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miércoles, 27 de octubre de 2021

Amateur_spank (Vídeo)

 


En esta ocasión os comparto un vídeo amateur un tanto duro más que nada por los gemidos de ella al recibir.

Dura un minuto escaso pero se hace más largo de lo que es si te pones en la piel de la chica. Este podría ser un ejemplo de las vivencias del mundillo que visto desde fuera podría interpretarse diferente a lo que realmente es. Este es un blog de adultos y sabemos todos lo que hacemos, ya somos mayorcitos. Pero sí que visto desde fuera, personas ajenas a nosotros lo podrían malinterpretar. 

Es un vídeo cortito pero intensito. 

miércoles, 20 de octubre de 2021

Alma sumisa/actitud spankee (o Little) (Por Ivy)

 



Os comparto este post de Ivycita Casiopea que cuando lo leí me gustó mucho aunque yo de alma sumisa tenga poca jajaaa. Sin embargo, me gusta ver y leer otras formas de vivirlo y sentires porque a veces pasa que en algún punto se puede coincidir, o no... sinceramente eso da un poco igual. En este caso sí, me encanta como lo expresa y lo cuenta porque coincido mucho con ella. Su escrito dice así:


Una sumisa entregada, una niña juguetona; una mujer que ha aprendido a controlar sus emociones, una niña que no tiene medida en el amor que ofrece; obediente absoluta, rebeldía controlada. Dos caras de una misma moneda que por sus contrastes se vuelve valiosa.

¿Es válido referirse al rol sumisa-spankee? Mi respuesta personal es, sí. Como todas las personas, las sumisas tenemos distintos matices que nos hacen únicas. Tenemos grandes necesidades de control y disciplina y también de cariño y ternura que nos hagan sentir que somos amadas. Deseamos una mano dura que nos dirija, nos domine y nos castigue con rigor y severidad pero también necesitamos que esa mano nos acaricie, nos colme de ternura y nos contenga.

Las sumisas-spankees tenemos mucho que ofrecer, podemos ser absolutamente obedientes y complacer a nuestro Amo con entrega y dedicación; podemos sacar una sonrisa y una provocación con nuestras travesuras y ocurrencias y también podemos ofrecer nuestra más delicada ternura y nuestro amor más puro.

Ivy 💗


En alguna ocasión he comentado que una spankee (hablo de mí) muy sumisa no puede ser cuando reta tanto a su (lo que sea, llámese spanker, Amo, Dominante, Daddy, pareja, marido, novio, amigo... ). Y lo que se conoce como perfil de una sumisa es de obedecer, servir y su mayor logro es someterse y agradar a su parte dominante para que éste se sienta orgulloso de su comportamiento., De hecho muchos Dominantes no soportan la rebeldía ni el desafío. Pero realmente no existe un perfil definido de lo que esto es o deja de ser... es cuestión de gustos., Y si alguien, en este caso Ivy se siente con Alma sumisa/actitud spankee (o Little) y la gusta vivirlo saliendo del canon estipulado me parece perfecto!!! A mí también me gusta romper las reglas en muchos sentidos... y no sólo en el mundillo...

miércoles, 13 de octubre de 2021

Respuestas





Hace poco hice una entrada dónde os decía si me queríais preguntar algo, pues bien, aquí están las respuestas de lo que me habéis preguntado.

**Mariposas de Chocolate**
Me gustaría saber qué sientes en tres momentos muy concretos:
- Cuando te bajan las braguitas
- El momento en que cesan los azotes y sientes sus efectos
- Cuando estás en el rincón

mmm cuando me bajan las braguitas es como oupsss, siento vergüenza, y más por enseñar el culo que mi vulva... es un pudor que se transforma en excitación.

Cuando cesan los azotes el efecto depende de cómo haya sido la zurra, si es de castigo lo primero que siento es alivio y también siento una especie de relajación muy gustosa. Si es más erótica termino o más bien me pongo en plena ebullición...  

Cuando estoy en el rincón siento por un lado cierto consuelo si me mandan ir en medio de la zurra, que se junta con el pudor de estar exponiéndolo y encima desnudo y rojo. Incertidumbre de no estar viendo lo que está pasando detrás de mí y no saber cuál va a ser su próximo movimiento.  En alguna ocasión he sentido aburrimiento,  y otras ganas de portarme peor todavía... jajajaaa

**maie.josefa**
-¿Qué es lo que más te atrae del Bdsm?
- ¿Te sientes parte de él?
- ¿Si pudieras cambiar algo del Bdsm que cambiarías?

