martes, 24 de diciembre de 2019

Nochebuena (Relato)





Autora: Cloe

Ese día no nos tocó ir a trabajar, así que aprovechamos para quedar el lunes 23 después del curro, pasamos la tarde juntos, cenamos y me quedé a dormir en su casa, poder dormir juntos es algo mágico que me encanta y sé que a él también.  Amanecer un martes cualquiera, sin la necesidad de ir a trabajar es algo que se agradece muchísimo, y poder estar en la cama perreando es una de mis aficiones favoritas y sé que él eso lo lleva mal, jajaa no soporta seguir en la cama una vez se ha despertado. Y que lo haga yo sé que tampoco le gusta, digamos que él le gusta aprovechar el día y a mí me gusta aprovechar la cama y el calorcito del edredón en invierno... De entrada no me dice nada aunque sé que luego todo se lo apunta en su libreta y me lee la cartilla cuando le parece, pero ese día no podía leermela, era nochebuena!!! 

Estaba durmiendo tranquilamente cuando apareció por la habitación y mientras subía las persianas me dijo:
  • Venga arriba que ya ha amanecido hace rato!
  • Nooooo tengo sueñoooo y además esa frase me la decía mi madre de pequeña, no me la puedes decir tú!!
  • Pues claro que te lo puedo decir y también puedo darte unos buenos azotes como no te levantes, vengaaaa, el desayuno está listo. 
Mientras él seguía hablando como si nada, sin querer noté el rubor en mis mejillas...

Me levanté sigilosa y al llegar a la cocina me lo hubiera comido a besos en ese preciso instante pero me contuve... preferí observarle mientras servía el café y me decía:
  • No tienes que hacer ninguna compra de última hora?
  • No, además ya sabes que por estas fechas me convierto en el Grinch.
  • Jajaaa Ya me dijiste que no te gustaban estas fiestas, a mí tampoco es que me apasionen pero prefiero no ir con cara de perro por los sitios.
  • Me estás llamando cara de perra??
  • Jajajaaaa 
  • Pues noooo no tengo cara de perra!!! 
  • Jajajaaaa ves como sí?
  • Serás Cabrón!!
Le cambió la cara, dejó de sonreír ya no le hizo tanta gracia... sé que no soporta las palabrotas y dichas de mi boca menos, aún así me dijo:
  • No tendré en cuenta esto que acabo de escuchar porque es nochebuena... pero tampoco te pases porque puedo cambiar de opinión..., después de desayunar nos vestimos y me acompañas a hacer unas compras, luego comemos en casa y esta tarde te acerco donde me digas.
  • Graciasss!! todo un detalle por tu parte mientras le miraba y mi cara le sonreía de oreja a oreja...
Esa noche cada uno lo pasaría con sus respectivas familias, el 31 ya tendríamos ocasión para estar juntos, así lo decidimos entre los dos.

Le acompañé hacer los recados que tenía pendientes, ya lo tenía todo visto e incluso en algunos sitios lo tenía apartado, sólo era ir y cogerlos.

La mañana se pasó rápida y eso que madrugamos más de lo normal para lo que viene siendo un día festivo para nosotros.

Después de terminar nos fuimos a tomar el aperitivo, a conversar de nuestras cosas, echarnos unas risas y de ahí a comer a casa. Hizo muslos de pollo, con setas y patatas asadas en el horno, estaban bueníiiiisimas, me supieron a gloria, reconozco que cocinar se le da fenomenal. Yo por mi parte estoy encantada porque a mi la cocina no me va mucho, se me da bien pero si puedo evitar cocinar lo evito, igual que planchar...

Después de deleitarnos mientras comíamos ese manjar tan rico, sin prisa, saboreando cada bocado uhmmmm todavía aún, si lo recuerdo se me hace la boca agua...

