martes, 31 de diciembre de 2019

Nochevieja (Relato)

 




Autora: Cloe


Al final la semana después de nochebuena estuvimos sin poder vernos entre unas cosas y otras, trabajo, compromisos... pero sí que hablamos y estuvimos mirando un lugar para desaparecer unos días. Nos cogimos los dos el 30 para empalmar con el 31 y regresar el 1. Estuvimos barajando destino y decidimos no irnos muy lejos porque al final tampoco eran tantos días, sí que después de mirar y curiosear optamos por una oferta que vimos en el último momento en Lisboa. Yo no lo conocía así que me hacía especialmente ilusión ir, además soy de las que procura viajar cada año y en la medida de mis posibilidades a un lugar donde no he estado antes, así que Lisboa era el destino ideal.

Me encanta sentir la sensación de viajar, salir de Madrid es algo que necesito cada poco tiempo. Lo que me da más pereza es tener que hacer la maleta, buffff pero bueno, eran pocos días y pensaba llevarme lo justo, eso es algo que he aprendido con los años...  
Y lo mejor de viajar para mí sin duda alguna es la compañía y el poder compartir todos los momentos del día con él, me resulta tremendamente excitante... cada día puede dar mucho de sí y la incertidumbre es algo que me vuelve loca, el no saber lo va a pasar... 

Nada más llegar al hotel fue ya una maravilla,  la habitación era muy acogedora amplia, cama grande, con una mecedora en una esquina (cuando la ví no supe que pensar... una mecedora en la habitación de un hotel??).
Un escritorio con una silla, una tele, neverita, una terracita súper chula donde se veía la ciudad iluminada por las luces...
Una verdadera pasada!!!
El baño muy espacioso, con una ducha amplia donde cabíamos los dos! y todo muy nuevo y limpio. No sé que tienen los baños pero a mí personalmente me llaman la atención, además de dar mucho juego...
Nada más llegar dejé mi maleta a un lado, mientras él colocaba su ropa en el armario... me acerqué por detrás y le agarré de la cintura mientras le besaba la espalda y le dije con voz melosa:
  • Uhmmm podíamos darnos una ducha calentita... 
  • Primero habrá que deshacer la maleta, no crees? y tú deberías hacer lo mismo...
  • - Me aparté mientras le decía - que cabeza tan cuadriculada tienes!!! Yo no pienso tocar mi maleta, y basta que me lo digas para que la deje como está con más motivo!
  • Y tu vestido para el 31? No se te va a arrugar? Por cierto cual te has traido?
  • No pienso contestar a eso y no te lo pienso enseñar, te aguantas! y si se arruga que se arrugue... luego me lo planchas tú y listo!
No dijo nada, sólo se medio rió... continuó con sus cosas mientras yo trasteaba por la habitación...

Cuando terminó me miró mientras yo me mecía tranquilamente en la mecedora era enormeeee entraban dos culos como el mío.  

Se acercó a mí despacio y yo le miraba con ojos de... a donde crees vas...
Cuando llegó a mi altura me extendió su mano, ven! vamos! y yo le dije: A dónde?
  • A dónde va a ser? No querías que nos diéramos una ducha?
  • Pero eso era antes... mientras fruncía el entrecejo y le daba mi mano para levantarme.
  • Las cosas no van a ser siempre cuando tu digas... - mientras caminábamos al cuarto de baño, él un pasito por delante de mí -
  • Ya... lo sé y me fastidia un poco no te creas. - con voz aniñada -
  • Sí, lo sé pero forma parte de, ya lo sabes!
Una vez dentro del baño, fue directo a abrir el grifo para que saliera el agua caliente... se acercó a mí y me fue quitando la ropa muy despacio mientras me decía al oído:
  • Mi pequeña y protestona renacuaja...
De mi boca sólo salió un quejido entremezclado entre peque y grande, entre refunfuño infantil y placer de mi parte más adulta... y pensé lo fácil que era para mí pasar de niña a mujer en un segundo.

Mientras me iba quitando la ropa sentía pequeños escalofríos por el cuerpo, nos mirábamos y nos decíamos de todo sin hablar...
Después se empezó a quitar su ropa y yo le ayudé, también eso me encanta...