Lo que más me atrae del Bdsm es que puedo ser yo misma, no en sí con el Bdsm sino con el spanking. Aunque sí, dentro del Bdsm soy yo misma guste o no guste a los demás, ahí no entro y aunque nunca me he sentido parte de él, admito que siempre me han tratado muy bien personas que sí se consideran Bdsmeras.

Qué cambiaría del Bdsm? Más que cambiar algo del Bdsm más bien cambiaría el comportamiento de algunas personas que me he encontrado por el camino. En el Bdsm se llenan la boca más de unx con en el respeto, lealtad, honestidad y un blablabla de politiqueo barato. Y luego la realidad es otra... 

**Kalam**
Me gustaría saber si hubieses de establecer un ranking, a la hora de ser castigada (la manera de azotar del spanker, la actitud de él antes y durante el castigo, el entorno, etc.) a cuál le das más importancia.

y dentro de ese ranking, cual sería tú elemento preferido para ser azotada?

La mano!!!!! jajaja empiezo por el final. Nunca habrá instrumento que se pueda equiparar a ella. 

Con respecto al ranking, pondría en primer lugar la actitud de él antes y durante, es vital, si no saca el carácter dominante no es lo mismo., y con sus respectivos regaños, manera de moverse, cara de enfadado y serio, bufffff eso me pone muchísimo. Entre el entorno y la manera de azotar... me quedo primero con el entorno; yo lo vivo en privado, con lo cual un espacio abierto me cortaría todo el rollo. Sí, con los lugares públicos para calentar la situación, recibir un par de azotes, eso me pone muchísimo, de ahí a ser castigada va un abismo. Y luego ya por último sin ser menos importante sería la manera de azotar, porque el que más o el que menos sabe dar unos azotes en un momento dado.  

**Daniel**
-¿Con qué instrumentos te quedarías si tuvieras que elegir?
-¿Cuál es el peor según tu experiencia? y además, ¿Qué complementos son tus preferidos a la hora de incluirlos también en un momento de castigo?

Mi instrumento favorito siempre va a ser la mano, también me gusta mucho el cinturón, la zapatilla de estar por casa (masculina). El cepillo del pelo me gusta más para la vista que para mí culo jajajaa. Y también me gustan las palas de madera...  La verdad que para los instrumentos soy bastante sencilla. 
Y el que más odio con diferencia tras mi experiencia es la vara. Y luego hay otros instrumentos como puede ser la fusta, el flogger, el látigo, y otros tantos que directamente no son mi estilo...

En cuanto a los elementos que se pueden añadir en momentos de castigo me gustan los plug, bolas anales. También me gusta la bala vibradora, resulta muy excitante además de ser muy morbosas. Y también añadiría el termómetro, muy infantil y que también apuesto por él. Y en algún momento puntual hasta el pañal podría dar mucho juego...

miércoles, 6 de octubre de 2021

Maldita basura (Relato)




Autor: Malak


Zasss... zassss

Dos zapatillazos resonaron en el salón sobre el ya maltrecho y enrojecido culo de él.
  • Las manos sobre la cabeza, y que no se te vuelva a ocurrir tocarte el culo, si te pica, te aguantas - le dijo ella en su oreja mientras tiraba de ella.
Él obedeció, puso sus manos entrelazadas sobre su nuca y al mirar de reojo hacia el suelo y ver como ella se calzaba la sandalia de cuero empezó a pensar que quizás no fue buena idea el bromear.

Todo parecía perfecto aquella tarde, Teresa regresaría tarde, había fútbol y unas cuantas latas de cerveza le esperaban bien frías en la nevera. Plan perfecto.

Se apresuró a ducharse, cogió una camiseta y sólo los bóxer y bajó hacia el salón, encendió la tv, fue a la nevera cogió una cerveza, unas aceitunas y se tumbó en el sofá.

