Spanking terapéutico

 

A lo largo de nuestra vida todas/os acumulamos emociones, se quedan retenidas por no expresarlas justo en el preciso momento de sentirlas, por los motivos que sea. Esas emociones que no sacamos se quedan guardadas en alguna parte de nuestro cuerpo y a veces aparece algo, a modo de llave que abre sin querer esa puerta para poder expulsarlas.

También queda incluido nuestro día a día, donde nos podemos cargar de estrés por el trabajo, responsabilidades, quebraderos de cabeza o por cualquier otro motivo.  

El spanking en este caso, digamos que puede ser un medio que nos puede ayudar a liberar esas emociones que no hemos podido expresar. Por un lado, a través del propio aturdimiento, desconcierto que puede producirse en medio de una zurra., Y por otro, la propia excitación que se produce al recibirla, antes, durante o después. Y por este motivo también lo uniría con la vida sexual, y más concretamente a lo relacionado con la genitalidad, ya que se pueden deshacer también nudos internos durante la masturbación, penetración o teniendo sexo oral... 

Para que eso se produzca es más fácil si ya hay un nexo de unión previamente antes con la persona con quién compartes esos momentos. Aunque por supuesto tampoco es absolutamente necesario, se puede dar con alguien con quién experimentas por primera vez. Los seres humanos somos así de dispares. 

Suelo decir que el sexo es sanador al igual que el spanking... 

La energía sexual (la kundalini) es muy potente, aunque no me quiero desviar, porque es un tema que da para mucho. En este caso quiero profundizar más concretamente en lo terapéutico que puede llegar a ser recibir una buena azotaina, y centrarme sólo en el asunto que compete. Aunque ya he comentado y que quede claro que se puede dar en el campo de la sexualidad en general. 

Uno de los medios por el que liberamos las emociones es a través del propio llanto. Esto se produce porque cuando lloramos eliminamos dos hormonas que produce nuestro organismo en momentos de estrés, la adrenalina y noradrenalina, encargadas de preparar al cuerpo en situaciones estresantes o de peligro y para los cambios reflexivos en el tono cardiovascular. De ahí a que después de una buena llantina nos quedemos relajados y nos entre sueño.

En estos casos distingo dos tipos de llanto; uno, producido por el mismo dolor, esto puede ocurrir cuando la azotaina es muy exagerada, o simplemente nosotrxs estamos en un momento más blandito y no podemos soportar ese calvario, y las lágrimas salen solas, las crea el propio dolor. Y el otro es el que lo produce la emoción retenida, o bien del estrés de la vida cotidiana o por un mal momento que estamos pasando o por las propias emociones que no expresamos en su día y a través del spanking aparece sin avisar y de repente. Es algo que no lo puedes controlar, esa energía sale de las entrañas hasta descargarse a través del sollozo. 

Es importante ser consciente tanto de la presencia como del acto en sí, acompañar a la persona que llora sin cortar el llanto. Simplemente estar, mientras sostenemos esa energía.  

Por otro lado, no es algo que se vaya buscando, las lágrimas vienen o no, sin más. No hay que forzarlo. 

¿Por qué es terapéutico?

Porque todo lo que sea eliminar energía de tu interior que no te hace bien y que te sobra, al soltarlo te hace sentir más ligera/o. Hace que te sane por dentro y eso conlleva a que sea terapéutico. Resumiendo, todo lo que es terapéutico es sanador. Y en este caso, como decía en el inicio de la entrada, el spanking es una herramienta que nos puede ayudar a expulsar la emoción estancada a través del llanto.

Si el aftercare es fundamental después de una tunda, cuando se llora al recibirla, ya sea durante o después, los cuidados en estos casos se dan con mucho más motivo. Y yo diría que son mucho más significativos y se necesitan más, que cuando no hay lágrimas de por medio.