Nos metimos juntos en la ducha, debajo del mismo chorro, era enorme y entrábamos los dos, me embadurnó de gel por todo el cuerpo, me lavó la cabeza... luego le lavé yo a él, despacio y recreándome en cada parte de su cuerpo, me gustaba todo tal cual es.  Y cuando nos quisimos dar cuenta estábamos comiéndonos la boca... una cosa llevó a otra y terminamos haciendo el amor... como a él le gusta llamarlo.

Tenía tantas ganas de estar así, sintiéndole dentro de mí...

Cuando terminamos, me dijo que él salía primero y que yo saliera cuando me avisara, así que me quedé con el chorro de agua caliente cayendo sobre mi cabeza, mientras flotaba...
salió y se secó, se puso la toalla por la cintura y me dijo que saliera ya. 

Salí y me secó, me puso una toalla tapándome todo el cuerpo, mientras me secaba con otra la cabeza, me peinó y me secó el pelo, que me cuide también en ese sentido me fascina.

Me puso el pijama, me abrió la cama y me dijo: A la cama! que ya es hora, obedecí porque entre la ducha, la descarga y que me secara el pelo hizo que me bajara el ritmo y se me cerraban los ojos solos. Me metí, me tapó y me dió un beso de buenas noches mientras me susurró al oído con voz entremezclada entre serio y serenidad: por cierto, mañana hablamos!!!
De repente se me revolvieron las tripillas y sentí una ligera humedad en la entre pierna...

Al día siguiente fue como si nada, nos levantamos para desayunar y visitar la ciudad, aprovechamos para comer por allí y terminamos en el mirador del Jardim do Torel, situado en un parque escondido donde se respira una gran paz y alejados del bullicio de la ciudad. Nos sentamos en un banco contemplando las vistas cuando me dijo: 

  • Bueno, qué? No tienes nada que decirme?
  • - tardé unos segundos en contestar mientras sentí un poco de rubor en mis mejillas - ... que yo sepa no.
  • Ahhh no? Pues mientras contemplas este paisaje, ve pensando... y de vuelta al hotel también... piensa!

No respondí, me limité a sentir mi respiración y mi pulso... que se aceleró sin querer...
De vuelta al hotel no supe que decir, caminábamos cogidos de la mano entre silencios y conversaciones que iba sacando él sin tener nada que ver con la amenaza que me acababa de hacer unos minutos antes.

Según nos íbamos acercando reconozco que me iba poniendo cada vez más nerviosa sin que él lo notase, pero no podía evitarlo, el no saber a qué se estaba refiriendo me hacía sentir acorralada...

Una vez en el hotel, cogimos el ascensor, saludamos a otros huéspedes que también lo iban a coger... al llegar a nuestra planta se abrieron las puertas y sólo salimos nosotros, dijimos hasta luego mientras me dejaba paso para que saliera delante de él mientras me dió un ligero cachete en el culo. De repente sentí una mezcla entre pudor y morbo.

Una vez llegamos a la habitación, fui directa al cuarto de baño hacer un pis mientras él se quitaba los zapatos... 
Al salir del baño le vi sentado al pie de la cama y me miró mientras me hacía un gesto con su dedo índice para que me acercara.
Fui despacio con cara de sorpresa por ver que era lo que me quería contar...

