Autora (Cloe)
Acababa de pasar la navidad para mi gran suerte
jajajaaa, son fechas que no sé por qué, pero no soporto. Y
habíamos decidido cogernos unos días en enero, salir de la ciudad y
desconectar de la multitud, se agradece y mucho. ¡¡¡Así que, estaba contenta
por partida doble!!!
Había decidido él que nos fuésemos unos días a
Buitrago de Lozoya, un pueblo al norte de Madrid con un encanto muy especial.
Me había dicho que metiera en mi maleta una de mis
paletas de bambú y mi cepillo del pelo… No me hizo mucha gracia el tema,
a lo que no pude evitar preguntar:
- ¿Y para qué quieres que lo lleve?
- ¿Te tengo que recordar los asuntos pendientes que
tenemos que resolver?
- mmm pues no!! no hace falta!!!
- ¡¡¡Eso creía yo, ya lo hablamos cuando lleguemos
allí!!!
Sinceramente, no sabía a qué asuntos pendientes se
refería… y aunque preferí no preguntarle, sí que estuve dando vueltas a mi
cabeza, y no me vino nada. Por otro lado, cuando estaba haciendo la maleta,
preferí no obedecer, así que no los llevé.
De camino a Buitrago en el coche mantuvimos una
conversación tras otra, hablamos de muchas cosas, escuchamos música, y cuando
salía alguna que me sabía no podía evitar cantarla y medio bailar con los
hombros y brazos, jajaaa
Cuando llegamos al apartamento nos cautivó,
prácticamente todo diáfano como a mí me gusta, menos la habitación, nos encantó
la chimenea y el suelo, que era radiante, ¡¡¡Podía ir descalza!!! y sin que me
regañara. Jajajaaa
Dejamos las maletas en la habitación, no sin antes
preguntarme si había metido lo que me pidió. A lo que no pude evitar poner cara
de tierra trágame, haber que digo ahora…
- Upssss se me ha olvidado!!! Lo siento... _Arrugué
mi nariz, aun así, no coló_
- ¿Cómo? ¡¡¡No me lo creo!!!
- Jooooo que sí, se me ha olvidado...
- ¡¡¡Mírame a los ojos!!! _le miré y le dije:_
- Por cierto, no sé todavía la falta que he
cometido... Lo estuve dando vueltas y no me acordé de nada importante que
haya hecho.
- Cambiar de tema se te da muy bien.
- Viene a colisión, por si no te has dado cuenta.
- Ah como no te acordabas de lo que has hecho
pensaste, para qué voy a llevar nada, si no hay motivo para unos azotes,
¿No es así?
- Bueno, más o menos, sí, pensé en no meterlo,
aunque luego pensé que sí y al final... ¡¡¡Se me olvidó!!!
- Ya... ¿Qué voy hacer contigo?
- mmm ¿Quererme? _poniendo carita de niña buena_
- ¡¡¡Lo que realmente quiero en este momento es ponerte el culo
rojo como un tomate, y ahora con más motivo!!!
Me puse roja al instante, y no supe más que decir...
Me recordó que
hace unos días tenía un toque de queda impuesto por él, por motivos que no
vienen a cuento en estos momentos. El caso es que me dijo que tenía que llegar
a casa a las 23:00 y claro está, no le hice caso… además coincidió con un viaje
suyo y bueno… que no estaba presente en ese momento con lo cual, me lo salté.
- ¿Ya te acuerdas?
- ¡¡Ahora que lo dices sí, pero eso fue hace mucho!!
¡¡¡ Por lo menos un mes!!!
- No, menos, hará quince días, además, ¿Eso qué más
da?
- ¿Cómo qué más da? ¡¡¡Pues que los castigos si no
se dan cuando corresponden, prescriben!!!
- Jajajajaa _Se rio de primeras, luego muy serio
me dijo: Por mucho tiempo que pase, las faltas no caducan. Además, eso lo
decido yo, no tú. ¡Venga, coge el abrigo que nos vamos de compras, y tomaré en cuenta lo que has hecho, que lo sepas!_
Cogí el abrigo
medio refunfuñando y rezando porque no hubiera tiendas de artesanía, fui
cruzando los dedos mientras íbamos paseando…
Dimos con una
tienda de alimentación, con productos para el hogar, y regalos artesanos, él me
miró y me sonrió y yo le miré, le hice una mueca y le saqué la lengua.
En la segunda
planta había cestos con diferentes artículos de madera, cucharas, tenedores,
espátulas, más grandes, más pequeñas… parece que estaba hecha aposta para
nosotros.
Al final se
decantó por una tabla de madera, y con un agujero en el mango, obviamente con
idea de dejarla colgada y reservada para resolver nuestros asuntos.
Y justo cuando
íbamos a bajar, nos topamos con una vitrina con productos de baño… Y para
sorpresa, había cepillos para el pelo y para la ducha. Cuando quieres comprar
uno, no lo encuentras, y cuando no lo quieres aparecen por arte de magia.
Optó por un
cepillo para el pelo, que probó in situ en mi culo, y como no, la tabla
también. Coincidió que en ese momento no había gente a la vista, y no pude
evitar decir ¡¡auhhhhh!! con cada azote que me dio.
Reconozco que
la idea de comprar productos aparentemente normales para el resto del mundo,
sabiendo que nosotros le damos otro uso, me pone muy cachonda… es nuestro gran
secreto.
Cuando llegamos
al apartamento me quitó el abrigo y que ordenó que me quedara mirando la pared,
señalándome con el dedo el lugar, además con el pantalón y las bragas bajado.
