Otra postura que también se puede usar es estando la persona de pie, inclinada 90º piernas abiertas y apoyándose en los pies, tobillos, o piernas, donde se llegue, importante, espalda recta y no curvada, por nuestra salud física. (A mí personalmente esta postura no me gusta, pero es una de ellas)

Y una tercera postura podría ser subida de rodillas en una silla apoyada en el respaldo, y si en lugar de una silla es un futón, mejor!! un futón puede dar mucho juego. También puedes estar en 90º apoyada con las manos en el borde de un sofá, cama o una banqueta.

El impacto a de ser recto y en horizontal.

Mi culo la conoce bien aunque no somos amigas y creo que nunca llegaremos a serlo... 
Desde mi punto de vista como todo en esta vida es cuestión de gustos, hay personas que sin haberla probado se pueden sentir atraidas por ella y otras que no.  O incluso sentirte atraida y una vez que la pruebas cambiar de opinión jajaaa. O no sentirte atraída, probarla y que te guste... hay de todo...

En mi caso no me he sentido nunca atraida por la caña,  aunque por diferentes motivos de la vida he recibido más de una azotaina con ella, vamos que estaría escrito en algún sitio que lo tenía que probar, eso, o que realmente me lo gano con mi comportamiento... no sé, habría que discutirlo...

Igualmente decir que es un instrumento de castigo, o por lo menos para mí lo es, aunque puede depender también de como lo uses, pero de entrada es de castigo y como tal no es para usarlo de manera cotidiana en el día a día. Más bien su uso sería reservado para momentos muy puntuales. Mi experiencia con ella es de esta manera, luego cada un@ como lo quiera vivir.

Puedo decir que el dolor que me produce es casi indescriptible, digamos que la sensación de picazón al impactar en la piel es como si fuera con un ligero retardo, se necesita de unos segundos para recomponerse o para dejar que el picor se extienda. Te llega a cortar hasta la respiración o por lo menos a mí.

Lo importante y la conclusión final es que la persona que va a recibir los azotes no apriete el culo y que no se mueva (como si fuera fácil quedarse quieta... pero mejor no moverse) para evitar riesgos. Y que los azotes que da la parte spanker sean espaciados y no seguidos ya que como decía, el dolor con cada impacto va con relentí y lo suyo es dejar que se expanda el picor por todo el culo antes de dar el siguiente. 

Aunque odie la caña con todas mis fuerzas, reconozco que consigue el efecto de humedecer mi entrepierna y no sé porqué. Y no, no soy masoquista, no busco ni me gusta el dolor por dolor. Las conclusiones que saco es el componente mental, que es más potente que lo físico. Hace poco leí por ahí algo que decía: ''la penetración sexual más profunda es de la mente'' y así es... Porque sino no le encuentro explicación a cómo reacciona mi cuerpo con la caña.


P.D. Aprovecho para dedicar esta entrada a alguien que hoy cumple años, muchísimas Felicidades y feliz - feliz en tu día.... y que cumplas muchos más... Un abrazo grande y un besazo!!! 

viernes, 8 de noviembre de 2019

Comunicación


Hay muchos tipos de comunicación, entre ellas se encuentra la Intrapersonal, digamos que el emisor y receptor es la misma persona, que viene siendo el diálogo interno que tenemos con nosotros a través de nuestros pensamientos y que enlaza directamente o más bien dan lugar a nuestras emociones. Esto quiere decir que dependiendo de cómo pensemos así será la emoción que sentiremos. Si vivís ajenos a ello os recomiendo que empecéis a observaros para que si tenéis pensamientos negativos aprendáis a cambiarlos por vuestra propia salud mental y emocional. 
Y en cuanto al Spanking o gusto sexual que tengáis pues imaginaros lo importante que es hablar con vosotros mismos y que os escuchéis en relación a lo que realmente queréis y cómo, sino lo habéis probado nunca preguntaros lo que os llama la atención. En definitiva cómo os estáis hablando en relación a la parcela sexual que tenéis en la cabeza?
Este sin duda será el primer paso antes de lanzaros a explorar por estos lares, o por lo menos para mí lo es. Si no te paras a observar a tu voz interna (en relación a cualquier cuestión que tenga que ver contigo) mal asunto... y en relación a tu vida sexual-emocional y afectiva pues más de lo mismo.

