Autora: Cloe
Esa
semana él había estado fuera por tema de trabajo y yo había aprovechado esos
días para coger su coche e ir con las amigas a playas y calas
cercanas. Prácticamente aprovechamos los últimos días de verano para ir a esos
lugares dónde la gente de fuera no conoce y a parte no es fácil llegar. Eso sí,
una vez que estás es una pasada la belleza que respiras, un verdadero goce para
los sentidos, calas solitarias, limpias, arena fina y blanca, agua cristalina…
aunque el camino de acceso sea de cabras, arena y polvo el esfuerzo lo merece.
Aprovechamos
para hacer nudismo, siempre digo que una de las cosas mejores que hay en esta
vida es estar desnuda siempre que se pueda.
Cuando
volvimos después de la puesta de sol, aprovechamos para tomarnos algo en una
terracita y después cada una siguió su camino.
Cual
fue mi sorpresa nada más entrar en casa.
Estaba
mi chico!!!! Fui corriendo hacia el para abrazarle y comerle a besos, eso
se me da muy bien jejee y sé que a él le encanta.
- Pero si es Jueves! No volvías el sábado?
- Al final hemos terminado antes y justo ahora
acababa de entrar por la puerta
Nos
pusimos al día de nuestras cosas, cenamos y nos fuimos a la cama, a seguir
dándonos abrazos y mimos que era lo que más queríamos en ese momento.
A
la mañana siguiente después de desayunar dijimos de ir hacer algo de compra
porque estaba la nevera vacía.
Bajó
él primero al aparcamiento mientras yo terminaba de arreglarme, a los cinco minutos
volvió a entrar por la puerta de casa con cara de poco amigos.
- Que has estado estos días en el París-Dakar?
- Jajaaa y eso? Por qué lo dices?
- Que porqué lo digo? Está el coche que no se puede
ni subir.
- Que exagerado eres
- Exagerado nada, está lleno de polvo, tierra por
fuera y por dentro, que habéis dejado la playa sin arena o qué? Parece que se
te ha olvidado una de nuestras normas?
- Tenía pensado lavarlo antes de que vinieras, pero
te has adelantado ¿sabes? Se supone que venías mañana
- Eso no es excusa, si coges mi coche lo tienes que
dejar como está, si tienes tiempo para aprovechar hasta el último minuto en la
playa o de tomarte algo con tus amigas, también lo tienes para pasarte por la
gasolinera, aspirarlo y limpiarlo.
La
verdad es que tenía razón, no lo voy a negar, pero dársela? Ni loca, lo que me
faltaba! Era cierto que por un lado era muy puntilloso con la limpieza en
general y de su coche pues más todavía. Ya nos había tocado discutir en alguna
ocasión por el mismo tema y al final una de las normas que acordamos en nuestra
relación era esa. Cada vez que coja su coche lo tenía que dejar como lo
encontraba, pero en esta ocasión no lo hice.
- Lo limpio mañana, ahora vamos a comprar
- No! Lo limpias ahora, que yo te vea y luego vamos a
comprar
- Ahora no me apetece nada, lo hago mañana, un día
arriba o abajo da igual
- NO! No da igual
- Te he dicho que ahora no lo voy a limpiar y PUNTO!
Me
echó una mirada fulminante de te la acabas de ganar y fue directo a por mí, yo
justo acaba de salir de la ducha y sólo llevaba una toalla. Directamente me
cogió de la cintura por detrás, me subió la toalla y…
Plasss
plasss plasss plasss
El
escozor y picor hicieron acto de presencia en mi culo desde el primer azote. No
estuvo mucho rato, aunque para mí se me hicieron eternos, cuando terminó el
culo me ardía.
- Vístete! Nos vamos a que limpies el coche y a
comprar, y a la vuelta hablaremos y repasaremos la norma que te has saltado por
tu cara bonita.
Yo
no dije nada… sólo me vestí y nos fuimos a lavar el coche. No tenía ganas
ninguna pero no me quedaba otra opción. De camino apenas hablamos, le noté muy
serio… y preferí no liarla más porque ya me la había ganado y sin buscarlo.