El partido no era el esperado, al menos para los intereses de su equipo, faltaban apenas 10 minutos para el final e iban empatados. Justo en ese momento oyó abrir la puerta y la dulce voz de ella.
  • Hola cielo, Qué tal? Ya estás con el fútbol... como van? - dijo Teresa mientras se acercaba y  le daba un beso.
  • Hola cariño, buah, mal empatados a cero.
  • Pues vaya... Uff tengo los pies... llevo toda la tarde de aquí para allá y los tacones me matan - dijo mientras se descalzaba las sandalias de tacón y se ponía cómoda en el sofá poniendo los pies sobre el regazo de él - bueno y que tal tú día, aquí llevas toda la tarde tirado veo.
  • Bueno, bien... si viendo el fútbol...
  • Joder!!!! A tomar por culo, gol del barsa, la madre que los parió coño, que malos son ostias!!!! - voz en grito dijo Miguel.
  • Oye - le regañó divertida ella - no hables así, dándole con el pie suavemente en la cara.
  • Deja, joder... es que se veía venir, deja... mientras ella seguía jugando con el pie sobre él - vale, para Tera... mírala, para ya!!!
  • Que tonto te pones con el fútbol, voy a por una cerveza, quieres otra? -le preguntó mientras se levantaba.
  • Sí, porfa, las penas con pan son menos.
La oyó trastear en la cocina y de pronto la escuchó a lo lejos relatar
  • Miguel!!!! Ven aquí...
El fingió no oírla, no estaba para tonterías, quedaban poco minutos del partido y no lo quería perder.
  • Quieres hacer el favor de venir!!!!!!
  • Qué pasa?? - Gritó él desde el sofá - ahora voy, espera...
  • Qué vengas ya!!!
El tono de voz de Teresa era algo que Miguel conocía muy bien y ese no era un tono amable precisamente, así que decidió ir.
  • Que pasa Tera, joder que me voy a perder el final del partido.
  • Que qué pasa? que no hueles, que no has tirado la basura, y está el pescado de anoche.
  • Venga, joder, se me ha olvidado - dijo enfadado- para esto me llamas??
  • Sabes que no me gusta que...
  • Que vale- dijo saliendo de la cocina yéndose para el sofá.
No había llegado a sentarse cuando la vio detrás de él con un cucharón de madera en la mano. Apagó la tele, cogió una silla, se sentó y mirándole con cara de pocos amigos y con voz seria... ordenó.
  • Ven aquí!!!
  • Joder, Tera...
  • Como vaya yo a por ti va a ser peor.
Resignado se acercó y ella sin contemplaciones le tumbó sobre sus rodillas.
  • Sabes que no hay cosa que más rabia me de qué me dejes con la palabra en la boca, le regañó mientras le daba fuertes azotes con la mano.
ZAS, ZAS, ZAS...
  • Se te va a quitar esa costumbre de dejarme con la palabra en la boca- le bajó los bóxer y empuñó la cuchara, comenzando a azotar con insistencia en cada cachete del culo.
Ella era experta azotando, sus juegos a través de tiempo practicando, la habían hecho toda una experta, amen de la excitación que le producía, tanto como a él...

ZAS, ZAS, ZAS...

Resonaba en el salón la cadencia y el ruido sordo de la cuchara impactando en el culo de él acompañado de los lamentos de él y las promesas de no volver a hacerlo.
  • Levanta -ordenó ella- coge mis zapatos, los subes y tráeme las zapatillas.
Vamos, dándole un azote mientras él se levantaba de su regazo

Miguel obedeció, subió a la habitación, dejó las sandalias de tacón de ella en el zapatero y fue a coger las zapatillas de casa que descansaban a los pies de la cama, las conocía bien, se las regaló el invierno pasado, rojas, destalonadas con ligera cuña., abiertas por delante y con una borla de peluche en el empeine... las adoraba. Salió de la habitación y de una mirada fugaz miró en el baño y una sonrisa pícara se le dibujó en la cara, entró y cogió unas zapatillas de ella del spa que habían estado la semana pasada, unas blancas con el logotipo del balneario. Regresó a la habitación, dejó las rojas y sonriéndose bajó al salón.

Ella estaba sentada en el sofá, Miguel se acercó y respetuosamente le dejó las zapatillas a sus pies.
  • Perdóname Tera, no debía haberte hablado así.
La mirada de ella fue fulminante al ver las zapatillas que le había bajado, se levantó como un resorte y cogiéndole de la oreja le espetó.
  • Que pasa, que estás gracioso?? Te has tomado muchas cervezas o es que me estas toreando? Ehhhhh??? -le dijo mientras cogía la silla, la giraba y poniendo una pierna sobre ella, tiró de él hasta ponerle sobre su rodilla.
Le bajó los bóxer y empezó a azotarlo con dureza.-
  • Pues te voy a quitar toda la tontería, se te van a acabar las ganas de vacilar...
Los azotes eran duros, continuos, repartidos entre nalga y nalga, acompañados por cada sílaba que decía ella...