Dicho esto quería hablaros también y dedicar espacio a la comunicación Interpersonal, que es la comunicación que se da con los demás, mínimo dos personas. Y en este caso me quiero referir a la pareja, amig@ de juegos, compañer@, amante... lo que sea para vosotros y/o como lo queráis llamar.

La comunicación es el pilar más importante en cualquier área de la vida, hagamos lo que hagamos constantemente nos estamos relacionando con los demás. Y en relación a los juegos de spanking no deja de ser menos importante y diría que incluso más que cualquier otra relación que puedas tener, en el sentido de que llegas a compartir intimidades, complicidad y conversaciones que no sueles tener con cualquiera. 

La comunicación es de dos, tiene que ser recíproca y fluida, no se puede forzar. y a su vez tiene que haber un interés mutuo. También se puede pasar por etapas, hay momentos en los que se puede estar más conectados y conversar más y otras en que se puede hablar menos por los motivos que sea.
La clave está en mostrarse al otro, en abrirse y compartir cómo uno se siente es fundamental. Porque conversaciones banales como hablar del tiempo se dan por hecho. 

La comunicación entre un Spanker y una Spankee, es importante en todas las facetas y de principio a fin. Se habla de lo que a cada uno más le guste compartir con el otro y de manera mutua, las conversaciones tienen que fluir en ambas direcciones y cuanto más natural sea mejor.  Se conversa de muchas cosas y de entre esas cosas se exponen los gustos del spanking y cómo le gusta a cada uno, situaciones que se pueden dar, circunstancias, instrumentos favoritos, posturas, etc.

Al principio es normal que se vaya con cierto tacto, con pies de plomo porque no os conocéis, por mucho que se haya hablado de lo que vais hacer esa primera vez. Una cosa es hablarlo antes y otra muy distinta lo que saldrá.
Recomendable y fundamental ese primer café y contacto visual, face to face. Incluso por mucho que hayáis conversado y compartido el cara a cara puede que una vez en la intimidad no tenga nada que ver a lo que os hayáis imaginado. Muchas veces pasa... encajar con el otr@ depende de muchos factores.

En la comunicación importantísimo la sinceridad, siempre por delante. De lo que queréis, de la idea que tenéis en cuanto a los encuentros, si queréis que sólo sean esporádicos, si queréis ir un poco más y no dejarlo sólo en momentos ocasionales, si ya tenéis otra pareja y/o estáis casad@s. Hablarlo y dejarlo todo claro desde el principio. Este detalle con lo simple que es puede ser el primer filtro para much@s. Son conversaciones básicas pero no está mal recordarlo. Tener claro lo que queréis, tanto en relación a los encuentros y a cómo os gusta, o que es lo que os llama la atención para probarlo y que cosas no probaríais. Cuánto más habléis de todos los detalles que consideréis oportunos mejor. Luego por su puesto las ideas se pueden ir cambiando y modificando con el tiempo.  

La imagen que os he compartido en esta entrada es una pareja de danza contact o danza de contacto. Que para mí tiene gran similitud con una pareja de Spanker/spankee porque en danza contact prima la improvisación y en un encuentro de spanking también. Por mucho que llevéis la idea del juego y de cómo será cuando os veáis es muy difícil que se ajuste a la realidad por que no  se puede saber cómo os vais a sentir y comportar mientras juguéis. No somos robots.

Otra característica de la danza contact es que a través del movimiento los cuerpos se comunican a través del contacto y no existe la palabra. En el spanking sí se da la palabra y si se sabe jugar con ella es muy excitante y necesaria para hacer estremecer a la otra parte a través de la mente. Aunque sí que en otras muchas partes del juego no se da la palabra o no tiene porqué, aún así lo que sí se da y mucho es una comunicación no verbal como en danza contact y es cuando son nuestros cuerpos los que hablan. Sólo hay que saber leerlos. Este será posiblemente uno de los motivos que marque la diferencia entre un juego agradable y gustoso y con ganas de volver a compartir, a otro que directamente no repitáis. 

martes, 5 de noviembre de 2019

Azotes eróticos (vídeo)


Ya sabéis que yo no soy mucho de vídeos, para que me guste uno hay cientos que no me gustan nada. 

Éste en concreto que os comparto es uno de mis favoritos, me gusta por muchos motivos, luego os cuento el porqué primero vamos a verlo. Aunque es posible que muchos ya lo conozcáis.