  • Ya sabes a qué me estaba refiriendo antes?
  • Pues no... mientras movía ligeramente la cabeza de lado a lado 
  • - cogió un sobre que tenía detrás de él y lo abrió - y leyó en voz alta, desde el centro cultural San Juan Bautista le informamos que lleva tres faltas de asistencia a las clases de yoga y a la quinta tendremos que darle de baja ya que tenemos lista de espera de personas apuntadas en su horario. Sin otro particular, atentamente... Qué pasa? Que pagas las clases para luego no ir? 
  • Has abierto una carta que no iba a tu nombre?
  • - mientras levantaba una sola ceja y arrugaba su boca - me dijo: no cambies de tema y sí, he abierto una carta que iba a tu nombre, algún problema?
  • Pues sí, que era mía y no tenías porqué abrirla.
  • Te vas a poner encima chula?
  • Pues sí, pasa algo? - a veces mi boca me pierde... -
Tiró de mi brazo y me puso directamente en sus rodillas, y sin mediar palabra me empezó a dar con toda su mano abierta y con ganas... en apenas 5 minutos mi cuerpo empezó a quejarse... y mi voz también... 
paró de repente, y me ayudó a levantarme. Ligeramente aproveché para frotarme el culo con mis propias manos mientras él seguía mirándome.
  • Qué? Se te han bajado un poco los humos?
No dije nada, sólo le miré cabizbaja...
  • Pagas las clases de yoga para no ir? Te parece bonito?
  • Ya... es que... entre unas cosas y otras no he podido  ir esos días...
  • Y que son esas cosas que tenias que hacer para no poder ir?
  • mmm pues cosas...
  • Bien! Desabróchate el botón y bájate los pantalones!!!
Me volví a ruborizar, si es que en algún momento dejé de hacerlo...
  • Es para hoy!!! Vamos!!!
Preferí obedecer porque ya estaba metida en un berenjenal y no tenía escapatoria, aún así me bajé los pantalones a regañadientes y me dejé las braguitas puestas.

Dándose unos golpecitos en su regazo mientras me miraba a los ojos me indicaba que me pusiera sobre sus rodillas. Muy a mi pesar no me quedó más remedio que hacerlo, sino sería peor para mi culo...

Mientras me tumbaba yo sola él miraba con detalle todos mis movimientos... una vez colocada, bajó más mis pantalones dejándolos por las rodillas y mientras me acariciaba con sus manos la rojez que ya me había dejado minutos antes me echaba la charla de la importancia de la responsabilidad.

Y cuando menos me lo esperé... zas! me cayó el primer azote, después el segundo seguido del tercero... eran intensos pero soportables, con los primeros no protesté, ni abrí la boca para nada, sólo los contaba mentalmente, respiraba y sentía... 

Poco a poco fue aumentando paulatinamente el ritmo aunque la intensidad de momento la mantenía. Al ir in crescendo hizo que me perdiera en el número cuarenta y tantos... intenté centrarme más en mi respiración para poder transitar el dolor que poco a poco iba sintiendo, aunque quedó en el intento porque mi cuerpo empezó a moverse y a patalear y claro está lo acompañé con quejidos que salían de mi boca.

Paró! apoyó su mano en mi culo para sentir el calor que ya desprendía y muy lentamente me bajó mis braguitas...
Sentí vergüenza según me las bajaba y a la vez alivio por las caricias que me estaba dando en ese momento aunque me duraron poco porque como siempre me suele pasar, sin previo aviso volvió a azotarme el culo pero esta vez eran más intensos aunque el ritmo lo bajó un pelín. Aún así al poco tiempo volví a retorcerme lo que podía porque me agarró más fuerte de la cintura para que dejara de moverme.

Al poco tiempo me mandó al rincón... 

Cuando pasaron cinco minutos me pidió el cepillo, me dí la vuelta para mirarle con los ojos bien abiertos.

  • Habrás traído el cepillo como te dije verdad?
  • Pues sí, lo he traído pero no creo que sea para tanto.
  • Eso lo decido yo si es para tanto o no. Cógelo y me lo traes!
Fui a por mi maleta, sin prisa y sin ganas por llevarle el cepillo aunque tampoco podía disimular mucho porque no apartaba la vista de mi. 

Cuando cogí el cepillo se lo llevé me puse delante de él. Extendió su mano y no me quedó más remedio que dárselo, cuando lo cogió se dió unas palmaditas con el cepillo en la otra mano, me miró y me dijo:
  • Cuando te comprometes con algo te comprometes con todas sus consecuencias, no vale ir hoy a clase y mañana no. Además todavía no me has dicho esas 'cosas' tan importantes que tenías que hacer para no ir.
Le miré frunciendo mis morros como diciendo, no me preguntes que no quiero contestar...
  • No dices nada? 
  • mmm no... 
Con su brazo tiró de mi para colocarme en esta ocasión sobre una sola de sus rodillas, sabe que el cepillo me duele y de esta manera puede inmovilizarme con su otra pierna libre.
Como ya tenía el culo bastante rojo y calentito los primero azotes con el cepillo no me dolieron mucho y lo pude llevar bien. A medida que los fue repartiendo en un lado y en el otro me acariciaba para aliviar, así puedo aguantarlos mejor y el castigo dura más...

