martes, 20 de agosto de 2019

Las dudas en el Spanking (Por Santiago)


En cualquier relación sea del tipo que sea siempre hay momentos de dudas, como actuar, que hacer, que decir, le apetecerá esto o aquello.

Cada persona es un mundo y cada pareja una galaxia inexplorada. 
En una relación, digamos convencional, uno se pone cariñoso, besos, caricias y si la otra parte se muestra receptiva pues se termina haciendo el amor, si no lo está o no apetece en ese momento, con un simple estoy cansado, me duele la cabeza, etc. se marca un código no escrito de que no es el momento.

En es Spanking esa parte no existe (entiéndase que cuando uso términos totalistas lo hago exclusivamente desde mi punto de vista). Quiero decir que no es posible decir: Me apetece darte unos azotes, o desde la parte Spankee decir: Hoy quiero tener el culo colorado.

Sin embargo en cualquier pareja tradicional se puede expresar tranquilamente:
- Estás tan guapa que hoy tengo ganas de follarte. Cualquier frase o acción en esa dirección sirve para despertar la libido y dejar muy claro lo que se desea. Muy al contrario de lo que pasa entre una pareja Spanker/ee, ya que mata la esencia del juego.

Salvo en contadísimas excepciones y siempre únicamente por parte de la Spankee, entiendo una situación de este tipo y siempre que el acto cometido sea ''Muy'' grave o se saltara un pacto de los que con anterioridad estuvieran establecidos como infranqueables. Bajo el sentimiento de culpa y que el castigo la sirva para liberarse de ese peso, es la única forma que entiendo se puede producir una petición expresa.

Por todo lo anterior lo más normal es que siempre surjan ''las dudas''. Yo quiero darle hoy una azotaina, o yo hoy necesito que me pongan en mi sitio y dormir con el culo caliente.

Con el tiempo ambos se van conociendo y se establecen ciertos códigos, conductas, que te hacen ver con claridad la necesidad de ''jugar'' por parte de la otra persona. Aunque la sombra de la duda sobrevuela casi siempre, ya que el devenir del día puede hacer que te muestres borde, desagradable, inapetente de todo y que lo último que quieres sea dar o recibir una azotaina. Pero precisamente esa circunstancia es la que te hace dudar de lo que uno u otro puede querer realmente.

Aún con toda esa controversia la esencia del Spanking reside precisamente en eso.

Intentaré exponer algo de esto en un relato que se irá subiendo por partes al ser un poco extenso.


Podéis leer a través de estos enlaces toda la serie de relatos que se han subido:

1ª parte: Las dudas en el Spanking (Relato) (Tomo I -1ª parte)
2ª parte: Las dudas en el Spanking (Relato) (Tomo I - 2ª parte)
3ª parte: Las dudas en el Spanking (Relato) (Tomo I - 3ª parte)
4ª parte: Las dudas en el Spanking (Relato) (Tomo I - 4ª parte)
5ª parte: Las dudas en el Spanking (Relato) (Tomo II - 1ª parte)
6ª parte: Las dudas en el Spanking (Relato) (Tomo II - 2ª parte)

4 comentarios:

  1. Promete es interesante ese punto de vista de las dudas, como dices no suele ser muy habitual el hecho de "pedir" jugar sin embargo, como reto puede llegar a ser muy divertido, vamos el reto de conseguir que te lo pidan a través de un juego de disciplina, el hecho de pedirlo significaria asumir el "error" con lo cual de un comportamiento infantil, pasamos a uno adulto el de asumir la responsabilidad, que enfocado como juego y reto puede ser muy divertido.

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    1. Esa es una de las cosas que más me atraen de este mundillo., la opción de entrar o salir de la infancia ., la niñez, a la parte adulta.

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  2. Una amiga mía muy inteligente, en el juego spanko ella es más bien una 'switch' si es que las etiquetas valen, me decía en un contexto algo diferente que las parejas deben dialogar siempre. Ella lo expresaba con respecto a las parejas del mundo swinger. En muchas de ellas, la ventaja que mi amiga veía con respecto a las parejas más 'vainillas' era que había habido y había un diálogo entre ambos miembros de la pareja. Aquí vale lo miso, con reglas comportamentales algo diferentes,sin que se interfiera el juego, pero tampoco el contacto humano, se puede dar un lenguaje verbal o - como sugiere el interesante post comentado - incluso no verbal o simbólico. La perpetración de alguna tropelía por parte de la spankee es un desencadenante no despreciable del juego o bien la puntillosidad extremada del Spanker con planteamiento de preguntas inquisitivas puede conducir sin grandes dificultades al juego de los azotes...

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  3. La parte del diálogo se da por sentada. Fuera del juego se habla y se va conociendo a nuestra/o compañera. El problema lo veo en identificar cuando uno de los dos tiene “ganas”.

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doyluzamisombra@gmail.com