Este sería un ejemplo clarísimo de lo que viene siendo una azotaina erótica, hay muchos tipos de azotainas, la erótica es una de ellas. Lo más típico que se conoce son las Disciplinarias o bien por juegos de rolplay profe/alumna o en una Disciplina Doméstica. Hay más tipos de azotainas, ya hablaré de ellas en otro momento.

En relación al vídeo destaco las braguitas de la chica, infantiles jejee las deja a medio bajar, por debajo del culo y para la vista o por lo menos para mí resulta muy atractivo e infantil. 
Me encanta también y destaco igualmente las caras que pone la chica y sus gemidos, se ve que lo disfruta desde el principio y hasta el fin.
Lo que me transmite al verla es que tiene varios orgasmos pequeños durante todo el rato y el orgasmo más explosivo lo tiene al final. 

La intensidad de los azotes va variando durante todo el recorrido aunque muy sutilmente, sería como un calentamiento alargado durante toooooodo el rato. 

Digamos que estos azotes son los que pican lo suficiente para sentir dolor y gustito y a la vez  poder llegar al orgasmo mientras te masturban.

También me gusta del vídeo la música, la oscuridad, tiene buen sonido y se ve que está editado con estilo.

Un vídeo que da gusto verlo y se disfruta con él, por lo menos yo.

Espero que os haya gustado tanto como a mí!!!

viernes, 1 de noviembre de 2019

El nuevo apartamento (Relato) - 2ª parte -





Autor: Santiago

  • Yo lo empecé y yo lo terminaré, plasss. Mi mano ya no está aquí dibujada, plasss. Así que la volveré a dibujar, plasss. Azote, plassss, tras azote, plassss, vas a estar caliente, plassss, pero de verdad, plasssss

La azotaina fue larga e intensa, con varias paradas donde me recreaba en masajear sus glúteos y aliviarlos, ya que fueron cogiendo ese intenso color rojo fuego característico de una azotaina de ese estilo.

Tardó bastante pero sus fuerzas y resistencias fueron descendiendo hasta la mínima expresión y ya sólo emitía ligeras quejas al impacto de cada azote, plass, ahhhhh, plass, ahhhhh.

En una nueva parada para aliviar el picor que sin duda tenía que tener, mi mano se deslizó entre las finas telas de las bragas que aún mantenía puestas para rozar de nuevo su pubis. Ahora sí que era un volcán en pura ebullición, el líquido que desprendía mojó mis dedos de inmediato y su clitoris estaba realmente inflamado por lo que apenas comencé a friccinarlo. Su respiración entró en jadeos entrecortados para alcanzar el orgasmo que yo la negué hacia ya algo más de una hora.

Nos mantuvimos abrazados durante un buen rato hasta que ella fue recuperando el ritmo respiratorio para incoorporarnos de nuevo a la tarea de 'intentar' terminar el trabajo de pintura.

Durante un buen rato mantuvo el semblante serio pero lo que si quedó claro es que 'quedó suave como una malva'.

Ya no volvió a protestar ni quejarse e intentó aplicarse con la pintura, eso sí, no podía ser de otra manera siguió a su forma y estilo y sin seguir ninguno de mis consejos.

La tarde y la noche fue tranquila y tras la cena nos quedamos placidamente dormidos en el sofá viendo la televisión.

La mañana del domingo auguraba una grata sorpresa, bueno no tan grata para ella.

Nos levantamos relativamente tarde, desayunamos y nos pusimos a contemplar como quedó el trabajo del día anterior. Para mi satisfacción y su desgracia, la parte que hice yo estaba perfecta. En cambio la suya presentaba algunas deficiencias, marcas de rodillo y sobre todo cercos donde la pintura no penetró correctamente en la pared.

