Desde que tengo uso de razón siempre me han llamado la atención los azotes y con temprana edad cuando mi imaginación volaba y fantaseaba con situaciones sexuales siempre mi mente se montaba una escena donde terminaba sobre las rodillas de un hombre mayor que yo. Soñaba con el spanking y con besos apasionados, recuerdo que en el baño de la casa de mis padres había un mueble estrecho y que la puerta era un espejo donde me tiraba las horas muertas besándome sólo por el disfrute de imaginar cómo sería besarme con un chico. Esos eran mis momentos íntimos conmigo misma, cuando me besaba en el espejo, y cuando me imaginaba siendo castigada.
Por aquella época no me llamaba la atención ni me imaginaba lo que sería follar... Digamos que en mi contexto sexual entraban por un lado los azotes y por otra parte los besos, pero follar, lo que se dice follar pues no, no tenía ni curiosidad. Al igual que tampoco mezclaba los besos con los azotes, lo fantaseaba siempre por separado.
A la hora de relacionarme sexualmente con el otro me siento más identificada con el spanking que con la penetración. Y en mis fantasías sexuales hoy por hoy sigo imaginándome siendo castigada con azotes en el culo. La diferencia del hoy al ayer es que en la actualidad lo vivo en la realidad, lo vive mi parte adulta jugando a ser pequeña.
Mi modo de verlo es que hay muchas formas de vivir la sexualidad. Están las personas que piensan en follar y enfocándome más en la figura masculina/hetero/dominante donde su máxima es poder meterla. Los hay por un lado los que disfrutan de una sexualidad tradicional y donde sólo follan y/o mantienen sexo oral. Luego están los que follan con aderezo, digamos que te dicen que les gusta el spanking pero lo que van buscando es meterla dando cuatro azotes. También te puedes encontrar el perfil de hombres que se sienten atraídos por alguna práctica en concreto o varias dentro del Bdsm y que una gran parte la dediquen a 'sesionar' como lo llaman la gran mayoría de personas dentro del sector, (yo no), y al final de la sesión suelan terminar más de lo mismo... follando. Y luego están los que prefieren jugar y me refiero en este caso al spanking en concreto, lo que realmente les gusta son los azotes y todo lo que envuelve al juego y no van buscando follar, este perfil precisamente es el que encaja con mi forma de sentirlo.
Para las personas que empiezan en el mundillo es importante saber lo que un@ quiere y busca para poder transmitirlo a la persona con quién pueda mantener algún tipo de encuentros o una relación con más matices.
Me he referido más a ellos, aunque también por supuesto hay mujeres que prefieren terminar follando, no es exclusivo de la figura masculina. Al igual que habrá hombres que aún sintiéndose identificados dentro del perfil al que he hecho referencia, (hetero-dominante), sus preferencias sean distintas a las que he comentado y su objetivo tampoco sea acabar metiéndola.
Las conclusiones que saco de todo esto es que para mí follar es como el spanking, digamos que puedo sustituirlo sin problema porque mi preferencia son los azotes. Y que aunque a veces nada más recibir una azotaina y estando con el culo rojo pueda terminar follando y/o haciendo el amor porque puede ser perfectamente compatible, dependerá de diferentes factores. Para mi la finalidad del juego no es follar, sino pasarlo bien, disfrutar, alargar la excitación y terminar como se tercie en cada momento. Cada vez es distinto y no es algo que se pueda planificar porque no sabemos como nos vamos a sentir, la improvisación es algo que se da junto a la autenticidad de cómo estemos en ese momento...
Cloe, estimada amiga. Te regalo un relato 100% real que tuve con mi sumisa.
ResponderEliminarhttps://brunoymia.blogspot.com/2019/09/mis-primeros-azotes.html