ZAS... ZAS...

Unos minutos después sólo se le oía los lamentos y súplicas de él. Ella paró, le volvió a coger de la oreja y le llevó al rincón.
  • Ahora cara a la pared, las manos ya sabes como, y ni te muevas...
La oyó subir las escaleras, descalza, mientras se veía un poco ridículo con los bóxer en los tobillos, con el culo rojo y dolorido pero con una satisfacción que le recorría por dentro y que se creciente erección daba fe de ello.

ZAS... ZAS...
  • Ayyyyyy... gritó al sentir en su culo la sandalia...
No, definitivamente, al ver como se ponía la sandalia de cuero, no había sido buena idea tensar más la cuerda.
  • Que ni se te ocurra bajar la manos hasta que yo te lo diga.
  • Vale Tera, es que pica.
  • Y más que te va a picar, por listo, no querías bajar las rojas, pues estas no las has probado y te aseguro que te van a picar más que las otras.
El la oyó irse hacia la cocina, percibió que se sentó en el sofá y escuchó el abrir de una lata de cerveza.

Un silencio en el salón, sólo roto por el flip-flap de la sandalia que Tera con su pierna cruzada sobre la otra balanceaba sobre su pie. Sabía lo que hacía y Miguel también, le volvía loco ese sonido, y eso era algo que su erección fuera ya plena...
  • Se te han quedado unas marcas muy monas en el culo, me gusta la cuchara, deja unos redondeles cucos. Vamos a ver si hacemos unos dibujos con la sandalia, ven aquí.
Él se dio la vuelta y fue sumiso hacia ella, vio la sandalia colgando en su pie, eran las que compró al inicio de verano, con cuatro tiras plateadas entrelazadas entre sí, abrazando el nacimiento de los dedos y apenas el empeine, de apenas tacón y de cuero curtido.
  • Tera, de verdad, perdona, lamento el haberme portado así lo siento.
  • Claro que lo sientes, veremos lo que te dura, pero ahora te voy a recordar cuales son tus obligaciones, y tirar la basura es una de ellas.
  • Tera!!!! Por favor, noooo
  • Cómo?
  • Que no, que me duele!!!
  • Ven aquí, a carretilla, vamos!!! -le dijo mientras le despojaba de los boxer-
La carretilla le encantaba a ella, era básicamente estar ella sentada, el boca abajo sobre su regazo con las piernas en cada costado de ella, y la cabeza de él entre sus piernas, la excitaba tenerle así, con todo a su disposición.

El procedió a tomar la postura. Ella empezó a acariciarle con sus uñas el maltrecho culo ya, a la vez que con los muslos apretaba fuertemente su polla erecta.

Empezó a azotar con la mano, de arriba abajo, de un lateral a otro apretándole con los muslos.
  • Ya que estás ahí, quítame la sandalia y dámela.
  • Tera, ya, para .... no, que de verdad que bajo la basura.
  • Claro que la vas a bajar -zassss zasssss dos fuertes azotes retumbaron- dame la sandalia, vamos -ordenó levantando un poco el pie-
El miró la sandalia y vio que aquello se le había ido de las manos, pero que pie más bonito tenía con esa sandalia... La tomó con su mano, la descalzó suavemente y doblando el brazo sobre su espalda se la dio.

Ella la tomó y no dio tregua, zas zasss zasss zasss zasss zassss...

Más de diez zapatillazos repartidos equitativamente en cada nalga, hicieron que él empezara a suplicar.
  • Para... yaaaaa... por favor.... ayyyyyyyy!!!!!
Ella hizo caso omiso, pero la erección de él la excitaba, lo volvió a azotar, con más suavidad, apretando su polla, él ya paró de gemir y buscaba apretar más el culo contra ella, una sonrisa lasciva se le dibujó a ella, mientras se mordía el labio inferior, realmente estaba cachonda. Le ponía a mil tenerle así, él ya no sentía los zapatillazos. Sólo deseaba que ella no parara...
  • Levanta, vamos!!! -le ordenó-
Él se puso a regañadientes de pie, ella se le acercó, le cogió su polla fuertemente con la mano y le besó, con pasión, mordiendo su labio...
  • Ahora vas a bajar la basura, y esto, apretando fuerte de nuevo su mano procura que esté así cuando vuelvas, porque si no te portas como debes, tendré que coger el cepillo...
Un nuevo beso largo y lleno de lujuria sello el pacto.