Nos dimos una ducha para espabilar y nos pusimos ropa cómoda pues aún tocaba limpiar y recoger así como ordenar los muebles de nuevo. Como yo terminé antes, salí y me senté en una silla, casi en el centro del estudio. Mientras ella terminaba de secarse y vestirse le fui dando un vistazo al conjunto de la habitación. Ella salió por fin del baño.
  • Que haces ahí plantado? No tienes nada mejor que hacer?
  • No, pero ven, siéntate aquí un momento.
La indiqué con un gesto de mi mano para que se sentara sobre mi. Con su habitual sonrisa matinal lo hizo y se agarró a mi cuello dándome otro besito de buenos días.
  • Que quiere mi chico así de buena mañana?
  • Pues verás, hoy no tengo ninguna gana de enfadarme y discutir contigo. En este ratito fui comprobando el desastre que hemos hecho. O para ser exacto, el desastre de la parte que tu pintaste. - ella me miraba con sus ojos enormes y un poco sorprendida, sobretodo por el tono de mi voz - tranquila y serena.
  • Pues yo no lo veo tan mal, me gusta como quedó.
  • No digas tonterías Bichito, mira los cercos que quedaron y las marcas del rodillo como te dije ayer quedan marcadas.
  • Eres un tiquismiquis pijotero, yo lo veo bien.
  • Puedo admitir que reconozcas que te equivocaste y hasta aceptaría tu súplica de perdón sin consecuencias, pero que me quieras negar lo evidente y no seas capaz de admitir tus errores, eso ya es inadmisible. Tu cabezonería ya te ha traído consecuencias antes y te ganaste más de una buena azotaina, pero ni con esas eres capaz de rectificar. Te has equivocado y no quisiste seguir mis consejos y ahora mira las consecuencias, vamos a tener que repasar toda tu zona otra vez.
  • Venga va, esta vez aunque sea sólo un poquito, en parte tienes razón.
  • Ya, ya, esas sólo son palabras que si no hacemos algo al respecto se te volverán a olvidar a la primera de cambio. En alguna ocasión te llevaste una buena azotaina y durante algunos días parecía que entrabas en razón, pero en cuanto se te pasa el efecto vuelves a las andadas.
  • Ya, bueno eso va a en mi ADN, es parte de mi.
  • Pues por eso, hay que hacer algo para cambiarlo, levanta!
Se levantó con calma, asumiendo que tenía razón esta vez y que de haberme hecho caso no tendríamos que repetir el trabajo. Se colocó delante de mí, sus manos entrelazadas en sus espalda, su mirada al suelo y balanceando su cuerpo. La acerqué un poco más a mí y mis manos se fueron directas a soltar el botón del pantaloncito que tenía. Deslicé la cremallera y el mismo se deslizó hasta los tobillos, retiré seguidamente sus braguitas hasta sus rodillas. Ella intentó tapar su sexo con sus manos, un gesto de mi cara y cabeza la hizo entender sin decir palabra alguna que yo quería que las manos continuaran en su espalda. Ella lo entendió a la primera y de nuevo lo asumió volviéndolas a poner en el mismo sitio.
  • Eso está mejor Bichito, ahora te quiero aquí tumbada sobre mis rodillas. Como hasta ahora tuvimos unos rituales que parece no dan resultado, hoy será diferente. Así que te quiero aquí.
Un gesto de mi dedo la indicaba lo que quería, dudó unos instantes pero esta vez parecía que asumía que una buena azotaina quizas fuera lo más justo.

Se colocó en mi regazo y yo la coloqué para estar lo más cómodo posible. Aquella azotaina comenzaría de una forma muy diferente a las anteriores. No recuerdo ninguna ocasión donde la empezara a castigar con el culo completamente desnudo.

Los azotes empezaron muy lentos y flojitos, tanto es así que después de al menos 50 a penas tenía el culo ligeramente colorado, en todo ese tiempo la intentaba convencer de la 'necesidad' de aquella azotaina para corregir su tozudez.

Una vez completada esta fase, manteniendola en mi regazo cubrí su culo con sus braguitas y de nuevo comenzaron los azotes, esta vez aumenté ligeramente la intensidad, paradas intermitentes para aliviarla y de nuevo seguía con la azotaina. Ella empezaba a emitir las primeras muestras de queja y la intensidad aumentaba progresivamente.

Decidí darle un descanso y que se levantara.
  • Ahora súbete esos pantalones y te quiero en aquel rincón, desde hoy ese será tu rincón de pensar.
Como una automata y esta vez sin protestar se subió el pantalón y se encaminó al rincón que la indiqué.

Durante 10 minutos se quedó en él, la llamé para que se acercara y cuando estuvo frente a mí, de nuevo con una señal la indiqué se tumbara en mis rodillas. Ella no dudó esta vez. No protestó, no se quejó y simplemente cumplió lo que la pedía.
  • Está bien, ahora vas a tener la azotaina que realmente te mereces.
Los azotes comenzaron de nuevo y fueron paulatinamente increscendo, ahora si se revolvía en intentaba zafarse a cada uno de ellos.

