miércoles, 5 de mayo de 2021

El partido de fútbol (Relato)




Autora (Marta)

Me acababa de levantar, tarde, sin prisa, a mi ritmo... aquel sábado se suponía que no tenía nada que hacer, no había acordado nada con mi chico y tampoco había quedado con mis amigas, con lo cual un día perfecto para estar conmigo. Que gustoooo por Diosssss lo necesitaba!!!!

Mientras me preparaba el café me sonó el móvil.
  • Holaaaaaa!!!!
  • Buenos días! ¿Qué hace mi Peque?
  • Buenos díasssssssss, aquí, me acabo de levantar y estaba a punto de desayunar
  • Si son las doce!!
  • jajaa ya lo sé y eso es lo mejor! uhmmm que bien huele a café! Quieres uno? jajaaa
  • Ya he desayunado hace rato. Tienes planes para hoy?
  • mmm no! Por? 
  • Para pasar a buscarte y comer en un sito que han abierto nuevo y me han hablado muy bien de él.
  • Ahhh pues genial, siií! 
  • Paso a recogerte a las 14:00
  • Ok.

El restaurante a parte de estar muy chulo, era muy acogedor y con muy buen gusto en la decoración, lo mejor fue, aparte de la compañía, la comida, estaba todo buenísimo. Me encantó ponernos al día de toda la semana, sin prisa, con calma... Son esos momentos en los que pararía el tiempo.

Después nos fuimos a su casa, y sorpresa para mí cuando me dijo que había fútbol... Buffffff y como no! jugaba su equipo... no haré comentarios al respecto...

No habían pasado 15 minutos de partido y estaba ya aburrida... ¿en serio? ver a unos cuantos hombres en pantalón corto detrás de un balón???
Me parece de todo menos divertido, y por supuesto yo iba con el equipo contrario, eso lo tenía bien claro!!!!!

En el minuto 30 estaba que me subía por las paredes... Ya no sabía cómo ponerme, me había tirado al suelo, encima de la alfombra a hacer estiramientos, por entretenerme y por ver si así me hacía algo de caso... pero no coló...

Cuando terminó el primer tiempo se percibía en el ambiente ciertos nervios 0-0. 
Jajajaa Por dentro me reía de verle así.

Intenté acercarme a él y darle algún mimo, un masajito para que no se lo tomara tan a pecho pero no me hizo mucho caso y no me gustó la contestación que me dio, así que me medio enfadé...

Inició la segunda parte del partido, y a escasos 5 minutos, nada más empezar  les metieron un gol, jajaaa sin querer se me puso una sonrisa de oreja a oreja y él todo cabreado y cagándose en todo. Estando enfadada con él, fue divertido verle así, eso le pasa por no hacerme caso.

En el minuto treinta empataron, se levantó todo eufórico a festejarlo, yo ni me inmuté, seguía aburrida como una mona.

Pasaron quince minutos más, tenía el balón su equipo y parece que poco a poco entraban en el terreno de los contrincantes, se le empezaron a abrir los ojos, y no sé porqué, pero se me ocurrió coger el mando, levantarme y cambiar de canal... 
Se levantó tan rápido como pudo y vino hacia mí, parecía un toro de Miura, forcejeamos poco porque en cuestión de segundos me lo quitó, cambió de canal y estaban celebrando el gol que acababa de meter su equipo. Le sentí entre contento y rabioso, jajaaa eso sí, su mirada me fulminó!!
Subió el mando arriba del mueble, donde yo no podía llegar por mi propio pie.

La tensión se percibía en el ambiente a escasos minutos de que terminara el partido, y preferí irme del salón...

Me fui al dormitorio, estuve mirando por la ventana las vistas hasta que me cansé y me tumbé en la cama a ojear el Instagram...