Al terminar se levantó a lavarse los dientes y al volver me vió sentada en el sofá, con la mantita y viendo la tele...
  • Ya has fregado? - con cara de sorprendido -
  • No, todavía no, ahora voy
  • Ahora? Cuándo?
  • Pues Ahoraaaa!!!! - levanté un poco mi tono porque parece que no me escuchaba bien -
  • No me levantes la voz!!! y te doy 5 minutos, que lo sepas... - y se puso una alarma en su reloj -
Reconozco que ese detalle me hizo revolverme las tripas sin querer, sé que me tocaba hacerlo, entre nuestros acuerdos hay uno que dejamos claro desde el minuto uno y es que cuando uno de los dos cocine la otra parte friegue los cacharros... sí lo sé, es cierto y no lo voy a negar... Pero no me apetecía nada de nada...

Durante esos cinco minutos se percibía cierta tensión en el ambiente...

Y cuando menos me lo esperé... pi-pi pi-pi pi-pi pi-pi

Me miró todo serio y me dijo:
  • Ya han pasado los cinco minutos!! venga!
  • Jouuuuu cinco minutos más!!!!
  • No! Y no es negociable ya lo sabes! 
  • Jouuuuu 
  • O te levantas! O te levanto! y como te levante yo te va a tocar fregar con el culo rojo, no te digo más.
Nos miramos a los ojos, a ver quién podía más... yo no decía nada, sólo observaba sus movimientos...

Hasta que dijo:
  • uno... dos...
Y me levanté en el tres, me puse delante de él y con una mirada desafiante y con cierto rintintín le dije:
  • Ya voy!!!! Ves? No hace falta tanto relojito ni alarmita, ni un-dos, me levanto yo solita!!!
Y sin saber cómo ni porqué me miró medio enfadado y resoplando mientras sus manos fueron justo al botón de mis vaqueros para quitármelo, protestando me eché para atrás, estiró su brazo metió los dedos de su mano por dentro de mi pantalón tiró hacia él me puso de lado y me llevé un fuerte y sonoro azotazo estando de pie.
  • Estate quieta!! te acabas de llevar el premio gordo por tu soberbia, pero te la voy a quitar en un momentito!!
Su tono sonó demasiado contundente para decir algo más por mi parte, de repente me quedé paralizada sin saber que decir...

Volvió al botón de mi pantalón para desabrochármelo y tirar para abajo incluyendo mis bragas para dejármelos por las rodillas. Me ruboricé al instante de verme envuelta en esa situación... y le dije con una voz entrecortada y un tanto aniñada:
  • Se supone que hoy no puede haber azotes, es nochebuena...
  • Se supone sí, también te he dicho que podía cambiar de opinión, si hubiera sido por mí habrías cobrado en el desayuno, te he estado dejando cuartelillo por ver si lo podías evitar, pero veo que no. Por lo visto esta noche quieres cenar calentita...
Y sin más me colocó en sus rodillas, protesté ligeramente mientras me dió otro azote fuerte justo en medio de las dos nalgas y mientras, seguía regañándome...

Dejé de protestar, no me quedaba otra que acatar la charleta y asumir la azotaina... Los primeros me dolieron un montón, por un lado porque tenía el culo frío y duelen más y por otro porque directamente desde el primero fueron intensitos. A medida que los iba recibiendo lo fui asumiendo mejor, de vez en cuando me movía por el dolor e intentaba zafarme poniéndome de lado pero él enseguida me corregía la postura y me volvía a poner boca abajo. Y cuando mi mano salió de manera autómata para taparme y evitar más, lo que hizo fue darme en la mano y sujetarla para evitar que volviera a intentarlo.

No sé cuantos azotes me cayeron ni el tiempo que estuve en sus rodillas, sólo sé que el tiempo se me hizo eterno... 

De vez en cuando paraba y me acariciaba, eso para mí era un alibio aunque cuando más agustito estaba volvía con la retahíla, plasss plasss plassss