Al
llegar al limpiacoches, salimos los dos, mi culo me seguía doliendo… yo llevaba
puesto un pantalón cortito vaquero color azul y una camiseta de tirantes color
blanco y unas chanclas negras.
Él
se quedó apartado en una sombra, aunque no me quitaba ojo, primero le dí un
buen manguerazo, la verdad es que estaba hecho una pena. Lo lavé bien, y luego
le pasé el aspirador, sin duda es lo que más odio, pero había mucha arena… y como
para no hacerlo. Creo que si le hubiera dicho que no lo aspiraba me hubiera
seguido dando azotes allí delante de todo el mundo y por él sin ningún
problema. Preferí no tentar a mi suerte.
Después
de hacer la compra nos fuimos a casa, colocamos todo, y nada más hacerlo me
dijo muy serio:
- Ven aquí!
Se
estaba terminando de sentar en el sofá y me acerqué con cierta incertidumbre y
algo de nervios, cuando llegué a su altura me paré, justo delante de él. Nos
miramos a los ojos y se puso a hablar y a echarme la charla…
- Veo que pronto te olvidas de las normas que
acordamos y no hace mucho que las concretamos para que se te olviden tan
rápido. Pues bien, no me das otra opción. Parece que lo tuyo es aprender a base
de azotes
Me
desabrochó el botón del pantalón, lo bajó a la altura de mis rodillas, hizo lo
mismo con mis bragas y me tumbó en sus rodillas. La verdad, es que después de
los azotes que me había llevado antes de salir de casa preferí no protestar, me
los iba a llevar igual así que me tocó poner el culo sin quejarme.
Siguió
con su charlita de mi comportamiento infantil (según él) y bla bla bla… sus
charlas me molestaban tanto o más que los azotes. Me hacían sentirme como una
niña pequeña y encima no me quedaba otra que asumirlo y aceptar la azotaina y
la charla. Por su forma de actuar denotaba que iba a ser de las largas…
Estuve
recibiendo azotes calmados, espaciados, con intensidad moderada y repartidos
por todas las zonas. De vez en cuando paraba, acariciaba y volvía con el mismo
ritual. Azotes en ambos lados por todas las zonas y para terminar la tanda, me
daba en la parte baja de los dos glúteos justo en la altura del ano. Pasaron
unos 20-25 minutos y me dijo que me levantara y que fuera a mi mesa.
En
el salón tenemos una mesa que era mi escritorio dónde además de usarlo yo a
título personal él a veces lo usaba como medio para castigarme.
En
esta ocasión me hizo sentarme con el culo al aire que por cierto noté los
primeros síntomas de escozor al rozar con la silla, para que escribiera 100
veces.
''Cada
vez que coja el coche lo tengo que dejar igual de limpio que lo encuentro. Las
normas se cumplen sí o sí''.
Me
pareció súper exagerado y demasiado larga, y lo primero que sentí fue una rabia
que salía de mis entrañas…
Una
vez que terminé me hizo ponerme de pie enfrente del escritorio, sacando el culo
y me hizo leer la frase en voz alta y cuando terminé me dio un azote con una
paleta que teníamos de madera que aunque no tenía mucho grosor, era más bien
fina, aún así picaba. Lo peor fue cuando dijo: otra vez, la volví a decir en
voz alta y me cayó otro azote, otra vez… y otro azote…
Me
sentía humillada y cabreada en ese momento, y lo malo es que me tocaba estar
ahí y recibir cada uno después de decir la dichosa frase de los cojones.
Por
momentos me empezaron a entrar ganas de llorar, llanto de rabia y de impotencia
de no poder hacer nada, me tocaba en ese momento simplemente acatar.
Cuando
llevaba más o menos la mitad de las frases dichas, y me tocaba repetirla otra
vez no pude evitar decirla con la voz entrecortada y saliendo de mi boca un
llanto.