Al rato, apareció Javier por la puerta con cara de enfadado y me dijo:
  • ¿Qué pasa contigo?
  • ¿Qué pasa conmigo de qué?
  • No te hagas la tonta!
  • Sí, a veces puedo ser un poco tonta, y?
Fue directamente hacia mí, y sin decirme nada, me incorporó y me tumbó en sus rodillas, me resistí todo lo que puede, patalee, grité, le insulté y lo único que conseguí es que me diera más fuerte.
  • ¿Te parece bonito cambiar de canal cuando estoy viendo el fútbol?
  • Pues Síiiiii
Plassss Plasssss Plasssss Plasssss Plasssss Plasssss

Cuando dejé de forcejear para recuperar mi respiración, me bajó los pantalones junto con la bragas, con el culo al aire y medio calentito siguió dándome con todas sus ganas.

Plassss Plassss Plassss Plasssss Plassss Plasssss

Noté que me empezaba a picar y por mucho que intentara zafarme no lo conseguí,  fue inútil por mi parte, me sujetó bien la cintura y me dio más fuerte y encima me regañó por seguir moviéndome.
  • Que te estés quietaaaa!!!
Después de un buen rato dándome, contuve mis lágrimas como pude aunque el culo me dolía a rabiar...
  • Vete a por el cepillo del pelo!!
  • jooooooo
  • YA!!!
Fui a regañadientes y como pude, con los pantalones y las bragas bajadas.

Al volver había colocado una silla en medio de la habitación y me esperaba allí sentado, cuando llegué me paré frente a él. Su mirada seguía siendo de enojo y la mía seguía siendo un tanto desafiante aunque con el cepillo seguramente acabaría por lamentarme de mi comportamiento.

Me cogió el cepillo y con un gesto me indicó que me volviera a colocar y esta vez lo hice sola y sin protestar... 

Me coloqué aunque él me ayudó a poner el culo justo en medio de sus muslos.

Plasss Plasss Plassss
  • Auhhhhhhh
  • Esto te pasa por hacer las cosas a la ligera, la próxima vez te lo pensarás dos veces
  • Ahhhhuuuuuuhhhhhhhh
  • ¿Qué, te escuece ehhhhh?
  • Siiiiiiiiii 
Plasss Plasss Plasss Plasss

Me estaba doliendo un montón, me caían uno tras otro y sin parar. Intenté aguantar todo lo que pude pero llegó un momento en que no podía más y estallé en lágrima viva...

Me siguió dando unos pocos más y paró.
  • ¿Has aprendido la lección?
  • ¿Lo vas a volver hacer?
  • Noooo 
Me ayudó a incorporarme, me limpió la cara con su mano, y me sentó en su regazo, lo hice como pude, porque el trasero me dolía mucho. 
  • Trae la crema anda! 
Cuando llegué se había sentado a los pies de la cama, me volví a colocar, esta vez sin que él me dijera nada.
Me la puso con mucho cuidado y mimo, nada que ver a cómo me había zurrado el culo escasos minutos antes. Después del masajito, tocó con mucha sutileza mi entrepierna para comprobar que estaba empapada... 
Me estuvo tocando el clítoris como tanto me gusta, hasta terminar jadeando como una gata. Terminó poniéndome a cuatro patas sobre la cama para darme otro azotazo mientras me metía su pene por la vagina. 
El movimiento de la pelvis junto con las embestidas hizo que tuviéramos una gran explosión con fuegos artificiales...

Terminamos abrazados en la cama, y estuvimos así un buen rato hasta que nos entró hambre y fuimos a preparar algo para cenar...


6 comentarios:

  1. No sé yo si será verdad eso de que no lo vas a volver a hacer... jajajaja.
    Lo del "azotazo" ,(o a veces terminado con "s"), cuando se comparte intimidad a mi también me parece super sexy.
    Bonito relato, muchas gracias por escribirlo y compartirlo.

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  2. Por cierto, Cloe, la foto con la que ilustras el realto, es buenísima.

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  3. Me alegro que os haya gustado Mariposas y Escriba Silente!!! ;-)

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doyluzamisombra@gmail.com