Ese detalle último me hizo estremecer sin querer, y aunque me excitaba
muchísimo verme así, no pude evitar protestar por el camino...
No tardó mucho
en aparecer y en empezar a echarme la charla, primero por desobedecer con el
toque de queda y por no meter los instrumentos que me pidió. Así que me dijo
que el castigo sería doble.
De primeras,
colocó una silla detrás de mí y me pidió que me subiera las bragas y el
pantalón y que fuera donde estaba él. Me acerqué, nos miramos a los ojos, mi
mirada era un tanto altiva y la suya seria, y con un gesto me indicó que me
pusiera en posición.
Me lo pensé y
me quedé mirando como diciendo, mmm no sé si quiero obedecer… no tuve mucha
reacción porque tiró de mi brazo colocándome él y a la vez que empezó a
sacudirme, me dijo:
- Si te digo que te pongas en posición, lo tienes
que hacer, ¿Queda claro?
Plas Plas Plas
Plas Plas Plasssssss
- ¡¡¡Auhhhhhh!!!
Me ayudó a
reincorporarme y me dijo, muy bien, hazlo tú sola. ¡Ponte en mis rodillas! mmmm
no sólo le miré con cara de ¿Cómo dices? Sino que además di un pasito para
atrás. A lo que él con cara de más enfadado aun tuvo que estirar su brazo para
volver a tirar de mí y antes de colocarme me desabrochó el botón del pantalón
vaquero y me lo bajó. Me dejó las bragas puestas y me volvió a dar otra
oportunidad. Me lo volvió a pedir con su mirada… y yo volví a mirarle con cara
desafiante. No le quedó más remedio que volver a colocarme él.
Plas Plas Plas
Plas Plas Plassssssssss
- Ya veo que lo tuyo no tiene remedio... ¿o
sí...? Lo comprobaremos...
Plas Plas Plas
Plas Plas Plassssssssss
Los azotes eran
más fuertes que los primeros, además también es cierto que antes llevaba
protección con lo cual la diferencia era bastante grande. En este momento
estaba en bragas, y los sentía mucho más…
Plas Plas Plas
Plas Plas Plassssssssss
Me volvió a
reincorporar, dándome una tercera oportunidad… el culo me empezaba a escocer un
poco, aun así mi orgullo es bastante porculero a veces, y no quería dar mi brazo
a torcer, aunque es posible que luego me arrepintiera. Pero así de entrada no
quería… Además, me sentaba fatal lo que me estaba haciendo…
- ¿Y bien?
- ¿Y bien qué?
- Ya veo que eres terca como una mula... pero
acabaré por domesticarte, no te quepa duda.
Me bajó las
bragas por debajo del culo y me volvió a poner en su regazo, y siguió con la
cantinela del plas plas plas
Por momentos
subía la intensidad y no podía evitar patalear y quejarme con pequeños gruñidos
que salían de mi garganta. Luego paraba, me acariciaba y seguía dándome, pero
más suave… lo iba intercalando. Poco a poco la intensidad era cada vez mayor y
los que eran más suaves también fueron cogiendo más fuerza. Llegó un momento
que me costaba soportarlos, y con esas, él siguió tirando de la cuerda… Al
final no pude evitar decir en un momento de desesperación.
- Valeeeeeeeee ¡¡¡Me rindo!!!
Paró, me
incorporé con su ayuda, le miré con ojos de cordero degollado mientras me
frotaba mi culo que me ardía a rabiar.
- ¿Qué, pica?
- Siiiii
- ¿O pica más tu orgullo?
- mmmm las dos cosas por igual, creo yo.
- ¿Quiero ver cómo te colocas tú solita?
Resoplé por lo
bajinis, y tomando aire obedecí, me puse en sus rodillas sin más… como si nada…
- ¡¡¡Así me gusta!!! ¿Ves como no es tan difícil
obedecer?
Dándome una
especie de tregua, me acariciaba el trasero, aunque no tardó mucho en volver
con la azotaina que había iniciado...
Plas Plas
Plassss Plassss Plasssss
Esto no ha hecho más que empezar, me dijo muy serio!!!!
Para ver la segunda parte 👉 pincha aquí
Bravo por el relato. Lo que más me gusta es la 'doma', hasta lograr que dé su brazo a torcer y acepte la orden. Y muy acertado que esa órden sea precisamente la humillación de ponerse ella misma en posición, aceptando su puesto... y su castigo. Y también perfecto que, en vez de parar ahí, una vez dado su brazo a torcer, siga recibiendo alguna tanda más de azotes :)
ResponderEliminarEsperemos la seguna parte, que promete.
Me alegro que te guste MisterEddy,
EliminarCoincidimos con la 'doma' me resulta más que excitante todo lo que conlleva...
Muy cierto, cuanto mayor es el orgullo, más morboso el castigo y es proceso mental hasta vencerlo y tener que aceptar, aunque sea a regañadientes (aunque seguro que también excitada), su puesto.
EliminarLa cosa va a acabar con el culo de la chica muy caliente, por suerte lo puede refrescar sentándose un rato en la nieve xD
ResponderEliminarLaxmi, JAJAJAAAAAA
EliminarTampoco es mala idea como pequeño castigo para 'bajar los humos' :)
EliminarMe han encantado este relato...tiene puntos muy interesantes.
ResponderEliminarMe alegro que te haya gustado. :)
EliminarMe encantó tu historia, la dualidad de querer ese azote y tratar de hacerlo escapar de todos modos. El orgullo y la provocación de la joven y la intransigencia, la ternura, la firmeza, la complicidad que se siente del hombre y de esta relación ... ^^
ResponderEliminar:) Gracias por tus palabras, bonita descripción!!! ❤
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