Cuando decreció su resistencia, también lo hice yo en la velocidad aunque la intensidad seguía siendo alta y ella seguía quejándose a cada impacto de mi mano. Ligeras paradas para acariciarla y de nuevo su pantalón terminó en sus tobillos. Con la ligera protección que ofrecía la tela de sus bragas continuó la azotaina.

Buscando el final del castigo, deslicé con suma delicadeza las bragas hasta dejarlas a la altura de las rodillas. El plas plas continuó pausadamente pero con cierta contundencia.

Su culo relucía espléndido, completamente colorado, lo acaricié y mis manos se entretuvieron en su entrepierna que estaba completamente empapada.

Con un azotito cariñoso la indiqué que se levantara. Lo hizo sin mediar palabra y la indiqué que se subiera las braguitas y el pantalón.
  • Y ahora ve al baño y trae la crema hidratante.
A penas tardó un minuto en estar frente a mí y entregármela.
  • Gracias, antes de usar esta crema, ni pienses que tu castigo a finalizado. -su cara era un puro poema - Si no hago algo verdaderamente ejemplar esta zurra volverá a caer en saco roto y no servirá de nada.
  • Noooooo, ya me has castigado mucho, te prometo que no volverá suceder seguiré tus consejos la próxima vez.
  • De eso yo estoy bien seguro que después de hoy así será, lo que no tengo claro es que tú lo cumplas, por lo tanto intentaré asegurarme de que así sea.
Me levanté y busqué en el fondo de un armario donde sin que ella se fijara el día anterior guardé mi querida y a la vez su temida caña de bambú. Un elemento que sólo uso en ocasiones muy puntuales y a la que ella tiene un temor especial.

Ese temor lo tiene por dos motivos: Uno por lo que supone su uso y que es un castigo realmente duro para ella. Y dos porque cuando decido que tengo que usarlo es porque estoy realmente enfadado por su comportamiento.

Me coloqué frente a la mesa principal del estudio, la caña cimbreaba sujeta por mi mano derecha y con la punta golpeaba suave y repetidamente sobre ella.
  • Y ahora ven aquí, te quiero tumbada sobre esta mesa y terminaré tu castigo.
Su cara giraba de lado a lado negándose a la petición, de nuevo el gesto de golpear el borde con la punta de la caña la indicaba claramente que aquello era inevitable. Con paso lento y pensativa sabiendo lo que la esperaba, decidió no dilatar más el suplicio y caminó para colocarse como la pedí.

Su cintura apoyada en el borde y todo su torso pegado a la mesa, sus manos se agarraban con fuerza al otro borde de la mesa.
  • Muy bien Bichito mío, ahora bajate tu solita ese pantalón y las braguitas.
  • Nooooooo, eso nooooo, si me has de castigar al menos dejame la ropa.
Zassssssss, la caña se estampó en el medio de su culo y la sorpresa, además del picor que esto produce la hizo soltar un grito agónico, para patalear y con sus manos protegerse de un segundo impacto.
  • Esto no es negociable, bajate esa ropa ya mismo, si no quieres que aumente el número de azotes y te advierto que ya es bastante considerable.
Esta advertencia pareció que se lo tomó muy en serio y metiendo sus manos bajo su estómago, desabrochó y dejó caer el pantalón.
  • Las bragas también, - la espeté -
  • No porfa, dejame al menos las bragas.
Zassssss, otro golpeo de la caña y de nuevo su grito la hicieron comprender que era mejor obedecer. Tiró del elástico y lo descendió hasta las rodillas. Se agarró con todas sus fuerzas a la mesa y comenzó el castigo que terminó por dejarla el culo muy marcado por las líneas transversales que deja la caña.

Cuando aquel castigo terminó, la apliqué la crema prometida con mucho cuidado y mimo para aliviar ese calor. Para el otro calor que presentaba su entrepierna utilicé otras cosas, pero eso ya pertenece a nuestra intimidad.

Firmado: ''Dos amantes jugadores adictos al spanking''


Si quieres leer la primera parte está aquí:
El nuevo apartamento (Relato) - 1ª parte -