Acabó
de darme el azote correspondiente y me acarició el culo y la espalda mientras
yo seguía llorando… Cuando me calmé, me hizo continuar con las frases… Me pareció
un verdadero Cabrón aunque por otro lado entiendo que el llanto desapareció,
aunque mi enfado seguía.
Después
de finalizar cada una de las frases me dijo que fuera a mi rincón.
No sé el tiempo que pasé allí pero lo agradecí porque aunque no me gusta estar
ahí expuesta con el culo rojo y él mirando, para mí fue un momento de descanso
que necesitaba.
Me
hizo volver a dónde estaba él, sentado en el sofá y yo me acerqué con el
pantalón y las bragas por la altura de las rodillas. Fui con cara de medio
enfadada, medio aceptación y eso sí siempre digna con la cabeza bien alta.
Me
dijo que no había terminado todavía, y estando de frente a él me tocó con sus
dedos la vulva para comprobar el estado de mi excitación y me dijo: No sé si
contigo van a funcionar estos castigos, no te pongo el culo rojo como un tomate
para que te excites sino para que aprendas. Acto seguido me hizo
darme la vuelta estando así de pie, para ver y tocar el estado de mi
trasero en ese momento y para terminar diciéndome que todavía mi culo le pedía
más azotes.
Me
volvió a tumbar en sus rodillas, y continuó la azotaina con la mano y con la
misma intensidad de cómo empezó, moderada y medio intensa. Todo y para que
fuera capaz de aguantar de principio a fin, sintiendo cada azote y el quemazón
de cada uno de ellos mientras transcurría la azotaina. Vamos que estaba hecho a
conciencia.
Por
momentos en esa última tanda comprobé que mi enfado y rabia se iba disipando
poco a poco, tampoco me entraron ganas de llorar, simplemente me dispuse a
sentir cada azote sin más. Viviendo el momento presente y sin dejar que ningún
pensamiento se apoderara de mí en ese momento. Sólo me dejé… fluí con cada
cachete, con cada caricia…
Sólo
se escuchaba mi respiración y el sonido de cada azote, paró un momento para
volver comprobar el estado de mi agitación. Y me empezó acariciar y
tocar mi vulva hasta llegar a mi clítoris... sentía el escozor de mi culo y el
placer de mi entrepierna y llegado un momento no pude más y sin querer estallé
en un orgasmo…. Un orgasmo brutal entre azotes y caricias…
Me
dejó reposar unos instantes mientras mi respiración volvía a su
normalidad...
Después se
acercó a mi oído y me dijo: La próxima vez lavarás el coche después de irte de
aventura con tus amigas? Giré mi cabeza, nos miramos, y con cierto rubor en mis
mejillas y una media sonrisa le dije: sí, lavaré el coche la próxima
vez…
Tengo
que reconocer que para mí fue una sorpresa el pasar de la rabia al llanto para
terminar en una especie de catarsis entre azotes y caricias….
Me
dio la vuelta, nos abrazamos, me siguió acariciando el culo, nos besamos y…
bueno… una cosa llevó a la otra… y… terminamos desnudos y cabalgando en el sofá
de casa.
Bueno un relato muy picante y muy calentito diria yo, jejeje.
ResponderEliminarQuiero llamar tu atención Cloé por la imagen.
Me encanta esa postura, con el culo totalmente expuesto, sobre las rodillas, y apoyada en el sofa, para no fatigarse...
Es mi preferida.
Besos.
Jijii Hola Raphael!!!
EliminarMi preferida también es esta postura, en OTK (sobre las rodillas). Me ha hecho mucha gracia tu descripción de ''y apoyada en el sofá para no fatigarse...'' jajaaaa
Es más cómoda sí, aunque también me gusta si se da en un silla estando él sentado, tiene un toque más infantil eso sí, que justo por ese detalle ¡¡me encanta!!
Besos!!
Moraleja... hay que limpiar el coche... Pero tengo mis dudas si volverá a suceder el encontrarse el coche en ese estado de nuevo...
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