Y en una de esas pausas, después de acariciarme... cogió su zapatilla y siguió dándome con ella, eran azotes fuertes y contundentes. Buffff los primeros bueno... los pude sobrellevar bien, pero según iban aumentando el número de ellos, se me hacía más insoportable. No pude evitar patalear e intentar moverme como podía y por supuesto protestar:
  • Yaaaa valeeeeeeee yaaaaa auhhhhhhh
  • No! no vale! Y ya sabes que eso lo decido yo y no tú!
Y después de otro rato largo con la zapatilla y cuando tenía el culo rojo e incasdescente y ya no podía más, paró, me acarició... sus caricias me sabían a gloria y me dejó un rato reposar mi respiración siguiendo así, boca abajo sobre sus rodillas y ... de repente noté como sus dedos se posaban en mi vulva mientras me decía:
  • Vaya... a una parte de tu cuerpo parece que le gusta... Pero va a ser que no, esta noche estás castigada!
Me ayudó a levantarme y me seguía dando vergüenza porque ahora me estaba viendo la cara que estaba colorada y me dijo:
  •  Y ahora a fregar!!
Hice amago de subirme las bragas y el pantalón pero su mirada y sobre todo su voz hizo que me parara en seco
  • Ni se te ocurra subírtelo! Has querido fregar por la malas pues ale, con el culo rojo y calentito...
Hubiera salido de allí corriendo pero no era la mejor opción y menos con los pantalones bajados, así que me di la vuelta y me fui a la cocina.
Me sentía humillada y a la vez súper excitada, y me sentaba fatal que me dejara a medias, pero ahí tampoco podía hacer nada... o sí? 
Total... miré para atrás y no estaba, se quedó en el salón viendo la tele... 

Primero me toqué el culo y uhmmm me encanta sentir el calorcito después de una zurra, no me canso de tocarlo y sin querer me toqué la vulva y uffff estaba muy húmeda, mi respiración se hizo más ligera y consciente hasta que escuché:
  • Se puede saber que haces?
Paré de inmediato, y no supe que decir... sólo sentí que mi cara volvía a colorearse...

Se acercó me cogió primero del brazo para después cogerme por la cintura para volver a darme otra tanda de azotes estando de pie y cuando paró ahí no hubo caricias... me fui a tocar mi culo como actoreflejo y me dijo: NO! siente el picor... a ver si así aprendemos!!!

Y me puse a fregar sin rechistar, mientras él optó por quedarse sentado allí en la cocina contemplando el panorama...

Cuando terminé me dijo que me acercara, fui a donde estaba y me sentó en su regazo. Mientras me decía que la próxima vez no iba a ser tan benévolo conmigo. Los pactos si los tenemos se cumplen y porque ya era tarde y me tenía que dejar en casa de mis padres que sino... y no dijo más, sólo me miró y su mirada hizo que me humedeciera otra vez sin yo quererlo... 

Me levantó me subió las braguitas y el pantalón y nos fuimos, cada uno a celebrarlo de otra manera diferente y aunque no íbamos a compartir espacio sí que lo tendría presente toda la noche... y él a mí...

Feliz Navidad!!! 

6 comentarios:

  1. Hola a tod@s.

    Cloe, me ha encantado, como siempre.

    Hay una frase que me ha traido a la memoria el recuerdo de algo que leí una vez sobre la nochebuena. Hay un momento en el que se lee (a modo de excusa, imagino) "Se supone que hoy no puede haber azotes, es nochebuena..."

    Pues he de decir que es bastante correcto. La noche de nochebuena, Santa Claus reparte juguetes y otros regalos a los niñ@s que se han portado bien, y, por el contrario, reparte bastones a los padres para azotar a los niñ@s mal@s (ahora se representan bastones de caramelo para colgar en el arbol). Por lo tanto, navidad es realmente el día más indicado para recibir una buena azotaina si no nos hemos portado bien.

    Espero que Santa Claus se haya portado bien con vosotros este año. A mi me ha traido un pijama, y a mi chica un par de zapatillas (que escuecen y calientan que da gusto, os lo aseguro) y una regla de madera, que hicieron que la comida de navidad la tomara incómodo y bien calentito... Vamos, que acertó en la elección de los regalos, y viene a confirmar la teoría que leí hace tiempo.

    Feliz año nuevo a tod@s

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    Respuestas
    1. Hola Raúl!
      Síii es a modo de excusa :)
      Es mi forma de jugarlo...

      No sabía lo de los bastones de caramelo! Gracias por la info.

      Disfruta con tus regalitos jejeee

      Que tengas un muy feliz 2020!!

      Plas plas plas

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