Llegó un momento en que ya no podía más y eso fue cuando aumentó un poco el ritmo y ya no había caricias, sólo azotes...

Cuando dije:
  • Yaaaaa valeeeee te lo diré!
  • A ver, soy todo oídos!
  • Prométeme que no te vas a enfadar!
  • Enfadarme más de lo que estoy te aseguro que no.
  • Es que... uno de los días me llamó mi amiga Mónica que hacía muchísimo que no la veía y prefería quedar con ella. Otro día me quedé después de currar con unas compañeras tomando unas cañas y cuando me quise dar cuenta ya se me hizo tarde... y otro día, simplemente me dió pereza y no fui.
  • Bien! y te parece bonito? Primero que me lo tengas que contar  a base de azotes y segundo que dejes de ir a tus clases de yoga por esos motivos? 
  • mmm Lo siento... No volveré a faltar... 
  • Eso espero!! Para zanjar el asunto por hoy, vas a contar 20 azotes, y que te escuche bien! Estamos?
De mi boca salió un sí entre cortado, seguido de:
  •  auuuuhhh uno, auhhhh dos... 
Los últimos 20 fueron más fuertes de lo que yo esperaba y me costó recuperarme entre azote y azote. Aunque no tuvo prisa por dármelos, incluso el ritmo lo bajó considerablemente, sólo y por el hecho de que pudiera terminar con el castigo.

Después nos sentamos en la mecedora, y estando encima de él acurrucada me llenó de mimos y caricias mientras me recalcaba que ni se me ocurriera volver a faltar a mis clases. 
En ese momento y con el culo rojo y ardiendo por supuesto le dije que no lo volvería hacer...
Nos abrazamos y nos besamos y entre el vaivén y vaivén nos quedamos fritos un rato... Nos despertamos justo para darnos una ducha. Me duché yo primero y cuando entró él, aproveché para ponerme mi vestido rojo, intacto y sin una arruga, había aprovechado para colgarlo de una percha sin que estuviera delante, si hay algo que no soporto es tener que darle la razón... que malo es el orgullo... 

Cuando salió y me vió mientras me daba un poquito de colorete en las mejillas me dijo:

  • Uhmmm Estás preciosaaa, te queda genial ese vestido!
  • - Con una sonrisa le di las gracias y le dije: Lo he traído porque sé que te gusta! Y que sepas que me lo he puesto para ti.
  • Uhmmm - se acercó y me besó los labios - Pues has acertado y me encanta el detalle!  

Era la última noche del año... Que emoción!!!!!

Mientras caminábamos hacia la puerta no pude evitar rascarme el culo...

  • Qué? Te pica?
  • mmm sí... un poco! Haber como me siento para cenar...
  • Jajajaaa será gracioso verte la cara!!
  • Pues a mí no me hace tanta gracia...
  • Jajaaa lo sé!! 

La noche estuvo muy bien y el dolor de mi culo fue soportable aunque lo sentía por momentos, nos echamos unas risas mientras cenamos y también aprovechamos para conversar con otros comensales. Por momentos nos entremezclamos unos con otros aunque nuestras miradas siempre estaban ahí, atentos el uno del otro.

Después de las uvas y un buen rato bailando y celebrando el nuevo año decidimos abandonar la fiesta.

Por el camino me quité los zapatos y subí descalza, y nada más llegar a la habitación. Se sentó y me dijo:
  • Ven! Quiero ver como tienes las marquitas...
Me acerqué a él muy despacito meneando mi cintura y llevando todavía los zapatos en mi mano, al llegar a su altura me paré, nos miramos y estando de pie me giró quedando yo de espaldas a él. Me subió el vestido muy lentamente y me bajó las braguitas más despacio todavía... 
uhmmmm me humedecí al instante...


chin-chin

Feliz 2020!!!!!

2 comentarios:

  1. Moraleja : Consecuencias de malgastar el dinero......... Culo Colorado.

    Muy Bonito el relato en su integridad.

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