miércoles, 13 de enero de 2021

Buitrago de Lozoya II (Relato)



Autora (Cloe)


Los azotes en mi culo continuaron por un buen rato largo, la picazón que ya tenía, cada vez se hacía más intensa e insoportable. Y eso que sólo estaba usando la mano, que para mí era más que suficiente cuando la usa de esa manera, me sentía más que castigada.

Paró, y me dijo mientras me tocaba el culo, y algo más...

  • Vaya... noto que tu vulva está contenta...

Estuvo acariciándola y cuando estuve a punto de estallar, ¡¡¡¡paró!!!  me sentó fatal, aun así, yo seguí en su regazo con el movimiento de mi pelvis...  metí mis dedos para terminármelo yo solita. Y cuando llegué al clímax todo mi cuerpo se relajó. Me ayudó a levantarme y mientras me miraba con ojos de: ¿Se puede saber que has hecho sin mi permiso? Le miré con ojillos de traviesa y se me escapó una leve risita. Por lo visto a él no le hizo tanta gracia, me subió las bragas y me llevó a la habitación tirando de mi oreja.

  • Seguro que no te ríes tanto cuando continúe con la azotaina...
  • Auhhhhhh  _me temía lo peor_

Al entrar me indicó que me apoyara en la mesa, le obedecí. Ahí estaba yo, con mis bragas rojas de lunares, mientras le escuchaba andar, abrir cajones, hasta le escuché que salió y al poco tiempo volvió a entrar. Todo eso me ponía tremendamente nerviosa, y a la vez seguía humedeciéndome…

Se acercó a mi oído mientras me decía y me enseñaba el cepillo.

  • ¡¡¡Mira!!! en breve lo vas a probar, _agaché la cabeza, preferí no seguir mirándole, él lo estaba disfrutando, yo no tanto..._

Estuvo acariciándome y cuando menos lo esperaba

Plasss Plasss Plasss Plassss

  • Auhhhhhhhh Auhhhhhhhhhhhhhh

El cepillo es lo peor de lo peor y encima me daba con ganas

  • Esto te pasa para que la próxima vez cuando te diga que traigas los instrumentos, lo hagas directamente. Sin pensar si mereces un castigo con ellos o no, porque eso no cosa tuya.

Plas Plas Plasss Plasssss

  •  Auhhhhhh Jooooooooo
  • ¡¡¡Así aprenderás!!!

Me cayeron unos cuantos, lo hacía despacio, con ganas y saboreando mi derrota. Mi culo ardía por momentos, y no sabía cómo ponerme ya. Cada vez que caía uno más, toda mi cadera se movía de manera automática.

El dolor se hacía más insoportable por momentos...

Paró y me estuvo dando mimos en mi culo magullado, no sabía si me estaban gustando o prefería que parara porque de vez en cuando me hacía cosquillas y eso sí que no lo soporto. 

  • Cosquillas Noooooo Jooooooo
  • ¡Ni Jo ni Ja!

Yo lo que hacía era recibir la caricia y cuando me hacía cosquillas, me apartaba como podía, aunque eso me llevara a recibir un azote extra con su mano. 

Se sentó al borde de la cama y me indicó que cogiera la tabla de madera y que se la llevara, que era lo que nos quedaba por probar. 

Lo hice a regañadientes y protestando, diciéndole que mi trasero ya estaba bastante rojo y que me dolía un montón. No coló... 

Cuando llegué a su altura por mucho que gimoteara y le dijera que no era necesario, que había aprendido la lección, me dijo:

  • Todavía tenemos pendiente tu desobediencia con el toque de queda, ¿Lo recuerdas?
  • Con todo lo que me has dado, ese tema queda zanjado.
  • ¿Ya estamos? Eso lo decido yo y no tú. 

Y me dio un azotazo bien fuerte estando de pie, me bajó las bragas y tiró de mi quedando nuevamente en sus rodillas. 

Me volvió a regañar y me recordó porqué estaba en esa posición otra vez... Y cuando menos me lo esperé...

Plasss Plassss Plassss Plasssss 

Los azotes con la tabla fueron más distanciados que con el cepillo, y a pesar de tener el culo más que calentito me dolía como si fueran los primeros azotes que recibía.

Me estuvo dando uno en cada nalga y el tercero en el medio, y ahí repetía. 

Según fueron pasando los minutos cada vez eran más inaguantables, bufffffff 

No sabía cómo ponerme y eso que no tenía alternativa de movimiento, con todo y con eso me intentaba mover, patalear, protestar.... 

Paró, me acarició y yo dando por hecho que había acabado me sentí aliviada, hasta que sentí otro azote más, y otro, y otro...

Plasss Plassss Plassss Plasssss Plasssss

  • Auhhhhhhhh Auhhhhhhhhhhhh
  • ¿Vas a volver a desobedecer un toque de queda?
  • Noooooooooo
  • ¿Y cuando te diga que metas algo en la maleta, lo harás?
  • Siiiiiiiiiii
  • ¿Seguro?
  • Siiiiiiii

Terminó de sacudirme y volvió a tocarme lenta y suavemente, y esta vez como a mí me gusta, sin cosquillas... Aunque eso sí, el culo me dolía a rabiar...

Me puso crema y me quedé relajadita...

Nos abrazamos por un rato largo, son de esos momentos donde pararía el tiempo porque desearía que no terminara nunca...

Después, nos comimos la boca, el cuello... me mordió... yo lo intenté, pero no me dejó. Jajajaa estuvimos jugando hasta terminar follando mientras hacíamos el amor tirados en la alfombra, mientras las llamas de la chimenea hacían su función...


Para ver la primera parte 👉 pincha aquí


7 comentarios:

  1. Una sesión realmente completa :)
    ¡Muy bonita la foto!
    Me ha encantado el detalle de llevarte de la oreja ;D
    Noto que la 'lucha' aunque sea a pequeña escala, con frases, no cesa ni hasta casi el final...
    ¿Qué crema es esa que se pone, hidratante?
    Y la culminación, muy romántica :)

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    1. Hola,
      La lucha de la que hablas depende del encuentro, a veces pasa así, que por pequeña que sea se mantiene casi todo el rato.

      La crema es hidratante, también puede ser de aloe vera.

      Gracias por tus palabras,
      Buen día!!

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    2. Si, jeje... protestando a cada paso...
      Mil gracias a ti :)

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  2. Podéis pasar otro fin de semana en Chinchón: anís, plaza y al rincón.
    Y luego otro en Aranjuez: primero con la mano y el cepillo después xD

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    1. Jajajaaa Laxmi,
      Estás fatal!!! xD
      En el cole debiste ser el 'graciosillo' xD xD

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    2. O en boadilla, y azotar con zapatilla... jejeje

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doyluzamisombra@gmail.com